Nissan Frontier. En su presentación en el sur argentino, la automotriz japonesa, socia de Renault y Mitsubishi (¿se sumará ésta a la sinergia de pick ups argentina?) mostró que tenía muy altas expectativas en su producto renovado, con algunas mejoras respecto a la mexicana que teníamos en nuestro mercado. Claro, saben que no será simple, al menos en un principio, ya que el trío Hilux/Amarok/Ranger viene siendo protagonista desde hace tiempo.
Pero están confiados en que irán aumentado su cuota de mercado cada año, hasta alcanzarlas. No ayudará tanto Brasil, ya que, si bien es uno de los mercados de exportación de nuestra Frontier, aquel mercado prefiere las pick ups más chicas, aunque, también es cierto, las mid size vienen aumentado su cuota de participación en el país vecino. El desafío para los industriales argentinos, y ahora hablamos en general, no solo de Frontier y no solo de autos, es «abrir el juego» y buscar otros mercados del mundo.
En general, los autos, y particularmente las pick ups, deben «caer bien» desde la trompa, y Nissan Frontier cuenta con gran personalidad frontal. Clásica, con la parrilla vista en los últimos Nissan, cromada, elegante y de aspecto musculoso. Debería contar con sensores delanteros, dada la altura del capot. Compensa con cámara delantera (¿?), pero resulta menos práctica para estacionar, por ejemplo. El sector trasero de las camionetas deja poco margen al ingenio, pero el de Frontier resulta original con una sector central que imita la forma de la parrilla delantera. Opticas de gran tamaño y sensores y cámara de marcha atrás.
De perfil muestra algunos rasgos interesantes. Capot bien alto, caja alta, estribo y barras de gran protagonismo, ópticas bastante invasivas y atractivas llantas de aleación. Claro, algunos de estos elementos solo están presentes en las versiones full, como esta LE, la más cara y exclusiva. Neumáticos Bridgestone Dueler 255/60R18. Entremos a la Nissan Frontier LE 4×4 AT. Generosa apertura de puertas facilita el ingreso, levemente penalizado por un volante algo atrasado y que no cuenta con regulación en profundidad.
Exquisitas butacas en cuero perforado, con regulación eléctrica (la del conductor), de buen tamaño y muy cómodas. Nissan denomina ZERO GRAVITY a su tecnología de confort en sus butacas. El volante cuenta con sector central bastante grande, y complica la visual del tablero al doblar, hilando fino.
Mandos de audio (de muy buen sonido). Respecto a la practicidad e intuitividad de los mandos y controles, lo habitual de los japoneses: cuesta acostumbrarse. El display central del tablero es de muy buen tamaño y excelente resolución.
Y la computadora de a bordo que se visualiza allí es realmente completa. Hasta se puede configurar el color exterior del auto para que se vea, en los infogramas, del mismo color. Y la computadora sí nos sorprendió por su completa info y clara aunque, con un manejo no tan intuitivo. Pasamos la mano por los materiales del tablero: duros, aunque muy bien encastrados. Esto también es Japón: encastres muy cuidados. La pantalla táctil central, de buen tamaño cuenta con un navegador de alta definición y muy claro, de lo mejor. Puede conectar 2 teléfonos via bluetooth ….simultáneamente. Info completa, pero, al igual que el display del tablero, poco intuitiva. Nissan es japonesa, con lo bueno y lo ¿malo? que implica.
El climatizador, de 2 vías, sí resultó práctico y eficiente. Completan, selector de tracción (2H-4H y 4LO) y Control de Descenso (útil herramienta, sobre todo por el peso de estos vehículos). Ergonómico selector de caja, con posibilidad de manejo secuencial. Finalmente, entre asientos, teclas de Calefacción de ambos y portaobjetos. Levantamos la vista y encontramos un detalle diferenciador: techo solar eléctrico. Plus de confort. Los contrapuertas podrían ser definidos como elegantes y de buena calidad.
Levantavidrios eléctricos (no constituye noticia) pero solo el del conductor con One Touch. «Y dale con Pernía»: cosas de japoneses. No es por ahorro en costos. Si bien el interior es atractivo, muy bien terminado, y hasta con cierto aire premium, desentonan las salidas de aire laterales: redondas y con una apariencia de juguete, con aspecto frágil. A la izquierda del tablero, comandos de apertura de tapa de carga de combustible, ESP off y accionamiento del «recuperador» del filtro de Partículas. Muy buena luz interior.
Vamos a las plazas traseras, tarea siempre complicada en pick ups. Y no es menos en este caso, por un piso alto que obliga a llevar las piernas bastante flexionadas, mal común a la mayoría de sus competidoras. Buena calidad constructiva también en el sector trasero. El espacio es bueno a lo ancho, no tanto a lo largo. Y a pesar del piso alto, las plazas traseras son cómodas, tratándose claro de una pick up. Abrimos el capot y nos encontramos con una muy buena presentación y alta calidad percibida. Nos llamó la atención el pequeño ángulo de apertura del mismo (¿será solo cuestión de poner una varilla más larga?).
