SEAT. Sociedad Española de Automóviles Turismo, fundada en 1950, vinculada en sus orígenes al grupo Fiat, pero desde 1983 propiedad del grupo VAG (Volkswagen). Y como tal, sus modelos están, de un modo u otro, emparentados con varios del gigante alemán. Como comentamos en varias oportunidades, lamentamos la salida (2a) de SEAT de Argentina allá por 2011. Tuvimos ocasión de probar el Ibiza de aquellos años, y nos sorprendió gratamente; es más, hasta arriesgaríamos que están un poquito por encima de VW en cuanto a calidad, subjetividad mediante.
En el pasado reciente pasó por algunas etapas oscuras, que hicieron, incluso, que VAG decidiera desprenderse de su empresa española. Sin embargo, la tormenta pasó, y hoy SEAT vive un presente muy pródigo, ayudado por sus SUVs, como ha ocurrido con muchas automotrices. Hace menos de un año comentábamos acerca de los modelos de SEAT, Mazda y Opel, marcas sin presencia en Argentina, también mostramos el nuevo SEAT Ibiza 2017, y finalmente, mostramos el SEAT Ateca X-Perience. ¿Ateca es un clon del VW Tiguan? No tanto como eso, pero sí toma la base del producto alemán (del «corto», no del Allspace que se vende en Argentina), compartiendo la mayor parte de sus elementos, y su estética, claro.
A partir del gran éxito de los SUV, SEAT presentó el Ateca, con base Tiguan, y recientemente, el Arona, algo así como el VW T-Cross español (a su vez, «el SUV del Polo»), modelo que, por otra parte, se fabricará en Brasil este año, y llegará a nuestro país, complementándose con el T-ROC (en realidad Tarek, y no será exactamente igual), SUV del Golf, y que será fabricado en Argentina. Por otro lado, hay que recordar que SEAT «independizó» a CUPRA, dejando de ser una variante deportiva de algunos de sus modelos, para convertirse en ¿submarca? independiente, y de hecho tendrá espacios exclusivos en concesionarios de la marca. ¿Algo así como DS para Citroën o Abarth para Fiat? No tanto, pero sí ofrece modelos que cuentan con elementos diferenciadores.
Más allá de cuestiones estéticas, lo más destacable del CUPRA Ateca es su corazón: el motor de 2 litros TSI y 300 CV, con caja DSG de doble embrague y 7 relaciones. Y vaya si es una característica distintiva del primer integrante de la nueva familia CUPRA: tanto Ateca como Tiguan y Tiguan Allespace encuentran en el 2.0 TSI de 190 CV su variante más picante, lejos de los 300 CV de éste (al menos hasta la presentación del Tiguan R, con probables 350 CV). Y ya con esto nos damos cuenta que más allá de leves modificaciones estéticas, el CUPRA Ateca tiene peso y personalidad propios. Su longitud es de 4.64 m y peso llega a los 1,500 kg.
La gama SEAT Ateca va desde los USD 23,000 del Reference hasta los USD 40,000 del FR Plus. Se especula que el precio del CUPRA Ateca (que comenzará a venderse en el 4° trimestre de este año) trepará hasta los USD 49,000.
Las diferencias se centran en la parrilla y bajos del paragolpes delantero, con un entramado negro, deportivo y la S reemplazada por el logo CUPRA, además de la inscripción en la parte baja. Atrás, similares modificaciones, con doble escape. Adentro, más Alcántara, en butacas y otros insertos como en contrapuertas. Se puede optar por el paquete Performance, con frenos Brembo e insertos externos e internos en Fibra de Carbono, suspensión adaptativa. Tracción 4Drive, «on demand» que entrega potencia de acuerdo a las ruedas que «más la necesitan», más apta para el mundo deportivo (al que apunta este CUPRA) que al off road. Su centro de gravedad es más bajo, y su aceleración, digna de asombro: 5.4 segundos para alcanzar los 100 km/h. La velocidad máxima es de 245 km/h. 7 modos de respuesta mecánica, seteables, desde el Normal hasta el CUPRA. CUPRA, la pata deportiva de SEAT, ojalá podamos tenerla en nuestro país. Poco probable en el corto plazo.