Lancia. La deportiva y lujosa marca italiana se resiste a desaparecer, aunque, todo parece indicar que ese será su inevitable destino. La misma FCA, su propietaria, a través de Sergio Marchionne, ha dejado trascender que no hay un plan estratégico para Lancia. Más allá de esto, lo concreto es que hoy, tristemente, está reducida a un solo mercado (el italiano) y a un solo modelo, el Ypsilon.
¿Cuánto más podrá resistir Lancia solo con el Ypsilon y solo en Italia?
Es cierto, no le va nada mal en su país de origen: cerró 2017 en el segundo lugar, pero a nivel empresa, con un solo modelo resulta imposible pensar en larga vida para esta automotriz, y para cualquier otra. A propósito de las estadísticas de ventas en el mercado italiano, el recientemente presentado Fiat Tipo cerró en el tercer lugar.
Lancia vivió épocas gloriosas, muchas en el ámbito deportivo, y sobre todo en el rally mundial, en el que fue protagonista, tanto con 037, como con Stratos y Delta. A propósito de Stratos, resucitará pero solo por poco tiempo y en limitadas unidades, como comentamos hace un par de meses.
¿Como olvidar aquellos Delta del grupo B brillando en las distintas geografías mundiales y particularmente en Argentina? Lamentablemente es solo una película del pasado, que aparece como muy lejano.
Como decíamos, Lancia se ha quedado con un solo modelo, el urbano Ypsilon, presentado en 2003 y renovado en 2011. Se trata de un atractivo y refinado automóvil, de 3 puertas, con plataforma de Fiat 500, con el que comparte plataforma y motores, los nafteros 1.2L y 69 CV y 0.9 Twinair (2 cilindros) con 80 CV, y el diesel 1.3 Multijet de 95 CV. Versiones Elefantino Blue, Gold y Platinum, con precios entre USD 17,000 y USD 19,000, no mucho más que su primo hermano 500. Su longitud es de 3.84m (3.57m el Fiat 500) y en sus 2 generaciones se han vendido -nada más y nada menos- que 2.7 millones de unidades.
Estéticamente, cuenta con un diseño muy particular, elegante, distintivo, interesante, con un estilo monovolumen y una línea de cintura que sube fuertemente hacia atrás. Adentro, sin llegar a ser premium, ni mucho menos, muestra un diseño interesante, algo controvertido por su tablero ubicado en posición central, adoptando el U-Connect de FCA. Resulta muy poco probable que FCA destine una inversión para una nueva generación de Ypsilon, tampoco para una actualización, por lo que se prevé que cuando las ventas caigan y ya no sea redituable, obviamente, pasará al olvido, y con él una de las marcas con más historia de toda la industria automotriz. Una pena.
La debacle de Lancia no es nueva ni reciente. En los últimos tiempos hubo escasa renovación de producto, siendo Delta (2009) el último desarrollo propio, con un formato monovolumen, muy refinado, pero a la vez muy alejado de su espíritu histórico. Luego aparecieron Voyager (Dodge Caravan), Thema (Chrysler 300), Flavia (Chrysler 200), y antes, el Musa (un Idea más elegante). Mirando esta película, se entiende el inevitable y triste final de Lancia. FCA está decidida a apuntalar a Alfa Romeo, y ha puesto sus cañones en el mercado norteamericano, tanto con Giulia como con Stelvio, modelos que se venderán en Argentina este año.
