Cadillac, mítica marca norteamericana. Y vaya si es mítica una marca que está por cumplir 120 años, en un par más. No son muchas las automotrices con ese historial. Y menos aun en el contexto actual, donde aparecen también las chinas, y en muchos casos con una «foja de servicio» de apenas algunas décadas en el mejor de los casos. Pocos años después de su fundación, Cadillac pasó a formar parte del gigante General Motors, y afortunadamente no sucumbió ante las distintas crisis que tuvo la norteamericana; algo que sí sucedió con otras automotrices del grupo como Oldsmobile, Saturn, Pontiac y Hummer. No fue el caso de «Cádilac».
Y el presente de Cadillac es muy bueno, aunque hay que decir que encuentra «su mundo» en Estados Unidos y Canadá, y algo menos en México. Fuera de ellos casi no tiene presencia. Muy poco en Europa y el resto del mundo. Y a pesar que la marca se he europeizado, o al menos se ha globalizado, abandonando sus típicos diseñados pensados para el norte del continente, no ha conseguido desembarcar en otros mercados. El viejo continente tiene varios exponentes premium entre alemanes y británicos, y allí no fue ni será fácil «hacerles sombra». ¿Y como le iría en Argentina? Difícil saberlo, pero claramente nuestro mercado mira bastante más a Europa que a Estados Unidos. Creo que, igualmente, tendría un mercado potencial, sobre todo en sus SUVs, pero claro, habría que instalar la marca, desarrollar la parte comercial, postventa, etc., y no creo que Chevrolet (General Motors Argentina) esté pensando en ello, aunque, ojalá me equivoque.
De todos modos, Cadillac se expande hacia abajo (única dirección posible, dado su portfolio) y lo hace, por ejemplo, con el próximo CT4 2020, modelo que si bien reemplaza a ATS, que era también el modelo de acceso a la gama Cadillac, busca un perfil más joven, más «despojado», más «millenial», si cabe el término en este caso. Por otro lado, aparece la interesante versión CT4-V, con un motor de 2.7 litros y 320 HP, que pueden no asombrar dentro del mundo de las variantes prestacionales V de Cadillac, pero que no dejan de ser interesantes. Caja automática de 10 relaciones (existente en otros modelos del grupo GM) y tracción trasera o integral. Suspensión Magnetic Ride (ajustable), y frenos Brembo, completando una puesta a punto deportiva. El primer V fue el CTS, en 2004, que entregaba 400 HP.
Estéticamente, sin perder la imagen de familia de los Cadillac actuales, se muestra bastante europeo aunque, con algún toque japonés en el frontal y británico en la cola. Convengamos además que el diseño se ha globalizado, y hoy resulta bastante complicado adivinar el origen de un modelo por su aspecto; algo bastante sencillos hace -no tantas- décadas. Frente deportivo, con la luz DRL vertical, rasgo distintivo de la marca y ópticas más bien pequeñas. Atrás, original resolución, con ópticas verticales y un aspecto algo recargado, hilando fino y para mi gusto. Adentro se muestra moderno y bastante «europeo», aunque con muchos mandos para la actualidad minimalista de la industria del automóvil. Pantalla central integrada. En cuanto a seguridad probablemente compartirá algunos sistemas vistos en sus hermanos, como Forward Collision Alert, Automatic Emergency Braking, Lane Change Alert y Rear Park Assist entre otros. Cadillac CT4-V, interesante opción que podría tener éxito en otros mercados. Ojalá tengamos algún día a Cadillac en Argentina.