Hasta no hace mucho, el 2.0 TSI, con 200 CV era el “deportivo” de la familia Vento, intentando posicionarse como el “Golf GTI familiar”,salvando las lógicas distancias. Con la reciente renovación estética -leve- de la familia, y sin la variante 2.0 TSI, quedaba un hueco en la oferta prestacional de Vento, hasta que llegó el GLI que hemos probado en este caso. ¿Que diferencias tiene respecto a aquel? Bueno, por lo pronto adquiere las novedades estéticas de toda la gama 2017, con el mismo motor, pero ahora con 211 CV y algunos aditamentos estéticos (centralmente en trompa) que lo muestran más deportivo.
Es raro el “nickname” GLI, ya que nuestro mercado (adaptado al gusto europeo) está más acostumbrado a la sigla GTI que a la que adoptó Volkswagen. Tal apodo tiene su origen en el mercado norteamericano. Resultaba claro que la alemana no iba a bautizarlo Vento GTI, por varias razones, y tomó el camino GLI, no tan apropiado a nuestro entender (GL se asocia a modelos más bien “base”), pero, en última instancia, el nombre no es lo transcendental en este modelo, que probamos por 3,100 km de nuestra geografía argentina.
Comenzamos por el principio, claro, y es refiriéndonos a su estética. Mirando Vento GLI de frente, encontramos una trompa baja y ancha, con ópticas de diseño “muy trabajado” y logrado, aunque con LED “puntuales” que lo emparentan más con el mundo tunning. La zona de los antinieblas, tomando el diseño del Golf R europeo, luce algo recargada. Acertado ribete rojo a todo lo ancho del frontal, con enorme logo VW tomando el protagonismo, y leyenda GLI. Exceso en el uso del “panal de abejas”, tema totalmente subjetivo y opinable. A pesar de todo lo anterior, se lo veo sobrio, algo recargado, pero elegante y deportivo al mismo tiempo.
Atrás, se va al otro extremo, demasiado sobrio, casi sin diferencias respecto a sus hermanos no tan prestacionales (que adoptan el motor 1,4 TSI del Volkswagen Golf que probamos hace poco menos de 2 años). Muy sutil alerón, casi desapercibido, salvo por el escape doble y la leyenda GLI. Opticas muy atractivas en este último restyling. Desde esta vista se aprecia el techo color negro, que, nuevamente subjetivo, no nos gustó; le da un aire distintivo, es cierto, pero…
De perfil, el lado más sobrio del Vento, encontramos una silueta limpia, con un enorme voladizo trasero, una trompa bien curva (se aprecia mejor desde el costado), y una luneta con inclinación importante. Caída del techo normal, no tan pronunciada (mejor habitabilidad). Muy sobrio, como le gusta al perfil de cliente Vento. Anagrama GLI sobre aplique metálico. Espejos de buen tamaño, buena superficie vidriada (y por lo tanto visibilidad), y llantas deportivas que tampoco nos gustaron del todo, con neumáticos Continental ContiSportContact 235/40/R18; perfil bastante bajo, acorde a un deportivo. Completan, cálipers de freno en rojo y zócalo inferior en plástico negro.
Entramos al Vento, de manera muy sencilla, gracias a la combinación del Keyless System, puertas de generoso tamaño y gran amplitud, y de entrada encontramos el típico interior Volkswagen, sobrio, refinado, sencillo y práctico, con un negro que domina la escena, solo cortado por un ribete rojo que pasa por ambos contrapuertas y casi todo el frente. Volante achatado, deportivo, con leyenda GLI, en cuero, con costuras en rojo y mandos multifunción, muy logrados estéticamente pero poco prácticos, o tal vez, mejor expresado, algo confusos, raro en un Volkswagen. Cuenta con bienvenida doble regulación. Levas al volante que -sobre todo la izquierda- “se molestan” con los brazos de guiño y limpiaparabrisas.
Instrumental super claro, legible, sobrio y destacado, con bajo perfil, como todo VW, y como todo alemán (si bien Audi y Mercedes-Benz están siendo más transgresores en estos últimos años). Dos grandes cuadrantes para velocímetro y tacómetro, y dos -bastante- más chicos para temperatura de agua y nivel de combustible. Lo esperable en Vento. Entre ellos, pantalla de la computadora de a bordo y otros indicadores, como emisora de audio, temperatura exterior, navegación, temperatura de aceite, configuració, odómetro total y parcial y posición de la caja DSG.
