Hagamos un breve repaso de nuestra relación con Nissan Frontier. Comenzó hace mas de 3 años, durante su presentación oficial en Bariloche. Poco después probamos la versión más cara la LE 4×4 AT, luego viajamos a Mendoza y San Juan con otra LE 4×4, pero con caja manual. Y ahora nos toca (el test fue hace unos 3 meses) la serie X-GEAR, que viene tanto en versiones 4×4 como 4×2, en ambos casos con caja automática, pero con una diferencia no menor: la primera tiene la versión de 190 CV, mientras que esta última, la que probamos, cuenta con menor potencia, 160 CV, los que, de todos modos, resultaron más que suficientes para el uso normal.
En realidad, Nissan vende una alternativa más exclusiva, la X-GEAR+, con equipamiento full, motor de 190 CV y tracción integral. Y nos interesaba la X-GEAR 4×2 ya que queríamos comprobar si esta configuración mono turbo del 2.3 diesel, resultaba conveniente o si le faltaba potencia. No vamos a ahondar en muchos detalles que son comunes al resto de gama, y a las anteriormente probadas; más bien nos centraremos en las particularidades. Lo primero que llama la atención (en relación a la full LE) es la ausencia total de cromados. Parrilla, sector antinieblas y espejos muestran una terminación en negro brillante. Aunque luce algo despojada, sobre todo por las ópticas, mucho más sencillas, me gusta el estilo frontal de la X-GEAR.
Atrás paragolpes en negro. Solo eso, pero suficiente para tener una percepción más low cost que la LE, o más «para el trabajo», para no ser injustos con la X-GEAR. En el lateral, varias diferencias, aunque no drásticas. Otras llantas, diferentes neumáticos (Bridgestone Dueler A/T 255/70R16), barras en caja (en esta versión), estribos y calcos alusivos a esta variante, que no le quedan mal, sobre todo en esta unidad de color blanco. De todos modos, la personalización X-GEAR se queda algo «escasa» a mi criterio; podría tener algún diferencial adicional. De todos modos, aunque algo «pobre» quizás, el resultado general estético es interesante. Vamos adentro.
Para comenzar, digamos que las diferencias interiores con la full LE son bastante sutiles, sobre todo respecto a las del exterior. El negro domina el interior, salvo algunos elementos con terminación «aluminio mate». Materiales duros, obviamente, y butacas textiles (no cuero), bienvenidas. Le dan un aspecto más utilitario, pero son más prácticas y menos calurosas que las de cuero. Regulaciones manuales, incluida la de altura y una buena posición de manejo. Varias tapas ciegas en teclas sin uso, no dan la mejor impresión. Al igual, no solo que el resto de sus hermanas, sino que los japoneses en general, la computadora de a bordo no es la más intuitiva; tampoco la pantalla central táctil. Bien por el instrumental del tablero; analógico, claro, impecable.
¿Qué diferencias tiene esa Frontier X-GEAR respecto a la LE en el interior? Bueno, no tiene climatizador automático de 2 vías, y el volante tiene menos comandos remotos. El resto, casi sin cambios. Ah!, sí, otro faltante es el navegador integrado, más allá que sea un elemento cada vez menos utilizado (smartphones). Vanos a las plazas traseras, tarea bastante sencilla a pesar de ser una pick up. Cojín bajo y piso alto obligan a una postura de piernas más flexionada como en todas las pick ups. 5a plaza no tan incómoda como suele ocurrir. Abrimos el capot, y nos encontramos con un peso importante, y un vano motor encapsulado, muy prolijo.
Arranque instantáneo para este eficiente motor diesel de 2.3 litros de 160 CV. Andar muy sereno, tanto en suavidad y serenidad del motor como en cuanto al seteo de las suspensiones (trasera Multilink), sin olvidar que estamos ante un pick up. La gran diferencia con el resto de las Frontier (las de 190 CV) es la potencia, concretamente 30 caballos menos, para quedarse en 160 CV. Claro, hoy en día, teniendo casi todas las pick ups entre 180 y 200 caballos, 160 parecen deficitarios, pero no lo son. No voy a negar que esos 30 caballos menos se notan (su ausencia) pero se las arregla perfectamente bien para un uso normal. Con esta Frontier nos hicimos una escapada familiar a la pintoresca Villa del Dique (Córdoba), con tramos de ruta, calles urbanas, caminos de tierra y hasta la costa del lago (Embalse), y destacamos su confort de marcha, impecable bajo cualquier condición. Muy buena tenida ante exigencias «deportivas», una cualidad de la familia Frontier
CONCLUSIONES
No son tan diferentes a las de la LE antes probada, ya que se trata del mismo vehículo, básicamente. Sí, con 2 diferencias importantes; tracción simple y una potencia menor. Pero en términos generales conserva virtudes y defectos del resto de las Frontier. ¿A quienes apunta esta versión X-GEAR? Personalmente creo que, a quienes no llegan a la full LE, y/o que prefieren un vehículo algo más modesto, con menores prestaciones (no tan menores) y con una personalización estética que, aunque al pobre, la muestra diferente al resto, sobre todo a las más básicas de la gama Frontier. Y una negativa, tiene solo 2 airbags. Consumos razonables, en el orden de los 13 km/l a 110 km/h, y en ciudad, en ciudad….. los siempre comentados relativismos. Creo pueden lograrse unos 9 km/l, en condiciones favorables.
De acuerdo a los precios publicados por la marca, la gama Frontier arranca con la S 4×2 MT a $ 4,157,000, y llega a la LE 4×4 AT a $ 7,467,000. Nuestra versión X-GEAR 4×2 AT se vende a $ 5,074,000, unos $ 820,000 menos que la X-GEAR 4×4.