INTRODUCCION
En un lejano octubre de 2016 mostrábamos el nuevo producto de Jeep que tenía la misión de reemplazar a 2 modelos al mismo tiempo: Compass y Patriot. En 2017 asistimos a la presentación que hizo Jeep Argentina. Un par de años después nos subíamos a la versión Limited Plus iniciando el test del nuevo modelo, y luego hicimos una escapada al Camino de los puentes colgantes, Cóndor-Copina, histórico prime del Rally Mundial. Un año más tarde probábamos la intermedia versión Longitud Plus con caja AT de 6 relaciones y finalmente, hace un par de años volvíamos a tomar contacto con la familia Compass; en este caso nuevamente con la Limited Plus, con mayor equipamiento en Seguridad. A esta altura, por lo tanto, Compass es «un viejo conocido» para Automotiva.
Un leve rediseño, un altísimo equipamiento en Seguridad y Confort y un nuevo motor 1.3 turbo justifican un nuevo test a Compass; en este caso a Limited Plus T270, la versión más cara con motor naftero y tracción simple. Analicemos la nueva generación (aunque no lo sea exactamente) Compass. Y comenzamos por su diseño, como es habitual.
DISEÑO EXTERIOR
Este es el ítem que menos cambios sufrió en la nueva MY2022. De hecho, salvo levemente el sector delantero, el resto no presenta modificaciones notorias. Sigue mostrándose moderno, vigente. Aunque no se note, hay varios elementos de nuevo diseño. Parrilla, paragolpes, ópticas. Renovación total, manteniendo el estilo de la anterior. Buscando algo para criticar, quizás se muestra algo recargado en el frente. Antinieblas en posición alto y necesarios sensores de estacionamiento. Techo y espejos exteriores en negro en esta versión.
Vamos atrás. La parte que prácticamente no se ha modificado. Musculosa, maciza, luneta chica. Doble salida de escape (solo salida) y la nueva denominación T270, que indica el par motor de la versión y el nombre Limited (¿porqué, si es Limited Plus?). El techo negro queda bien en esta unidad gris. Habría que ver con otros colores. En el lateral tampoco hay cambios, salvo el habitual de las llantas, y acá la primera sorpresa, agradable estéticamente, no tanto en términos prácticos. Calza neumáticos Pirelli Scorpion Verde All Season, 235/45R19. Bajo perfil y enormes llantas de 19″, que le quedan espectacular a nivel visual, pero que no son las más indicadas para el tipo de vehículo, y obliga montar un neumático de perfil bajo, combo mejorable. Aun así, como abordaré más abajo, el confort de marcha es muy alto. Leyenda «Compass», grande, en puertas delanteras. Curiosa antena vertical en techo. Más allá de todo, sin dudas tiene un diseño muy logrado y gusta a todo el mundo. Punto.
INTERIOR
Acá los cambios son, como me gusta decir, totales, absolutos, radicales, drásticos. Todo nuevo. Ingreso sencillo por buen ángulo de apertura de puertas delanteras. Primera mirada…. aprobado. Importante aumento en la calidad percibida, y con un diseño interior (panel frontal) muy moderno, y digital, sin exagerar. Aunque no lo sea, da la sensación de muy minimalista comparado con el anterior. Nuevo volante, con nuevo logo Jeep y mandos computadora y Control Crucero. Algo confusos, no tan ergonómicos, pero prácticos al fin. Sumados a los que están detrás del volante, auxiliares del audio. Hablando de sonido, parlantes Beats de buen sonido, sin llegar a ser los Bose del Nissan Sentra.
En cuanto a calidad, separemos materiales y ensamblado. En cuanto a los primeros, duros en general, salvo en parte del tablero, y otros «duros con funda» como se usa, pero no se destacan. En cuanto a armado la cosa cambia; muy buena calidad constructiva. Personalmente no me gusta el listón «simil cobre», casi dorado, que recorre todo el tablero, está de más. En cuanto al diseño de la plancha de instrumentos, impecable. Moderno, sobrio, refinado. No me gusta el tan de moda «negro piano»; es muy elegante cuando nuevo, pero se ensucia rápido y es susceptible de rayas y maltratos. Antes de hablar del tablero, hay que decir que las butacas son exquisitas: en diseño, en tamaño, con cuero microperforado, con múltiples regulaciones eléctricas ambas, casi perfecto.
