Seguramente para muchos de los que probamos autos, manejar versiones picantes, con espíritu de competición, tiene un gustito especial. Y más cuando estéticamente es -casi- igual que el WRC. ¿Y Loeb?
Seguramente para muchos de los que probamos autos, manejar versiones picantes, con espíritu de competición, tiene un gustito especial. Y más cuando estéticamente es -casi- igual que el WRC. ¿Y Loeb?