Como hemos comentado en otras oportunidades, aunque en nuestro mercado (y pasa también con el resto de la premium) es más habitual encontrar Clase A y Clase C que Clase E por nuestras geografías, en el viejo continente y en el mercado norteamericano, este es bastante más conocido. Y Clase E es referencia mundial en lo que hace a sedanes lujosos, confortables, refinados. El modelo fue presentado en 1984 (carrocería W184) y renovado en 1995 (W210), aquella de los faros redondos, en 2002 (W211), 2009 (W212), y 2016 (W213), la familia actual. Mercedes-Benz está presentando la gama 2020, aunque solo se trata de un restyling respecto a la actual, en lo estético, no tanto en lo mecánico.
En realidad, en términos de plantas motrices propiamente dicho, no hay diferencias, sí en las variantes híbridas que crecen hasta llegar a 7 opciones, sobre las que no han trascendido mayores datos aún. En cuanto a los diesel (muy buscados en Clase E), motores de 2 y 3 litros, con potencias entre 160 CV (200d – 1.6 litros) y 340 CV (400d – 3 litros). Los nafteros que van desde los 197 CV (200 – 2 litros) hasta los 367 CV del E450, con el muy eficiente motor V6 de 3 litros. Esto en lo que hace a las versiones «normales». Además las AMG 53, con 435 CV, AMG 63 con 571 CV y el 63 S con bestiales 612 CV. Seguramente todas estas motorizaciones de la familia actual formarán parte del modelo 2020, además de las híbridas y micro híbridas comentadas. Caja de 9 relaciones 9G-tronic.
En lo que hace a lo estético, y como ocurre en general con las alemanas (aunque no tanto con MB), y más en estos casos de «restylings de mitad de ciclo», los cambios son realmente menores, aunque se notan a simple vista. Recordemos que la actual Clase E fue presentada en 2016, tanto en variantes sedán, como coupé y Estate (rural). En Argentina se vende en solo 2 versiones, ambas nafteras: E400 con el motor de 3 litros y 333 CV y la extrema AMG S 63 con 612 CV. Incorpora el MBUX (Mercedes-Benz User Experience), la interfase de comunicación con el conductor, que ya tienen varios de sus hermanos, como el A200 que probamos hace un tiempo. Equipamiento en Seguridad digno de un Clase E, destacando el Exit Assist que alerta si viene un auto detrás al abrir una puerta, y los sistemas de conducción semi autónoma ya conocidos.
Finalmente, analicemos las diferencias estéticas. En el frente, parrilla con nuevo formato («espejo vertical» con la actual), ópticas similares a las de Clase A y un sector inferior más sobrio, menos protagonista. Atrás, cambios importantes, con nuevas ópticas que lo muestran radicalmente distinto al actual. Ganó en modernidad y perdió en personalidad, subjetividad mediante. En el perfil podemos comprobar que solo se trata de leves cambios que afectan ambos extremos, salvo el capot que cae más fuertemente hacia adelante. Adentro, casi inalterado. Destaca el volante, de exquisito diseño y con doble brazo con mandos a distancias que aparece como recargado, a simple vista. Salvo eso, leves detalles incorporados. El nuevo Clase E debería llegar a Argentina hacia fines de año.