Hace más de un año comentábamos acerca de los planes de General Motors, para producir una pickup sub-mid size, para competir contra la Ford Maverick en Estados Unidos y con otras en otros mercados, como podrían ser Fiat Toro y Renault Oroch en nuestra región, si bien ya tiene Montana, derivada de Tracker, fabricada en Brasil. Por lo tanto, no resulta novedosa la información. Lo que sí aparece como nuevo es que aquella pickup inicialmente estaba pensada como eléctrica (como casi todo lo que se pensó en los últimos años en la industria automotriz), pero ahora se sabe que tendrá versiones híbridas como base, y quizás, podría también incluir una variante eléctrica.
Los tiempos están cambiando (estos, actuales) y si bien la movida eléctrica ha llegada para quedarse, y tarde o temprano, todo será eléctrico (con alguna esperanza a favor del hidrógeno como combustible directo y de los sintéticos y ecológicos), el crecimiento de las ventas en los EV se ha ralentizado. Sí, es cierto, Tesla sigue vendiendo mucho, muchísimo. Pero, por ejemplo, Ford está vendiendo muy poco su F-150 Lightning (en comparación con sus hermanas térmicas), y así varias marcas están repensando su estrategia de corto y mediano plazo a favor de híbridos, más lógicos para la actualidad y para geografías muy extensas.
De todos modos Maverick es un éxito en el mercado norteamericano, donde ha vendido 94,000 unidades en 2023 y en los dos primeros meses de este 2024 ya va por 26,000. Tremendo. Sí, las mid-size (Ranger, S10, Hilux, Frontier, etc.) siguen dominando el mercado, pero ésta categoría por debajo de ellas viene «amenazando» la tranquilidad de aquellas. Podemos esperar la adopción de una plataforma que, como las STLA de Stellantis, permita desarrollos térmicos y eléctricos, como por ejemplo con el nuevo Dodge Charger, que tal como anticipamos hace tiempo, también reemplazará a Challenger, aunque no haya sido anunciado oficialmente.