INTRODUCCION
Sportage ha sufrido grandes transformaciones desde sus «humildes» inicios allá por 1993, con una primera generación que llegó a Argentina, igual que las siguientes de 2004, 2010, 2015 y la actual que hemos probado. En realidad los comienzos de KIA (y Hyundai) fueron humildes, como el origen de tantas automotrices. Y su evolución ha sido notable, enorme. Sus inicios datan de mediados del siglo pasado, y en la década del 70 comenzó a fabricar autos. He expresado en varias oportunidades que es un modelo a seguir por su crecimiento, no solo en tamaño sino en innovación, calidad, diseño y visión de futuro. En realidad no es exactamente propiedad del enorme grupo Hyundai, sino que este tiene un porcentaje importante de acciones de KIA, así como KIA tiene participación en varias empresas del grupo «madre». Habíamos probado Carnival hace un par de años, así que tenía mucho interés en subirme a la nueva generación Sportage, que cambia mucho respecto a la anterior.

DISEÑO EXTERIOR
Uno de sus grandes puntos a favor, y no solo en esta generación sino también en la interior. KIA viene innovando en diseño, buscando nuevas formas y realmente se muestra distinta al resto de la industria automotriz. Cuesta relacionar esta Sportage con la anterior a nivel visual; parece otro modelo, y lo es. La considero muy atractiva, si bien es materia subjetiva, proporcionada, moderna, elegante, con personalidad y a la vez sobria. El sector frontal es el más «llamador», el más personal, con una «parrilla» 3D todo a lo ancho, la palabra KIA arriba de la «nariz», llamativas LED diurnas (sobre todo encendidas) y las principales agrupadas en los extremos. Atrás más «ortodoxa» aunque también original, con una presentación más «limpia». Quizás demasiado plástico negro, pero por otro lado le da un toque personal.

En la vista lateral se muestra fluida, sin «tensiones», diría con formato «menos SUV» que la anterior, y más deportiva, más «rural», si cabe el término. Importante inclinación de la luneta y alerón integrado. Neumáticos Hankook (coreanos, obviously) Dynapro HP2 235/60R18. Llantas grandes y perfil auto, cubrerruedas «lleno» y buen andar. Diseño sobrio con pliegue en puertas, solo alterado por la curva en sus 3/4 traseros. Muy logrado, a mi entender. Atractivas llantas, ni tan elegantes ni tan deportivas ni tan rebuscadas. Desde esta vista se la aprecia más larga que la anterior, y de hecho gana 18 cm, llegando a 4.66 m.

PUERTAS ADENTRO
El portón trasero abre y cierra eléctricamente, pudiendo regularse el ángulo de apertura, algo útil ya que es bastante grande, lo que además de la boca de carga y el piso plano, presenta un muy buen volumen de carga y muy práctico. El piso no es tan bajo pero por una buena razón; el auxilio es igual a los otros 4 (goma y llanta), algo raro en estos tiempos y bienvenido. Piso deslizable, kit de seguridad, y buena presentación (calidad). La apertura del capot es sencilla pero tiene su peso, y además la varilla no está tan a mano. Fluidos al alcance, motor no encapsulado, y de presentación no tan prolija (poco importante). Aislante interior.

El ingreso al puesto del conductor es muy sencillo y práctico. Al ingresar notamos una buena calidad percibida inicial, una buena y original presentación y adecuada elección de colores y matices, sin estridencias. Bien por el aplique simil madera (pero gris) y mal por la adopción del «bendito» negro piano en varios sectores, aunque no exagera. Curiosa sensación en los actuales autos de tablero digital con enormes pantallas, ya que al estar apagado, pareciera un auto «ciego», para decirlo de algún modo. Una sola pieza conforma el tablero en sí y la pantalla multimedia central. A favor, alta calidad de gráficos, bastante información, muy buena presentación y aspecto general. En contra, poco intuitivo, al igual que los mandos al volante, requieren distraer la vista, no son «naturales», mal común a casi todos los asiáticos. Capitulo aparte para el sector negro piano debajo de la pantalla central, que aloja mandos de climatización y audio, compartiendo algunos elementos. Muy elegante y moderno, pero impractiquísimo. Es muy común accionar el aire acondicionado al manipular el audio por un atajo «touch» pegado a la perilla del volumen.

Tema quizás no tan importante, en el contexto general de un vehículo excelente, pero que debería mejorarse. Incómodo. Originales salidas de aire centrales. Las butacas son comodísimas, con buena sujeción lateral, buen cuero con costuras y un sector en «gamuza». Regulables eléctricamente y de amplio rango. Muy buena posición de manejo. El volante apenas tapa algo de info del tablero, mal de muchos autos actuales con grandes pantallas. Tablero que puede configurarse con diferentes vistas pero todas parecidas (en función del modo: ECO, NORMAL, SPORT y SMART). Vacuómetro digital (estilo anteriores BMW) de escasa utilidad. La pantalla central tiene algunos atajos y mucha info. Si bien me pude conectar vía bluetooth, no conseguí reproducir audio, pero lo atribuyo a una falla personal o a no haberle dado tiempo. Muy buen sonido, destacable. Esto de muy buena presentación (excelente, diría) pero poca practicidad, no intuitivos y no tan ergonómicos se da en general, y por ejemplo con el freno de mano eléctrico en una rara ubicación y accionamiento. Al revés de las balizas, excelente botón de gran tamaño y bien ubicado, al alcance inmediato.

