Como es habitual en Automotiva, un párrafo inicial para «entrar en tema» antes de pasar al test propiamente dicho. KIA pertenece al grupo Hyundai, y juntas son el 5° productor mundial, nada más y nada menos. En un mercado global en el que Volkswagen y Toyota pelean cuerpo a cuerpo y se alternan los 2 primeros lugares, Renault-Nissan en el tercer lugar, General Motors en el cuarto, y luego KIA/Hyundai y Stellantis. Tremendo hito si tenemos en cuenta que nacieron en un país bastante pequeño y hace relativamente poco tiempo. Sin dudas, en el ranking de las automotrices con mayor crecimiento, en calidad y cantidad, las 2 coreanas están en los primeros lugares. Por otro lado, Carnival nació en 1998 y va por esta, su 4a generación, habiéndose vendido también las anteriores en nuestro país. Tenía gran interés en probar el modelo, que cambió bastante en la actual generación, a pesar de mantener el estilo histórico. Vamos «a por ello» como dicen los españoles
DISEÑO EXTERIOR
Creo nadie puede discutir el hecho que estamos ante un modelo atractivo, logrado, armónico, a pesar de sus 5,15 metros de largo. Y consecuentemente, es muy mirado por la gente en general. Impone respeto, diría. En el sector frontal se muestra moderna, con una parrilla de gran protagonismo (con segmentos brillantes de diferente tamaño), y modernas ópticas diurnas LED. Quizás, a pesar de la parrilla, puede resultar demasiado sobria (no lo creo), pero en conjunto, el frente se muestra moderno. completando con la cámara frontal y antinieblas en su histórica ubicación (no tan frecuente en estos días). Capot alto e importante sección frontal. Comentario de la iluminación: en AUTO, prende una franja LED. En POSICION, agrega otras 2 tiras LED menores; en BAJAS prende 2 unidades en la parrilla (las «de afuera») y en ALTAS agrega otras 2 similares, del lado interno. Como resultado, excelente iluminación.
Atrás pierde algo de atractivo, creo, aunque justo es reconocer que es más fácil conseguir personalidad adelante que en el sector trasero. Luneta de generoso tamaño, identidad lumínica todo a lo ancho, como se usa actualmente y gran sobriedad, bienvenida, con el nuevo logo de la marca (adelante también, claro). Quizás demasiado cuadrada, hilando fino, aunque, es parte del gusto norteamericano, principal mercado para el que está pensada esta Carnival. Vamos al lateral. Capot plano, importante voladizo posterior, detalle «metálico» satinado en el pilar trasero; original y atractivo, enormes puertas laterales corredizas y combinación justa de negro y metálico, opinión personal. Barras en techo y neumáticos que «llenan» los guardabarros, con perfil alto (otro aporte al confort de marcha), marca Nexen Radian GTX 235/65R17 MTS, Made in Korea, poco conocidos por estas tierras, al menos para mí, aunque, «googleando» un poco, se ve que es una marca joven pero de gran llegada en distintos mercados. Llantas elegantes, pero que no me parecieron atractivas, y además pasan desapercibidas. Como buen monovolumen que es, y no SUV, su altura es contenida.
INTERIOR
Ingresemos a la Carnival. Tarea sencillísima, como pocas veces. No solo por el tamaño y el ángulo de apertura de las puertas delanteras, sino porque además, la butaca retrocede unos cm antes de subir y luego vuelve a su posición, de manera automática. Lo primero que debo decir, al sentarme en sus comodísimas butacas, es que se respira un aire premium. Adecuada combinación de colores (natural, grises y negro piano, tan de moda y tan poco «buen envejecedor»). Con un concepto estético similar al del pilar «C» antes mencionado, una franja horizontal «tramada» recorre el tablero junto con las salidas de aire conformado un sector unificado. A pesar de estar conformado por «doble tablet» como la mayoría de los modelos actuales, el relieve y borde grueso le dan un aspecto más tradicional. Creo que, si hubieran corrido hacia atrás la del tablero, unos cm, ganando en sensación de profundidad, hubiera quedado mejor aun. De todos modos, una de las mejores resoluciones en cuanto a tableros digitales. Sensación (real) de gran amplitud interior. Excelente visibilidad hacia todos lados, aunque con parantes «A» bastante gruesos. Enormes espejos para colaborar en las maniobras (más allá de sus sensores y cámaras 360°) y butacas con muy amplia regulación en altura y en distancia, ambas eléctricas, además de la lumbar, y en cuero microperforado. Lo que se dice completo.
