Citroën vendía sus Picasso, variante que nació con el Xsara monovolumen y continuó con C3 Picasso (después Aircross), luego los C4 y C4 Grand Picasso, que se convirtieron a Spacetourer para luego pasar a mejor vida. Aircross también existió en C4, como variante del japonés Mitsubishi ASX junto con el Peugeot 4008. Y hoy en C5 Aircross, interesante SUV que tuvimos ocasión de probar. Pues bien, entre los actuales C3 Aircross (versión europea distinta a la que existió en Argentina hasta hace poco y a la nueva que llegará de Brasil) y C5 Aircross, existe un espacio sin llenar (4.15 m a 4.5 m), y por lo no tanto no resultaría descabellado pensar en un nuevo C4 Aircross que ocupe ese vacío.

Citroën evaluó esa posibilidad al desarrollar la nueva generación C4 europea y su derivado ¿sedán? C4 X. Una tercera variante, más SUV, más familiar, menos deportiva. Pero la descartó. Hay que tener en cuenta que el próximo C3 Aircross europeo, que tomará bastante del nuestro regional recién presentado, y al igual que éste, crecerá en tamaño, cerrando la brecha respecto a C5 Aircross. Como sea, no tendremos un nuevo C4 Aircross, ni descendiente de japoneses, ni francés; tampoco regional. Hay que tener en cuenta también que sus primos Peugeot 2008 y Peugeot 3008 se ubican cerca conceptualmente.