Geely no es una marca más en la industria automotriz china. A pesar de su corta edad (1986), es protagonista del mundo del automóvil. Dueña de Volvo, Link&Co y (parcialmente) de Lotus y Proton (Malasia). No podemos definirla como «gigante automotriz», pero vaya si ha crecido en estos pocos años (para lo que son las edades de la mayoría de las automotrices). Preface fue presentado como concept en 2019, y ahora Geely lo muestra como modelo de producción, aunque con muy poca «data», y que comenzará a ser vendido en el último trimestre de este año.
Claro, de aquel concept desaparecieron las puertas traseras «suicidas» (apertura inversa), y seguramente el interior sea bastante más clásico; lo decimos «en potencial» ya que no hay imágenes del interior. Sí se sabe que tomará la plataforma CMA que utilizan, entre otros, el Volvo XC40, algunos Link&Co y Polestar (la división de eléctricos de la marca sueca). Cuenta con una longitud de 4.79 m (3 cm más largo que el Volvo S60) y se espera equipe un motor naftero de 2 litros, turbo y de 190 HP, aunque no hay precisiones al respecto. Tampoco si se lanzarán versiones híbridas o eléctricas, aunque sí muy probablemente las primeras.
Estéticamente resulta bastante logrado, y nos recuerda en la vista de perfil y de 3/4 traseros a los Volkswagen Virtus y Vento, y al Ford Mondeo, nada raro en esta globalizada industria automotriz actual. Bastante clásico, con formato tricuerpo (más bien un «dos volúmenes y medio») presenta un frontal bastante sobrio con la clásica parrilla Geely. Atrás luces finas, para estar a la moda, con gran distancia entre ejes y un diseño general sin estridencias, muy sobrio. Su interior será bastante «digital» y tecnológico, aunque no tanto como el de su variante concept de 2019. Los chinos siguen avanzando.