Citroën C3 fue lanzado en 2001, llegando tiempo después a nuestro país, al igual que la segunda generación presentada en 2010. No llegó (aún) la tercera, que mostramos a mediados de 2016. A partir de la fabricación de su primo hermano Peugeot 208 en Buenos Aires, también llegaría industrialmente a la región el actual C3, que acaba de recibir una ligera puesta al día, tal cual estamos presentando en esta ocasión.
Esta actualización, que forma parte de lo que se conoce como «de mitad de ciclo», tiene como objetivo, justamente, dejarlo mejor plantado para afrontar la segunda parte de su vida comercial, algo lógico en un modelo con algo más de 3 años a sus espaldas. Comenzando por el aspecto mecánico, y como era de esperar, no hay cambios en motores y cajas. Los eficientes nafteros Puretech 1.2 de 3 cilindros, con potencias de 83 CV y 110 CV y siguen formando parte de la oferta, con caja manual de 5 o 6 relaciones según versión o automática de 6. la conocida EAT6. En cuanto a equipamiento, tampoco habrá novedades importantes, ni resulta tan necesario para un modelo muy bien equipado, sobre todo en Seguridad. Incorpora sí, sensores de estacionamiento delanteros.
Respecto a su diseño, leves cambios, centrados en el frontal. Nuevo paragolpes, nueva parrilla, nuevas ópticas, conformando una imagen más agresiva, más deportiva. Atrás, nada para comentar, y en el perfil, nuevas llantas de 16″ y 17″, y una refuncionalización de los Airbumps, ahora más «sutiles», como ocurrió con su hermano mayor C4 Cactus. Recordemos que el actual C3 fue uno de los precursores de la nueva imagen estética de Citroën, seguida luego por C3 Aircross, Berlingo y C5 Aircross, este último llegando al mercado argentino en este 2020, y seguramente en la interesante versión hibrida. En el interior, solo detalles, salvo nuevas las butacas, heredadas de sus hermanos mayores, más confortables, y una variante con terminaciones simil madera (Techwood), interesante. Estos cambios deberían llegar a la versión Mercosur 2020.