Alfa Romeo presentó el Giulia hace más de 4 años, retornando al segmento de los sedanes prestacionales, con un diseño muy atractivo, bien italiano, «bien Alfa» y mecánicas deportivas, sobre todo la de la versión Quadrifoglio Verde, con un V6 de 2.9 litros y espectaculares 510 CV, con tracción integral. Es cierto que, sobre todo el 159 (y en menor medida su antecesor, el 156) era también un sedán deportivo, interesante pero que, por distintas razones, nunca conoció el éxito, al menos desde lo comercial. Hace poco más de un año, tanto Giulia como Stelvio desembarcaron en Argentina.
En un paso más hacia la deportividad, ya rozando el mundo de la competición, Alfa Romeo presenta el Giulia GTA, y su derivado el GTAm. El motor es el mismo V6 de 2.9 litros pero con 30 caballitos adicionales, llegando a los 540 CV, lo que, en conjunto con la reducción de peso (100 kg), hacen que este Giulia GTA pueda llegar a los 100 km/h en intimidantes 3.6 segundos. Caja automática de 8 relaciones, como en el Giulia «normal». El modelo hace honor al Giulia Sprint GTA de 1965, que hace 55 años contaba con 170 CV, nada despreciables para aquella época. Suspensiones revisadas, al igual que otras modificaciones como la transmisión en Fibra de Carbono. La variante GTAm cuenta con un alerón de gran tamaño, y hace desaparecer las butacas traseras, además de cinturones tipo arnes y jaula interior de protección, convirtiéndolo en un modelo -casi sin escalas- de competición, pero que, sin embargo, está homologado para circular por las calles.
Como puede observarse a simple vista, las vías del Giulia GTA se han ensanchado 50 mm, aumento que junto con las llantas de 20″ en negro ya predisponen a ver un deportivo verdadero. Claro, esto se potencia con spoilers, deflectores y apliques aerodinámicos por doquier. Además, están diseñados y fabricados por Sauber Engineering, su socia en la Fórmula 1, nada más y nada menos. La apariencia es realmente espectacular, casi exagerada diría. La producción de los nuevos Giulia GTA y GTAm quedará limitada a 500 unidades entre ambas, dándole un ingrediente adicional de exclusividad. Resulta obvio aclarar que no lo tendremos en Argentina, lamentablemente.