En la consola central, pantalla táctil, combinada con botones y comandos, logrando un conjunto practiquísimo, uno de los mejores probados, con una excelente presentación y facilidad para comandar y leer sus parámetros. También excelente navegador, muy completo y de alta resolución.
Solo criticamos la ausencia de la -mal llamada- Cámara de Marcha Atrás, compensado parcialmente con un sistema de radar visual y sonoro de 180°, tanto atrás como adelante.Debajo de ella, climatizador dual, nuevamente, de alta calidad de presentación y sencillez para comandar. Muy práctico. El sonido del audio es de alta calidad. Botón de Start/Stop, con una particularidad: hay que tenerlo apretado un par de segundos, como cuando se gira la llave (no en este caso) hasta que encienda. Completa, tecla ESP Off y aviso acústico On/Off.
Detrás, comando de caja (con leyenda DSG) corto, deportivo, con cuero con costuras en rojo, lo mismo que el freno de mano, de muy cómoda ubicación, aunque algo cerca del conductor. Alta calidad en el interior, la habitual de Vento/Golf; solo criticamos, hilando fino, la de los contrapuertas, que sin ser mala, no está a la altura del resto, aunque manteniendo el correcto ensamblaje. Antes de bajarnos, mención obligada a las butacas, de exquisito diseño, gran sujeción y muy cómodas, aunque, como todas las revestidas en cuero, complicadas en días de mucho calor/radiación solar. Otra crítica tiene que ver con la regulación de la butaca (longitudinal, en altura y lumbar) que es manual; uno esperaría una eléctrica, o al menos mixta. Apoyacabezas muy bien ubicados, cumplen correctamente su función, algo que no siempre ocurre en la industria automotriz.
Aplausos para la ergonomía (todo a mano), para el tacto de los comandos, y como ya comentamos, la calidad y la sobriedad de todo el conjunto. Correcta ubicación de balizas y buena visibilidad en general. El techo solar es corredizo, con persiana que cumple correctamente su función. Cómodo comando eléctrico circular. Pasamos a las plazas traseras con la misma sencillez. Muy cómodos cojín y respaldo, en un conjunto que repite la alta nota de las plazas delanteras. Solo penaliza la comodidad para el 5° pasajero, no por espacio, sino por el -generoso- falso túnel central y las salidas de aire algo intrusivas, que también aportan lo suyo. Atrás, 2 van muy cómodos, independientemente de su altura, 3 no. La plaza del medio además permite el acceso interno al baúl (abre hacia adentro, ¿?). Muy buena altura a techo.
Abrimos el baúl (mando eléctrico en tapa) y accedemos a una boca de carga amplia y muy cómoda gracias al sistema de pivot de la tapa, siempre lejos de la cabeza de quien lo abre. Repite la muy buena calidad interior, con matafuegos, balizas y botiquín. Los respaldos traseros pueden abatirse desde el baúl, práctico. Penaliza con el auxilio Dunlop en medida 205/55R16, que no llega a ser temporal, pero es más chico que las otras 4. Nos sorprendió cierta sensación de fragilidad al cerrar el baúl. Pasamos al frente y abrimos el capot, con una varilla que toma mucha temperatura y además queda -casi- al medio del vano motor. Poco espacio libre, gran presentación como en todo el resto de este Vento. Leyenda TSI en tapa plástica. .
En cuanto al equipamiento, es completo salvo un par de ausencias. Ofrece Faros bi-xenón con iluminación en curva, controles electrónicos de estabilidad y tracción, múltiples airbags, Detector de fatiga, climatizador dual con salidas traseras, techo solar eléctrico, keyless system, sensor punto ciego, sistema de arranque en pendiente, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, completo navegador, entre lo principal. En el debe, se extrañan butacas eléctricas, cámara de visión trasera, y poco más. Completo.
