A esta altura estamos bastante familiarizados con el próximo Renault Megane, eléctrico, modelo que llegará al mercado europeo a principios de 2022. Primero habíamos presentado al concept eVision, adelantando las formas del totalmente nuevo Megane (V). Y si bien en general los concept adelantan estilos, tendencias, caminos, no siempre mantienen cierta fidelidad estética cuando se convierten en modelos de producción. Y los concept de Renault, a lo largo de la historia, han sido bastante futuristas y de poca esencia fiel al llegar al proceso de fabricación.
Sin embargo, el propio Luca De Meo, CEO de Groupe Renault, había adelantado que aquel concept conservaría el 95% de sus elementos al convertirse en el Megane 5a generación. Como ocurre con muchos modelos de diferentes marcas en la actualidad, el histórico hatchback francés, que hace poco recibió una actualización ligera, al igual que el sedán, se ha transformado en un SUVover, neologismo que acabamos de inventar, para expresar esta nueva tendencia de modelos que lucen como una mezcla entre el mundo SUV y el Crossover. Por otro lado, estrena nombre, E-Tech, término que se convertirá casi en una submarca híbrida y eléctrica dentro de Renault, con la «E» en dorado.
La marca francesa ha mostrado tres imágenes, parciales, obviamente, del nuevo Megane de producción. La única exterior, de parte del sector posterior, muestra una similitud casi absoluta con aquel concept, dándole la razón a Luca De Meo. Su interior será tecnológico y digital, con el soporte de Google y dando inicio a una nueva era en Groupe Renault (Renault+Dacia). Su motor será delantero, eléctrico, y entregará equivalentes 215 CV, con una autonomía en el orden de muy interesantes 400 km, para un uso principalmente citadino. Interesante potencia, teniendo en cuenta que el Megane actual más potente es el híbrido E-Tech, con 160 CV, sin olvidar al prestacional y deseado RS ,con 300 CV.
Y a propósito de RS, ¿Qué ocurrirá con el Megane más deportivo en la nueva era crossover y eléctrica? Bueno, claramente desaparecerá, al menos tal como lo conocemos. Resulta probable (bastante a mi juicio) que Renault Sport desarrolle una variante más prestacional, quizás también cercana a los 300 CV, como su primo japonés, el Nissan Ariya en su versión más potente, con quien compartirá la plataforma CMF-EV, y tal vez con el agregado de un segundo motor eléctrico. Lo concreto es que Renault ha iniciado una nueva era que marcará «un antes y un después» con lo que conocíamos de la marca hasta ahora.