El volante cuenta con mandos para distintas funciones (computadora, teléfono, audio, navegador) que no resultaron muy prácticos. Además, tapa un poco un pedacito del tablero, hilando fino. El tablero cuenta con 3 diseños seteables, aunque muy similares. El «B» es el que más me gustó, el más clásico. Velocímetro y tacómetro, más nivel de combustible y temperatura refrigerante. También puede elegirse que cambie el aspecto de acuerdo al tipo de manejo elegido. Abundante información, muy buena calidad de presentación, y algo confusa para el manejo como comenté más arriba. 4 «gadgets» interesantes, sobre todo 3. El círculo de la derecha puede indicar sugerencia de descanso o que «el vehículo que nos precede ya arrancó». Pero además, ambos pueden mostrar las cámaras externas, algo así como una cámara de marcha atrás, pero en movimiento, y al colocar el guiño. Las cámaras 360° muestran todo a nuestro alrededor y con diferentes vistas. Seguro, cómodo, impecable. Al lado, pantalla táctil central. No mucha información, pero excelente presentación, muy legible y con botones «táctiles» por debajo para algunos atajos. No me gustaron, no dan seguridad de accionamiento. Ni en la Carnival ni en ningun otro modelo, incluido el BMW M340i xDrive que acabamos de probar. Lamentablemente, son tendencia en la industria automotriz. Uno de los accesos es el del navegador, pero solo a través de Android Auto o Apple Car Play, con cable.
Más abajo sigue el negro piano (mal) con una acertada ubicación y forma de la tecla de balizas, algo poco frecuente. Debajo, comandos físicos del climatizador dual (tri zona en realidad), muy moderno aunque no tan ergonómico. Varios puertos USB, y pasamos a la consola entre asientos y sigue el negro piano. El selector redondo de la caja es muy vistoso y original pero no me gustó. No resulta tan seguro en maniobras de estacionamiento ya que, siendo retráctil, podría prestar a confusión. Sí, es cierto que prestando atención (como debe ser) esto no ocurrirá, pero no me parece del todo preciso. Completa el freno de mano eléctrico, calefacción y ventilación de butacas, cámara frontal y alerta sonora de sensores. Doble posavasos y guantera de gran capacidad, muy profunda. Otro detalle «premium», además de la presentación general, viene de la mano del diseño de los contrapuertas, refinado y con una muy original y curiosa iluminación.
¿Cómo resumo el interior en cuanto a las plazas delanteras?
Exquisito diseño, gran amplitud, buena visibilidad, alta calidad y muy buena presentación, con algunos detalles mejorables en cuanto a ergonomía.
Vamos a las plazas traseras, o mejor expresado, a las primeras plazas traseras. Puertas con comando eléctrico (apertura). asegurando ingreso muy sencillo. 2a fila con cojín deslizable y respaldo regulable. Misma comodidad (o más) que en las delanteras, y además con cortina blackout enrollable. Las butacas delanteras también se puede regular desde atrás. Piso plano, muy confortables y cómodas plazas traseras (2a fila) con muy buen espacio a lo largo y a lo ancho. En contra, plaza central muy dura y sin apoyacabezas (¿?). Mandos del climatizador para plazas traseras (tercer clima interior), algo necesario en un vehículo de este tamaño y capacidad. Techo eléctrico solar. Apertura eléctrica de puertas deslizables traseras por botón y por agarradera también. Impecable. Vamos a la tercera fila, algo más complicado que lo que ocurrió hasta ahora.
La tercera fila también puede regularse en inclinación. Para acceder hay que rebatir la segunda pero claro, la magia no existe. No hay 3 puertas laterales así que resulta bastante más incómodo que para la segunda. 3a fila con plaza central sin cinturón. En general, más allá del acceso más complicado, esta fila resulta bastante cómoda aunque no tanto para adultos, al menos para largos viajes. Plaza central dura. Para pasar finalmente a la 4a fila, hay que rebatir la plaza del medio y se acceden a las 3 últimas (completando 11 plazas), más chicas e incómodas, obviamente. Solo para niños, si bien el respaldo va literalmente «pegado» al portón trasero, sin espacio para absorción de energía ante un choque de atrás.
Resumiendo la comodidad de las 9 plazas interiores restantes además de las de conductor y acompañante:
– Para 6 PAX (en total), confort absoluto, casi a nivel living hogareño
– Para 8 PAX, algo menos para las 2 plazas centrales
– Para 11 PAX, solo si en la 4a van niños y en trayectos cortos; igual no resulta recomendable.
Vamos al sector de carga (si no está la 4a fila desplegada). Buena capacidad, piso plano, enorme boca de carga, muy práctico, como todo en esta Carnival. Portón eléctrico. El capot no es tan pesado a pesar de su tamaño y cuenta con varilla (podría tener amortiguador). Vano motor muy ancho, capsulado, prolijo y con líquidos a mano. Excelente presentación de caja de fusibles, estanca y al alcance. Motor en posición algo baja. Pongamos en marcha a la KIA Carnival. Hasta acá casi todo positivo, aprobado.
