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Citroën cambia el C4 Cactus. No tanto estéticamente, sí en lo conceptual


Citroën C4 Cactus. Cuando fue presentado en 2014 generó bastante controversia, básicamente por su planteamiento estético, convengamos raro, original, y sobre todo por los Airbumps, casi inéditos, prácticos pero que lo hacían ver más «low cost». Por otro lado, haciendo un poco de historia, hace varios años, la casa matriz francesa (PSA) comenzó una nueva estrategia de diferenciación de productos, de marcas. Una Citroën más orientada a la practicidad, a la versatilidad, y a vehículos económicos, sin llegar a low cost, claro, y una Peugeot dirigida a un mundo más premium (sin llegar a serlo), más refinado, y los últimos desarrollos (3008, 5008, etc.) van en esa dirección.


Debo reconocer que no es habitual que en poco tiempo se cambie la filosofía de un modelo, más allá de los cambios estéticos, no tan profundos en este caso. Y en ese sentido, este nuevo C4 Cactus 2018 toma un aire «más urbano», «más auto», «más normal» diría. Adiós Airbumps, y esto también resulta curioso, ya que fue uno de los aspectos destacados (aunque controversiales) del C4 Cactus: y a tal punto que el nuevo C3 europeo también los tiene, Ahora han quedado solo como detalle estético, minimizados, en la parte inferior del lateral, dejando de cumplir su función original.


Aunque el nuevo Citroën C4 Cactus ha cambiado poco estéticamente en términos cuantitativos, insistimos, plantea un nuevo escenario, siendo ahora mucho más «C4», más auto. De hecho ahora apunta sus cañones a Megane, Leon, Focus y otros hatchback tradicionales. También esta movida a un mundo más racional y clásico tiene que ver con la posibilidad muy avanzada que el actual C4 europeo deje de fabricarse en 2018, quedándose Citroën sin representantes en el segmento. También es cierto que las ventas, sin ser malas, no lo convirtieron nunca en un súperventas como dicen los españoles.


Estéticamente muestra un interior sin cambios, pero afuera hay varios. La trompa toma elementos de los nuevos C3 y C5 Aircross, con un rediseño importante, manteniendo solo las ópticas principales (que parecen antinieblas). Atrás se muda a lo visto en C4 Picasso, sobre todo en las ópticas. Curiosamente mantiene llantas aunque el perfil cambia bastante por la ausencia de los Airbumps y nuevas molduras inferiores. Sin dudas, ahora presenta un aspecto más refinado, más sobrio, más tradicional, y a nuestro juicio, más logrado.


En cuanto a mecánicas, mantendrá los motores actuales de 3 cilindros Puretech de 82 y 115 CV, agregando otro de 130 CV y en diesel se agrega un BlueHDI 1.5L de 120 CV. Como curiosidad, bienvenida, incorpora la hidráulica a sus suspensiones y, Citroën asegura que ha mejorado la insonorización y el confort de marcha. El nuevo Citroën C4 Cactus llegará a nuestro país (ya que es extrazona), en principio hacia fines de 2018, tal vez 2019, repitiendo lo visto en C-Elysée, con un cambio estético a poco de ser presentado; aunque, en este caso, los cambios estéticos son bastante más profundos, y además conceptuales. El mercado tendrá la última palabra, pero en sí, más allá de todo análisis filosófico, el nuevo C4 Cactus 2018 resulta más atractivo.

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