Mercedes-Benz Clase G. El eterno jeep alemán que sigue vigente como el primer día, allá por 1979. Tiempos en los que su uso era más militar y específico, aunque hoy, a pesar de mantener sus enormes cualidades off road (conformando el trío histórico con Jeep Wrangler y Land Rover Discovery), está más acostumbrado a transitar por el asfalto.
Es notable la gran vigencia de Clase G, que ha conocido el sabor del éxito de manera prácticamente ininterrumpida durante estos 38 años (y hasta diría que ha crecido en este último tiempo), con cambios mínimos en el exterior y más importantes en su interior.
De todos modos, ha llegado la hora, pareciera, de dar un paso al costado y permitir el alumbramiento de un «nuevo Clase G», tras casi 4 décadas de servicios «a su país y al mundo».
Clase G ha tenido muchas variantes (sobre todo prestacionales) como las AMG 63 y 65, aquella espectacular 6×6, y el 4×42, por mencionar algunas. Y todas sus versiones son potentes y exclusivas. En Europa, la más «accesible» es la G350d, con 245 CV y USD 102,000 (como referencia equivale a 2 Clase C 250d, y sobran algunos verdes). En Argentina se vende una única versión G500, con 421 CV y a un precio de USD 229,000. La variantes AMG de Clase G son las más buscadas, algo inpensado años atrás; que un jeep tuviera versiones potenciadas y se vendieran exitosamente. En la gama actual, el AMG G 65, con espectaculares 630 CV se vende a USD 330,000 en el viejo continente.
Si bien se «viene matando a Clase G» desde hace varios años, con rumores acerca del final de su fabricación, todo parece indicar que, finalmente, Mercedes-Benz decidió ignorar sus excelentes niveles de venta (teniendo en cuenta su posicionamiento, claro) y comenzar a gestar un sucesor, que esté preparado de raíz para estos nuevos tiempos ecológicos y racionales. Y el nombre adoptado por la alemana para esta versión parece confirmarlo: Mercedes-AMG G 65 Final Edition. Motor de 6 litros, 12 cilindros en «V» y 630 CV (1000 Nm de par), los que a pesar de su peso, consiguen llevar a Clase G hasta los 100 km/h en solo 5,3 segundos (pesa 2,600 kg…), valor comparable al de varios AMG prestacionales, sedanes y coupés. Estéticamente, como era de esperar, mantiene el diseño de sus hermanos, solo incorpora algunos detalles como llantas específicas (de 21″), calcos, insertos, tapicería y poco más.
Esta «ultima» versión de Clase G, a la espera de una nueva generación, por primera vez en casi 40 años, también será fabricada en Graz, Austria, y contará con todo el equipamiento en confort y seguridad, habitual en la marca y en el modelo. No llegará a Argentina, que seguirá vendiendo el G500 hasta la aparición de la nueva generación, en principio hacia 2019. Con el final de la original versión, solo queda el Jeep Wrangler como fiel exponente de genuino y -casi- atemporal, de aquel trío campeón del off road.
Video del Clase G 4×42