Con toda la plancha renovada, el tablero es ahora digital, con un aspecto similar a otros productos de la ex FCA (Fiat y Jeep). Muy buena resolución, claro, legible, y bastante completo. Solo le faltaría algunos más diseños elegibles, hilando muy fino. De todos modos, cuenta con un sector principal central, y en los 4 vértices se puede elegir la info permanente, entre temperatura, odómetro, autonomía, consumo y varios parámetros más. Los mandos al volante son bastante intuitivos, así que, redondeando, muy buena nota para el tablero digital de la nueva Compass. Elegimos para el sector central, velocímetro y cuenta vueltas, bien clásico. A su vez, abajo, en ambos extremos, y también permanentes, nivel de combustible y temperatura de refrigerante.
Pero además, se pueden visualizar una serie de parámetros, como temperatura del aceite, de la transmisión, presión de aceite, carga de batería. ¿Demasiado? Nunca está de más, más allá que seguramente pocos tengan en cuenta esta abundante información. Presión de neumáticos también. Vamos a la pantalla central. También de muy buena resolución, algo lenta en respuesta. Sin navegador (tendencia), pero, con Apple Car Play y Android Auto inalámbrico, no tiene sentido incorporarlo, se utiliza el del celular. Sigo prefiriendo el navegador de serie, pero reconozco que se van convirtiendo en una «rara avis». Se puede configurar «casi todo». Impecable. Más abajo el climatizador bi-zona, que no tiene un display propio pero que, al accionarlo, abre en la pantalla central dicha visualización. Bien. Resumiendo, muy buena presentación interior: en diseño, en equipamiento, en ergonomía, en practicidad.
Enorme techo panorámico, con persiana interior eléctrica que abarca prácticamente toda su extensión, y con sector abrible, si cabe el término. Por si faltaba algo para el confort total. Más abajo, sector con comandos… negro piano. Stop/start off, Control de Tracción, Corrección automática dirección off, Sonido sensores off y estacionamiento semi autónomo (asistente estacionamiento). Terminando con las plazas delanteras, consola central de generoso tamaño, comando de caja ergonómico y a mano, freno de mano eléctrico automático (más pros que contras). Posibilidad de cambios secuenciales, además de las levas (algo chicas) detrás del volante, y que faltaba contar. Tecla AutoHold, para no tener que frenar al estar detenido en un semáforo, por ejemplo. Práctico.
Vamos a las plazas traseras, se supone muy cómodas. Veremos. Bueno, el acceso es también sencillo y se respira el mismo aire de calidad y sobriedad que en las delanteras. Muy cómodas butacas, plaza central no apta para viajes largos (adultos) pero más utilizable que lo habitual. Buen espacio en plazas traseras. Las piernas no van tan flexionadas como otros modelos, y además el respaldar cuenta con inclinación justa, y de buena altura, llega hasta la nuca. Hablando de eso, buena altura al techo, aun para los de 1.80 m. Si las plazas delanteras tiene 2 puertos USB, atrás hay otros y además un toma de 220 V, pero con huecos que no son los homologados en nuestro país. Abrimos el portón trasero, accionando la manija, pero solo para destrabar, ya que abre de manera autónoma, eléctrica.
Enorme boca de carga, y solo criticable el piso algo alto, pero por una buena razón: el auxilio es homólogo (neumático y llanta) a los otros 4. También atracción para los «amigos de lo ajeno» pero es otro tema. Subwolfer Beats. Tecla para cierre automático, más adentro, pero tiene un delay para el cierre y una alarma; no presenta riesgos. Vamos al capot. Destrabe algo lejano y varilla para sostenerlo; tarea sencilla ya que mas allá del tamaño importante del capot, su peso no complica la tarea. Vano motor encapsulado con apariencia de ocupar todo el espacio, pero es una ilusión óptica, justamente por la cobertura. El 1.3 ocupa bastante menos volumen que el anterior 2.4, obviamente.
