Creo que, de una manera u otra, con mayor o menor intensidad, de manera más clara o más confusa, todos tenemos «nuestros corazoncitos», aplicado a cuestiones materiales, objetos que nos enamoran, que nos atraen, que son magnéticos y que más allá de sus cualidades, encuentran en nosotros fieles e inextinguibles seguidores. Aplicado esto al mundo …