Ponemos en marcha este GLI y una sorpresa inicial: hay que mantener apretado el botón Start/Stop un par de segundos. No es algo negativo per sé, pero no tiene mucho sentido. Al arrancar, el conjunto motor/escape emite un ronquido exquisito, mostrando que es un 2 litros turbo, nada de downsizing (aunque, 105 CV/litro es interesante valor). En ciudad, lógicamente se muestra algo durito, sin llegar a molestar, con una caja DSG que responde con absoluta serenidad, asemejándose, en este punto, a las CVT. Aporta lo suyo una gran distancia entre ejes y una dirección con asistencia justa, no tan liviana, como es lógico siendo -casi- un GTI.
La caja DSG de 6 relaciones cuenta con 3 modos de funcionamiento: Automática “convencional”, Secuencial (cambios con palanca hacia arriba y abajo o con las levas detrás del volante) y Sport (modo automático pero de respuesta más rápida y deportiva). En todas ellas la eficiencia es total, realmente una caja excelente que aúna las ventajas de una caja manual con una automática (aunque, en la industria automotriz se vaticina que en un futuro no muy lejano las manuales y éstas de doble embrague dejarán de existir, dando paso a las automáticas convencionales con convertidor de par que han evolucionado y mucho). Por ahora, en el mundo deportivo, la DSG lleva la delantera.
Si dejamos el ámbito citadino y pasamos a tramos de cambio de trayectoria y curvas complicadas, la eficiencia de este Vento GLI es aun mayor. Responde de manera franca no importa cual sea la exigencia. Hemos encarado distintos tipos de curvas y en todas salió airoso. El Control de Estabilidad puede ser desconectado aunque, si la situación lo requiere, vuelve a tomar control de las ruedas; siendo, de todos modos, poco intrusivo. Y allí se nota la excelente puesta a punto del conjunto que -casi- no requiere intervención de estos controles electrónicos. En el manejo deportivo, picante, excelente respuesta de todo el conjunto. En ruta puede viajar a velocidades bastante superiores a las permitidas sin perder el confort de marcha y la estabilidad direccional, permaneciendo casi inmune a factores externos, algo que pudimos comprobar, con 5 personas a bordo y cargados, en un operativo a tierras mendocinas, que publicaremos próximamente. Aplausos también para el poder frenante (y el feeling a bordo), impecable. Dado su peso y dimensiones, no tan contenidos, lógicamente aparece una transferencia de pesos en situaciones límite, pero a la que pocos llegarán en el uso normal y hasta deportivo de este Vento GLI.
La aceleración de 0 a 100 km/h es de 7,4 segundos, y la velocidad máxima es de 240 km/h, valores “que hablan por sí solos”. A 130 km/h viaja a 2500 rpm. En cuanto al consumo, a 110 km/h obtuvimos 16 km/l, interesante valor. En ciudad, el “mundo de lo relativo”, se pueden conseguir 9 y hasta 10 km/l siempre y cuando el tránsito y los semáforos no lo hagan detener con mucha frecuencia, condición en la que estos valores caen de manera importante.
Conclusiones
Este Volkswagen Vento GLI es el vehículo ideal para quien necesita una alternativa familiar, con buen espacio interior, un muy buen andar en cualquier condición, con bajo perfil de exposición y una calidad constructiva muy buena. Y que además opte por practicar un manejo deportivo con alta seguridad.
En el debe, algún bache de equipamiento (butacas manuales, falta de cámara MA, etc.) y poco más. ¿Su precio? Entendemos que USD 39,600 ($ 621,720 al momento de hace esta nota) no lucen exagerados teniendo en cuenta motor, calidad, equipamiento y valor de reventa. Es cierto que Ford Focus Titanium, Renault Fluence GT2, Peugeot 408 sport, cuestan un cuantos miles de pesos menos, pero no cuentan con una mecánica de similar potencia, y en general (salvo Focus) presentan un equipamiento inferior. Por ahí podemos encontrar rivales cercanos en Honda Civic EX-T (174 CV) por $ 660,000 o Alfa Romeo Giulietta (170 CV) por USD 37,000. De todos modos, por $ 456,000 puede accederse a un Vento 1,4 de 150 CV con caja manual, versión Confortline, claro, con otras sensaciones.