Hace tiempo que venimos hablando del espectacular avance de la movilidad eléctrica (e híbrida); no resulta novedad a estas alturas. Aunque, convengamos, hace unos pocos años no hubiéramos imaginado tal penetración en el mercado. La realidad supera a la ficción, en este caso. El mismo CEO de Ford, Jim Farley, aseguró que «en 2030 4 de cada 10 Ford que se vendan serán eléctricos». Más aun, sin desmerecer al líder de la norteamericana, que sin dudas sabe muchísimo más que yo, creo que para ese momento (9 años más) la proporción de ventas de eléctricos respecto a motores a combustión será aun mayor.

En lo que va de este año, la planta mejicana que produce el eléctrico Mustang Mach-E, fabricó algo menos de 28,000 unidades, bastante más que los 26,000 Mustang tradicionales que se construyeron en la planta norteamericana. Poco para agregar. Me encuentro entre los que pensamos en su momento que Ford incurría en un error al promocionar a su «nuevo Mustang» eléctrico y en formato SUV. Sin embargo, el tiempo le dio la razón a la norteamericana, al menos desde el punto de vista de rentabilidad del negocio, aspecto central en cualquier automotriz; más aun, aspecto central en cualquier empresa.

Y el avance, dentro de Ford, no solo se manifiesta con elMustang Mach-E. La norteamericana acaba de presentar la F-150 Lightning, variante eléctrica de la renovada pick up líder en su mercado natal. La nueva pick up mediana, Maverick, no tendría variantes totalmente eléctricas aunque sí híbridas, al menos en el corto plazo. Y si miramos a otras marcas, el panorama es similar. Los eléctricos han llegado a las pick ups, pero también a segmentos impensados como el de los deportivos. El próximo Mercedes-AMG C63 será híbrido, el Audi RS 4 venidero tendrá versiones híbridas y eléctricas y BMW acaba de presentar el primer M eléctrico en su historia: el i4 M50. El avance de estas nuevas tecnologías de propulsión es imparable, nos guste o no.