De los muchos modelos que vienen dejando esta vida terrenal, algunos son icónicos, como el Volkswagen Passat (si bien por ahora está fuera del mercado norteamericano, aunque pronto lo estará también del europeo), y otros tienen el «certificado de defunción firmado», a la espera de ser presentado, como el VW Golf, el Audi 1, y varios más. Ahora es el turno de uno de los deportivos más icónicos de la historia del automóvil: el Chevrolet Camaro. Presentado en 1967, eterno rival del Ford Mustang, va por su 6a generación, lanzada en 2016 y actualizada en 2019. Justamente, su rival Ford está transitando, seguramente, sus últimos días, y más a juzgar por el gran éxito de su ¿sucesor? SUV, el eléctrico Mustang Mach-E.
Aunque no hay una comunicación oficial y fehaciente de General Motors, se sabía que el Camaro tenía vida comercial asegurada hasta 2026, y luego… gran incógnita. Pues bien, los tiempos se han acortado, y ahora se sabe que 2024 marcará el fin del Camaro tal como lo conocemos, aunque, como ocurrió con Mustang, derivando en otro modelo que mantendría, quizás, su popular nombre. Sería una locura pensar en desaprovechar su carga emocional. Se especula con un sedán de 4 puertas, eléctrico, de grandes prestaciones, aunque personalmente me inclino por un formato más SUV, más al estilo del Mustang Mach-E. De todos modos, será eléctrico; de eso no hay dudas. Si buscamos las causas de esta ¿drástica? decisión de General Motors, conviven varias.
Por un lado, y en lo que hace a motivos propios del modelo, en su actual generación, Camaro nunca logró una performance comercial interesante, o al menos comparable con la de sus eternos rivales Mustang y Challenger. Más allá de ser un modelo espectacular, las ventas no lo han acompañado en los últimos tiempos, dato de la realidad. Por otro lado, el segmento de los deportivos (y otros también) viene en franco descenso, en general. Esto hace que la ecuación económica resulte cada vez más difícil de sostener. Teniendo en cuenta que Ford Mustang ya empezó el proceso de «desguace» y que Dodge Challenger ya está trabajando en su sucesor eléctrico, no resulta descabellado el final del Camaro, tal como lo conocemos.
¿No es triste que Camaro pase a mejor vida?
Claro que sí. Salvo para los totalmente indiferentes al mundo del automóvil, imagino la noticia debe sembrar tristeza, sin dudas. Tristeza que ya viene siendo aplicada por otras noticias similares, anteriores. Como hemos expresado en no pocas ocasiones, el mundo del automóvil está cambiando como nunca y a ritmos cada vez más vertiginosos, nos guste o no. Y muchos modelos icónicos desaparecerán como los conocemos, para volver renovados, como el Renault 5, el Ford Mondeo, el Volkswagen Golf, y muchos más. En todos los casos, movidos por electricidad.