El equipamiento es más que interesante. Comencemos por algunas cuestiones mecánicas. Como comentamos, el motor es biturbo, diesel, de 2300 cm3 y 190 CV. Caja AT de 7 relaciones, frenos a disco delanteros, su longitud total es de 5,26 m (5,25 m la Amarok, y 5,31 m la Hilux), tracción trasera, con opción 4×4 alta y baja, y si bien no cuenta con bloqueo de diferencial, sí equipa Diferencial de Deslizamiento Limitado, como alternativa de menor efectividad. En cuanto a Seguridad y Confort, 6 Airbags, Controles de Estabilidad y Tracción, Ayuda al Arranque en Pendientes, Control de Descenso, ISOFIX, Audio Nissan Connect con pantalla de 8″ y full HD, Climatizador Bizona, techo solar eléctrico, Intelligent Around View con visión 360° (incluso cámara delantera), Sensor de Estacionamiento Trasero (debería incorporar el delantero también), Llave Inteligente I-Key para acceso y puesta en marcha, butacas en cuero (la del conductor con reglaje eléctrico), como lo más destacado. Debería tener regulación en profundidad de columna dirección; faltante casi imperdonable en este nivel. De todos modos, en el promedio, completo.
Ponemos en marcha la Nissan Frontier LE 4×4 AT y despierta lo mejor de esta pick up argentina. Y realmente nos sorprendió este motor de 2.3L y 190 CV. No tanto por su potencia (aunque se «sienten» esos caballos), sino por su serenidad y casi ausencia de ruido. De lo mejor. Excelente planta motriz. Y la caja AT de 7 relaciones, de esta versión (la más cara) no se queda atrás. Bien relacionada, bastante rápida, algo brusca, hilando fino, como casi todas. En estos casos, en manejo en caminos de montaña, de subidas y bajadas, conviene el manejo secuencial, porque siempre la caja tiende a bajar un cambio «de más».
Pretender que una pick up se comporte como un sedán confortable en ciudad, es una utopía. De todos modos, Frontier se desenvuelve con un confort de marcha alto, y serenidad absoluta. En ruta, lo mantiene. No practicamos manejo deportivo en este caso pero la exigimos en curvas complicadas y respondió con gran soltura (aun así, no hay que olvidarse que es una camioneta..). Y este, creo, es el gran acierto de Nissan: un comportamiento dinámico excelente, en todas sus variantes. Y en terrenos complicados no defrauda, gran aislamiento de lo que ocurre bajo las ruedas. Sí, podría decirse que al no tener bloqueo de diferencial (sí una alternativa inferior como el B-LSD), en situaciones muy extremas no tendrá una herramienta útil. Puede ser, de todos modos, creemos que cuenta con lo suficiente para un manejo normal y para aventurarse en alguna «travesura» fuera del camino. Suficiente.
Vamos al siempre relativo rubro performances, puntualmente en lo que hace a los consumos y sobre todo en ciudad. En ruta a 110 km/h verificamos casi 13 km/l, un buen valor, sobre todo dada la gran superficie frontal y el alto coeficiente aerodinámico, lo que «pesa más» en el consumo en ruta. En recorridos urbanos, hemos llegado a 5 km/l en tortuosos tramos de arranques y detenciones permanentes, avanzando muy lentamente por el tráfico, y también a 12.5 km/l en recorridos más tranquilos, y con pocas detenciones. Creemos que 8.5 km/l es un valor medio conseguible, en condiciones normales, tirando a «tranquilas».
Volkswagen Amarok es la referente del sector en cuanto a ser «la más auto» de todas. Se va a encontrar con un rival peligroso. Esta Frontier tiene un excelente andar, muy suave y confortable (motor y caja mencionados ya, y la suspensión trasera Multilink), pero no solo en ruta y en ciudad sino también caminos en mal estado. Como parte de la prueba, recorrimos varios caminos serranos en Córdoba, algunos con un estado bastante malo, y realmente el aislamiento interior es notable, con alta sensación de rigidez y solidez mecánica.
La gama de Nissan Frontier (que sumará versiones en breve), arranca en los $ 872,000 de la versión SE Plus 4×2, para llegar a $ 1,438,000 de esta LE 4×4 AT. Como referencia, Toyota Hilux SRX cuesta $ 1,581,000 y Volkswagen Amarok Highline 4×4 AT, $ 1,668,000. Con ambas hay «más y menos» en la comparación detallada. No tenemos dudas que Frontier «tiene producto» para pelear en las «grandes ligas», aunque (lo saben) no les será fácil, más allá de sus virtudes, por estar aquellas muy instaladas en el mercado. Con paciencia japonesa, sin dudas irán aumentando su participación en el mercado. Queda la duda respecto a cómo será la pelea con sus parientes cercanas Renault Alaskan y Mercedes-Benz Clase X, aunque, justamente, el mercado tendrá la última palabra, como siempre.
Como conclusión, creemos que Nissan ofrece un excelente producto, con un motor de muy buen rendimiento y gran suavidad de marcha, con buen equipamiento y calidad de terminación, con algunos tips negativos bien «japoneses». Es más lo positivo que lo negativo, en cantidad y en calidad, pero esto deberá ser evaluado por cada usuario, y no todos ponderamos de igual manera las características de un modelo. ¿Llegará a ser protagonista del segmento, metiéndose en el podio? Creemos que sí, pero llevará un tiempo, no por falta de experiencia; Nissan fabrica pick ups desde hace décadas. Simplemente estuvo ausente bastante tiempo en nuestro país, y debe reinsertarse. Pero es solo cuestión de tiempo. Producto, hay.