Podríamos pensar en el siguiente ejercicio: imaginarrnos, por un momento, manejando un auto nuevo, interesante, con una caja de 10 cambios (supongamos sin embrague, tipo secuencial, para no complicarla). Pinta complicado, ¿no?
He probado el BMW 550i, con 407 caballitos y caja de 8 velocidades, y puedo asegurar que, entre el silencio en el habitáculo y la sorprendente elasticidad del motor (en 1ª a 7000 vueltas, o en 8ª a 1200, en ambos casos sin quejarse), en muchas ocasiones resulta casi imposible acertar exactamente el cambio en el que se transita, sin hacer trampa fijándose en el tablero.
Entonces, pensar en 10 marchas, escapa a cualquier florida imaginación y realmente uno supone que la mayoría de nosotros terminaría usando la opción automática.
Pues bien, el hecho de contar con un mayor escalonamiento de marchas, permite hacer trabajar al motor en mejores condiciones, bajando consumos y logrando una mayor suavidad. Claro, esto es lógico e interesante, en las actuales cajas de 5 ó 6. Pero, ¿con 10?, seguramente nos la pasaríamos subiendo y bajando, sin saber en cual estamos.
Más allá de este complicado ejercicio imaginativo, como comentaba, hoy BMW cuenta con caja de 8ª, Mercedes-Benz estaría desarrollando una de 9, y hasta ahí llegamos.
Por lo tanto, el anuncio de Hyundai, de la puesta a punto de una con 10 relaciones, que estaría diseñando para sus buques insignia Génesis y Equus, en versiones con motor V8, con 430 y 366 CV (ver fotos), sorprende a muchos. Para nosotros no es nuevo, venimos anunciando la escalada coreana desde hace tiempo.
Una anécdota reciente, registrada en uno de los salones del automóvil, mostró al presidente de Volkswagen sentado en el nuevo Hyundai i30, comentándole a su compañero: “La regulación del volante no hace ruido. No pudieron los de BMW, no pudimos nosotros, ¿Cómo lo hizo Hyundai?”
Todo dicho. Los coreanos siguen avanzando.