DINAMICA
Con el botón no tan accesible visualmente, encendido instantáneo, algo ruidoso en ralentí, lo que desaparece puesto en movimiento. El motor emite un sonido de motor grande, no de un 1.3, subjetividad mediante. El andar es sobresaliente. Lo era en la Compass anterior y lo sigue siendo en esto. Tal vez, hilando muy fino, el 2.4 anterior, ya viejo, gastador, era algo más sereno, cuestión lógica también. En ciudad, a pesar del perfil 45 de neumáticos, trasmite una muy confortable sensación a bordo; sensación que se repite en ruta, y se profundiza. A 110 km/h el relax es absoluto. La reacción es buena, similar al anterior (¿torque?). Motor vueltero, perezoso debajo de las 3000 vueltas. Lo llevamos a trazados montañosos complicados y si bien no es su hábitat natural, resolvió curvas con alta eficiencia, más esperable de un auto. La dirección es eléctrica y de asistencia justa y progresiva, suave para estacionar, durita en ruta: placentera. Solo le criticaría una aislación exagerada de lo que ocurre abajo. Frenos eficientes pero ante un panic stop, sensaciones no tan firmes, aunque frena con absoluta seguridad.
No me convencieron las luces bajas, mejorable poder lumínico a pesar de ser LED. ¿Consumo? Bueno, en ruta a 110 km/h se queda en unos 14.5 km/l (rendimiento). No tan lejos del anterior 2.4. ¿Porqué? Bueno en ruta, la influencia principal es la del coeficiente aerodinámico y la resistencia al viento, y esto no ha cambiado. En ciudad, parámetro siempre subjetivo y discutible, ha mejorado y bastante, sin dudas. Como es habitual, no hablamos de cifras exactas sino de «valores conseguibles». En ese sentido, ante condiciones promedio de tránsito, semáforos, etc. , pueden obtenerse 8.5 km/l y hasta 9 km/l, pero siendo muy suaves con el acelerador (y el freno). En condiciones de tráfico y paradas, pesado, la cosa cambia y mucho. No hay magia. Los 1,900 kg están, y los 175 CV también, con caja automática de 6. Y el torque no es tan generoso, con lo cual, la física cumple sus leyes, es implacable. En resumen, motor más moderno, más alegre, pero en cuanto a parámetros, no tan diferente al anterior. Como sea, el balance final es más que positivo; con un impecable andar en cualquier terreno (incluso en tierra, aunque no lo metimos por caminos en muy mal estado; con este perfil….) y confort absoluto. Irreprochable. Lamentablemente (o no tanto en realidad) no dispone de variantes 4×4 ni con caja manual en esta versión Limited Plus.
SEGURIDAD
Sí, merece un capítulo aparte. Tiene casi todo. Veamos
– 9 Airbags
– Control de Estabilidad y Tracción
– Alerta Activo de Cambio de Carril
– Frenado autónomo de Emergencia: Detección de Peatones
– Control de Crucero Adaptativo con Stop&Go
– Detección de Señales de Tránsito
– Asistente Estacionamiento
– Luces Altas Automáticas
CONFORT
Algo menos prolífico que en Seguridad, pero muy interesante. Rueda de Auxilio igual que las otras 4 (no deja de ser un equipamiento de confort), ingreso y puesta en marcha sin llave (detección de proximidad), arranque de motor a distancia (poco práctico pero está), techo solar panorámico con apertura (ambos eléctricos), butacas eléctricas en cuero con costuras (ambas), tomacorriente 220 V, Apple Car Play y Android Auto, cargador wireless, y bastante más.
CONCLUSIONES
Las virtudes que ya tenía la Compass anterior (estética, calidad, confort de marcha) se mantienen o mejoran con la actual. Además, mejora notable en el diseño y calidad percibida interior, y nuevo motor turbo, más moderno, más racional, si bien, en general, no implica mejoras notables en los distintos par´ametros de performance, salvo en el consumo urbano en el que mejora bastante. Como dije, la Física respeta sus leyes y no hay forma que una Compass gaste como un Cronos 1.3.
Por otro lado, si con el motor anterior ha mostrado un éxito comercial notable, mucho más lo será ahora. Sin dudas. Me queda en el debe probar la Trailhawk con motor diesel, y tracción 4×4. La Limited Plus que probamos, tiene un precio (marzo) de $ 7,641,000. ¿Cara o barata? En términos absolutos, cara, como todo en Argentina. En términos relativos, el análisis es más complejo, pero barata no es. Y no lo necesita. El mercado la valora y se demuestra en las ventas. Inauguramos este test viajando de Buenos Aires a Córdoba. 700 confortables y hasta aburridos kilómetros.