Fiat Panda tuvo en su larga historia un éxito comercial importantísimo, en Europa y sobre todo en su Italia natal. No se vendió en Argentina. Apareció en el mercado europeo en 1980 y hasta 2003 se mantuvo prácticamente sin cambios, o con actualizaciones menores. Vaya si no es un clásico. Tuvo versiones 4×4, con gran capacidad off road (dentro de las limitaciones de su formato, claro). Ese año llegó la segunda y última generación, más grande y muy diferente a nivel conceptual incluso, pero que no llegó a convencer al mercado que era el genuino sucesor del histórico Panda, a pesar de llamarse igual. Finalmente en 2012 un último Panda, con un diseño que lo acercó visualmente a nuestro extinto Uno, aunque se sigue vendiendo.
Hace más de un año anticipábamos los ambiciosos planes de Fiat para este nuevo futuro (¿presente’) eléctrico, incluido un nuevo Panda hacia 2023. Bueno, se demoró un poco. Llegará en 2024 o 2025. También se presentaba un nuevo concepto, el Centoventi, sobre el cual se imaginó un nuevo B-SUV, el que finalmente decantará en la nueva generación Panda. Como vemos en muchas automotrices, cuando un modelo resulta icónico, resulta casi imposible enterrar esos nombres con tanta nostalgia para el mercado. Y Panda es uno de ellos, que volverá en formato en SUV (B-SUV), posicionándose por debajo del nuevo 600, también eléctrico.