Cuenta con la opción de sonidos naturales (tipo loop), como lluvia, canto de pájaros, olas, etc. No le encuentro gran utilidad, pero está. Algo útil es la posibilidad de grabar notas de voz. Abajo consola con palanca de la caja de doble embrague, comandos de asientos y volante calefaccionados, selector de modo de conducción y también de bloqueo 4×4, Control de Descensos, Auto Hold, Cámara y Sonido Sensores. Techo solar eléctrico con persiana interna blackout. En resumen, plazas delanteras de muy buena presentación, amplio espacio, confortables, como comandos mejorables (no intuitivos). Vamos a las plazas traseras. También sencillo acceso, muy amplias, sobre a todo a lo largo, no tanto a lo ancho, y apto para 2 para viajes, el tercero, plaza central, como en todos los modelos actuales, irá bastante incómodo por dureza de respaldo y cojín, de todos modos, menos tortuoso que en la mayoría de los modelos probados. Respaldos reclinables, piernas no tan flexionadas; cómodas plazas traseras.

EQUIPAMIENTO
Interesante en el EX 4×2 y en esta otra versión «superior», X-Line 4×4. Para mencionar, en confort y en seguridad, espejos calefaccionados, butacas y volante calefaccionados, techo solar eléctrico, apertura baúl por proximidad, alerta ocupación asiento trasero, cargador wirelesss, asistente mantenimiento carril, crucero adaptativo con regulación de distancia y stop&go, asistente punto ciego, luz alta automática, monitoreo presión neumáticos, controles de descenso y pendiente, alerta de cansancio, etc. ¿Descollante?, no, pero creo lo esperable en el segmento.

EN MARCHA
KIA Sportage está equipada con el motor 1.6 T-GDI, turbo, utilizado en varios modelos y con 178 HP de potencia y 265 Nm de torque. A pesar de sus casi 1,600 kg de peso, alcanzan y sobran para moverse en un manejo normal, no racing, para el que está pensada esta Sportage. El motor es muy progresivo y no invita a bruscas aceleraciones sino a disfrutar tranquilamente de su altísimo confort de marcha. Cuidado, no es lento ni perezoso, responde muy bien pero no es un motor deportivo. Sobre todo en modo Sport, la respuesta es interesante y mas que suficiente para sobrepasos en ruta. Ayudado por una caja de doble embrague y 7 relaciones, bastante rápida.

La dirección eléctrica también ayuda y el confort de marcha, en general, es superlativo, de lo mejor. Invita a transitar tranquilo, disfrutando el silencio. Impecable, en ciudad y en ruta. Incluso lo llevamos al sector montañoso de curvas complicadas y mostró una estabilidad llamativa, más cercana a un auto que a un SUV. Solo quejido lógico de neumáticos con perfil 60, no pensados para doblar exigiendo al límite la tenida. En resumen, muy buen comportamiento en casi cualquier condición de topografía y tipo de manejo. Digo «casi», porque en caminos en mal estado no se mostró tan a gusto. No es que sea frágil o poco robusto; simplemente la sensación que transmite el tren delantero no es la mejor. Pero general, solo elogios para su confort de marcha.

Buenas luces, buen poder frenante y una puesta a punto mecánica general muy buena. Respecto al consumo…. del urbano, como siempre digo, es tan relativo que hasta resulta intrascendente dar cifras. Solo serviría repetir en todos los modelos el mismo circuito, con el mismo manejo, el mismo tráfico, las mismas detenciones, etc., algo imposible. De todos modos pueden conseguirse unos 8 km/l en ciudad en condiciones normales (no caóticas). En ruta, a 110 km/h casi 14 km/l, un valor nada mal para un SUV, si bien con un formato deportivo (diseño). En resumen, podría tomarse como mejorable el consumo, pero yo creo que teniendo en cuenta todo (tamaño, peso, etc.), cumple. Sí podría mejorarse la autonomía que no llega a 600 km, en tren de exigencias.

Ah, sí, algo podría criticar del manejo, hilando fino. Al acelerar rápidamente y sobre todo en modo sport, da cierta sensación de caja CVT, de engrane del motor, pero es algo subjetivo, y leve en todo caso. Aunque tiene tracción integral, con bloqueo de diferencial, no es un vehículo pensado para el off road. Ni por sus neumáticos ni por la ausencia de equipamiento en tal sentido, ni por sus ángulos de ataque y salida. Sin embargo, probamos una subida con piedras sueltas, de pendiente importante, y la trepó sin quejidos ni patinamientos. Es decir, permite salir airosos de situaciones complicadas pero no es un vehículo para uso 4×4, como la mayoría de los SUVs actuales.

CONCLUSIONES
Esta KIA Sportage X-Line 4×4 (integral) tiene un precio de USD 63,000. ¿Es poco o mucho? No es sencillo analizarlo pero resulta alto. Mirando precios de VW Taos o Jeep Wrangler, por ejemplo, más allá de las diferencias y similitudes que tengan, es un valor posicionado arriba, si bien en parte se explica por ser extrazona a diferencia de los anteriores (Argentina y Brasil respectivamente). En términos generales, es un vehículo excelente con muchas e importantes virtudes y pocos y menores defectos. Entre los primeros, su estética, su calidad, su comodidad, el espacio interior, el altísimo confort de marcha, el equipamiento, su eficiencia mecánica en general, su tenida y algo más. Lo negativo pasa por la pantalla táctil y varios comandos poco intuitivos y particularmente el sector Audio/Climatización, poco feliz diagramado. Y el precio, alto. Pero es una excelente alternativa y sus importantes ventas en todo el mundo dan fe de ello.