EQUIPAMIENTO
En Seguridad, bastante
– 7 Airbags – Crucero Adaptativo con stop&go
– Control en pendiente – Alerta Cansancio Conductor
– Asistencia al Mantenim. de Carril – Asistencia luces altas
– Asistencia Precolisión en Giro – Alerta ocupación asiento trasero
– Monitoreo de Punto Ciego – Monitoreo cámara trasera en giro
También en Confort
– Cargador Wireless – Climatizador plazas traseras
– Freno eléctrico con Autohold – Doble techo solar
– Smart Key – Varios tomas de 12 V y USB
– Audio con 6 parlantes – Apertura eléctrica portón
FUNCIONAMIENTO
Si el diseño exterior e interior son sus puntos fuertes, además de la presentación y calidad, la parte dinámica no lo es menos. Arranque instantáneo de su motor diesel de 2.2 litros, 202 HP Euro V. No parece diesel, muy silencioso y sereno, algo menos en ralentí como todos los motores con este «escaso por estos días» combustible. El motor es de funcionamiento muy progresivo, sin sobresaltos, sin aceleraciones vertiginosas: algo lógico tratándose de un familiar pensado para un confort de marcha supremo, que lo tiene. Muy buen poder frenante, algo importante para un vehículo de casi 2,200 kg de peso. La iluminación es otro de sus puentes fuertes: eficiente, impecable. Y la caja automática de 8 relaciones también aporta lo suyo; suave, sin tironeos, en un eficiente tándem con el motor.
Dentro de lo poco que no me gustó en este apartado está la dirección, tal vez algo durita, hilando fino. En cuanto al andar, en ciudad, ni se siente, literalmente. Además, por su gran distancia entre ejes y los neumáticos de perfil alto, el resultado mejora aún más. En ruta, al menos a velocidades legales, mantiene el confort, con ausencia de ruidos eólicos (interesante en un monovolumen de gran sección frontal y con grandes espejos) y serenidad absoluta. No invita a acelerar ni emular a Max Verstappen, no es su espíritu ni está pensado para tal fin. De todos modos, fiel a nuestra costumbre, la llevamos a un sector de montaña trabado, en subida y bajada, y se mostró muy segura, con dos efectos inevitables por las leyes físicas: quejido de neumáticos (perfil) y transferencia de pesos ante bruscos cambios de dirección. Estamos hablando de efectos ante exigencias extremas. Hay un detalle que me llamó muchísimo la atención, sobre todo por sus dimensiones y peso: casi no se percibe la intromisión del ESP, a punto tal que llegué a pensar que no tenía control de estabilidad.
Y esto se debe a dos factores. Por un lado una excelente puesta a punto de su mecánica y componentes, y por el otro que es algo más permisivo que lo habitual, además de una corrección más sutil. Me llamó la atención, siendo quizás el modelo probado con menor efecto apreciable de la corrección electrónica. Pero claro, no invita a ser exigido de este modo, no tiene sentido. Carnival está pensada para viajar y circular con gran comodidad en todo sentido. Mala nota para el auxilio, temporal y ubicado en un lugar ¿insólito?, en el costado, abajo. Complicado para cambiar un neumático. En cuanto a los consumos, me animo a definirlos como muy bajos. En ciudad, parámetro siempre relativo se puede conseguir hasta 11 km/l o algo más, si las condiciones del tránsito no son extremas. En ruta, a 110 km/l, supera los 15.5 km/l, interesantes para su tamaño y sección frontal. Valores que muchos modelos más chicos quisieran tener. En resumen, muy buen comportamiento dinámico ante cualquier circunstancia, con un confort a bordo, excelente, en todo sentido.
CONCLUSIONES
Debo reconocer que hay que hilar muy fino para encontrar defectos o debilidades en esta KIA Carnival SX 2.2 CRDI AT, sobre todo si tenemos en cuenta su espíritu familiar. La ubicación del auxilio, los mandos al volante, poco prácticos, el abuso del «negro piano», el selector de la caja que no brinda tanta seguridad en maniobras de estacionamiento (por su funcionamiento, retráctil) o la multimedia algo confusa y el despeje al suelo, algo bajo. No mucho y no grave. Todo lo otro, elogiable. Respecto a su precio, analizar valores en Argentina, y más en la actualidad, no es sencillo, pero aunque a primera vista podría ser catalogada como cara, resulta muy razonable analizando su equipamiento, calidad y que es importada extrazona. Esta única versión disponible de Carnival, full, cuesta USD 85,000, o casi $ 9,800,000, hoy. Mirando precios de algunos rivales, los pocos que tiene, creo es absolutamente razonable.
ME GUSTO
– Diseño exterior e interior
– Equipamiento Seguridad y Confort
– Versatilidad interior
– Confort de marcha
– Calidad de materiales y ensamble
– Consumo
– Refinamiento y sobriedad
NO ME GUSTO
– Multimedia y comandos
– Ubicación rueda de auxilio
– Comando de caja AT
– Ultimas 3 plazas simbólicas
– Despeje al suelo