Mercedes-Benz Clase X. Para comenzar, el nombre elegido por la alemana para su pick up mid size, es, original. Como el resto del portfolio, su nombre debía tener una letra luego del término «Clase». ¿Podría haber sido Clase P (por pick up)?, tal vez, aunque, la X se emparenta con el off road, con cierto misterio, y resulta más interesante. Bien por el nombre utilizado.
En cuanto al diseño, como ocurre generalmente con versiones de producción que suceden a un concept, tiempo después, Serie X ha perdido bastante de «futurista» en el camino, y eso es bueno y malo. Por un lado, es lógico que suceda, y su estética es atractiva, manteniendo, sobre todo en la trompa, un aire familiar a otros Mercedes-Benz. Pero, particularmente en la resolución del sector trasero, y esto es subjetividad pura, se ha quedado a mitad de camino, mostrando una estética algo aburrida y de la que nadie adivinaría su marca si quitáramos el logo de la estrella… También es cierto que la cola de una «chata» es el sector con mayor dificultad en cuanto al diseño.
También sucede que un desarrollo que se divide en 3 marcas, con 3 productos finales diferentes (o al menos que intentan diferenciarse, y además, uno francés, otro japonés y otro alemán), tiene sus limitaciones a la hora de crear ese «diferenciamiento» de producto. No hay magia. Salvo en el perfil, creemos que Mercedes ha sabido darle su toque premium a Clase X, muy bien en el frontal, y muy poco en la parte posterior. Adentro, en el sector del volante e instrumental, se alinea con el resto de sus hermanos, pero el sector central luce espartano y «generalista», con una utilización más radical de las salidas de aire circulares que se muestran interesantes pero alejadas del aire premium esperable. No obstante, en el diseño, -casi- todo es discutible, opinable.
La nueva pick up de Mercedes-Benz solo se fabricará en España y Córdoba, Argentina. Entre ambas plantas se repartirán los muchos mercados a los que irá Clase X. Tendrá 3 versiones: Pure, Progressive y Power, nombres inéditos en la marca. La Pure es la más accesible con detalles como paragolpes de color negro y menor equipamiento, pensada más para el trabajo. En cuanto a motorizaciones, Clase X tendrá 4 variantes. Inicialmente, una naftera de 4 cilindros y 166 CV (200) y las diesel 2.3 de 163 CV (220d) y 190 CV (250d). Más adelante llegará la potente 350d, con el V6 diesel de 258 CV. Caja manual de 6 velocidades o automática de 7. Para las 3 versiones iniciales, la tracción será trasera o automática 4Matic con selector (RWD/AWD/LOW). La más cara y equipada 350d tendrá 4Matic permanente.
Con una longitud de 5.34 m (como referencia, Hilux mide 5.33 m, Amarok 5.25m, S10 5.36 m y Ranger 5.36 m), se ubica en el promedio del segmento. Su equipamiento en seguridad será interesante («hasta ahí»), con Asistencia de Frenada Activa, Detector Cambio de Carril, Asistente para Señales de Tráfico, 7 Airbags, y en confort con Keyless System, Control de presión de neumáticos y Climatizador de 2 vías. En Alemania, donde está comenzando a ser comercializada, se ubica en los USD 40,000. Cuenta con el interesante Dynamic Select que permite setear la respuesta mecánica entre 5 modos: Manual, Comfort, Eco, Sport y Off Road. Llantas de 17″, 18″ y 19″ según versión.
Por supuesto que estos análisis previos son relativos (en cuanto a lo estético) hasta tomar contacto personal con este modelo y con cualquier otro que se analice. De todos modos, creemos, con las limitaciones de compartir plataforma y desarrollo con otros 2 productos generalistas, Mercedes-Benz ha resuelto muy bien el sector delantero, muy poco el trasero y distintivo el interior, aunque no nos convenza del todo. Un producto que apunta al mundo premium, diferenciándose en estos detalles. ¿Lo conseguirá?