MENU

Comentarios (8) Pruebas y Contactos

Probamos Toyota SW4, ahora en versión naftera (4X2)

Que 17 años no es nada….puede discutirse. Ese es el tiempo que lleva la plataforma IMV (Innovative Multi-Purpose Vehicle) en Argentina, y algo más en algunos mercados asiáticos (Indonesia por ejemplo), donde se había presentado poco antes. Claro, en aquel momento, su hermana Hilux pick up tenía en la mira a Ford Ranger y a Chevrolet S10, y no le fue nada mal, literalmente «barrió» con el segmento y se convirtió en líder absoluta. Aún hoy, a pesar de las amenazas, primero de Amarok, y luego de las renovadas Ford y Chevrolet, se ubica en el primer puesto, cómoda.

En 2012, totales, el orden fue Hilux (14.24%), Ranger (9.98%), Amarok (8.97%) y S10 (4.64%). Hoy, a junio 2013, acumulado, sigue Hilux (15.29%), seguida de Ranger (10.24%), Amarok (7.67%) y S10 (5.29%). Salvo el producto alemán, el resto ha crecido en participación, pero sabiendo como son los teutones, no es para relajarse.SW4 nació casi con Hilux 2005, como parte del proyecto IMV, siendo la opción «cerrada» de la pick up, y tomando rápidamente el carácter de referente. Es cierto, en esos años casi no tenía competencia. Hoy, entre Trail Blazer y las asiáticas (más Amarok y Ranger que derivarán en versión cerrada seguramente), la cosa ha cambiado. Sin embargo, en el acumulado 2013, SW4 se ubica en el puesto 17º entre los utilitarios (así segmenta ACARA), con el 1.5% de participación del segmento, solo superada por su hermana RAV4 en cuanto a versiones «cerradas», lo que demuestra, más allá de los números absolutos, un éxito indiscutido, siendo líder del segmento. En 2011 terminó 15º con el 1.57% del segmento y en 2012 18º con el 1.51%. Como vemos, mantiene su participación de mercado a pesar de los años y que ya muestra algunas arrugas que delatan su edad.

Pero claro, así como ocurre también en las relaciones humanas, la edad no es lo único importante. Más aun, en muchos casos, y dentro de ciertos límites razonables, pasa a ser algo secundario. Porque, es cierto que SW4 es tal vez lo más longevo del segmento, pero el mercado ha privilegiado otros aspectos más importantes: estética, confort a bordo, calidad, nobleza, valor de reventa, prestaciones, etc., y esto la sigue posicionando como referente indiscutida.

Hasta hace poco, Toyota ofrecía solo motorización diesel 3.0 TD de 171 CV, excelente motor, aunque con más nobleza y durabilidad que consumo contenido. Hace muy poco, la marca japonesa lanzó dos versiones más con motor naftero, SRV AT, con 5 y 7 asientos, incorporando el motor 2.7 de 160 CV, con equipamiento menor, pero con un posicionamiento en precio muy inferior, bienvenido. Claro, $ 50.000 de diferencia (habia abajo) respecto a su hermana diesel, deben salir de algun lado, y hay cuestiones menores y otras importantes en este ahorro, como ya analizaremos. Pasemos al análisis de SW4 SRV AT 2.7 nafta 4×2.Y como es habitual, comenzamos por el diseño. Nadie podrá sostener que SW4 cuenta con formas revolucionarias, de acuerdo a las ultimas tendencias en diseño automotor. Pero seguramente, todos coincidirán en que SW4 luce moderna y atractiva, con un aspecto muy musculoso, solo visto en Grand Cherokee. De perfil muestra líneas limpias sin estridencias, con un estribo de gran tamaño que resalta inmediatamente. Otro aspecto que llama la atención en su lateral es el perfil muy alto de sus cubiertas (Bridgestone  265/65 R17), quizás no tan acordes a lo que se ve en las SUV modernas, pensadas para el asfalto y cierta deportividad, aunque, fieles al estilo SW4,brindan confort de marcha y excelente desempeño off road. Llenan el pasarruedas y esto contribuye al aspecto de solidez general. Muy atractivas llantas de aleación que conserva esta versión de entrada de gama.

Esta versión ¿base? no cuenta con grandes cromados, solo una pequeña franja en el sector trasero, y en la parrilla delantera, algo correcto ya que en algunos modelos se observa un exceso en «lo metálico».

Las puertas son de generoso tamaño y buena apertura, lo que sumado al estribo comentado (cuidado al bajarse con barro porque es fácil ensuciarse) , y a pesar de su altura, permite un fácil acceso a SW4.

Completando el diseño exterior, en el frente encontramos una renovación similar a la vista en Hilux Pick up, agradable, más «cuadrada», llegando al aire de familia visto en otros modelos de la marca, aunque no tan jugado como RAV4 2013, que probamos recientemente. De frente, muy atractiva. Atrás la cosa cambia, creo que le sentaban mejor las ópticas anteriores, si bien muy similares en forma, presentaban un aspecto más sobrio. Las actuales se acercan al tunning (hilando fino) y creo que desentonan con el resto de su carrocería y con el espíritu SW4. Completa el sector trasero luneta de generoso tamaño, aportando buena visibilidad.En el interior, continuamos con la sobriedad vista en general en la marca, si bien con RAV4 ha comenzado a jugarse más en el diseño. Repetimos un concepto: ser conservador no es malo «per sé», y más allá de cierta tristeza en el diseño puertas adentro, es interesante, logrado y con una muy alta calidad percibidad. Nuestra unidad contaba con colores de tapizado, paneles de puertas y sector bajo del tablero, claros, generando un interesante contraste con el resto del tablero, oscuro. Una generosa pantalla táctil central domina la escena, desde donde se comanda el audio (Radio/CD/bluetooh/MP3) y teléfono. Ninguna versión cuenta con navegador, y esto es criticable, aunque tal vez menor en el contexto de las bondades del modelo. La nuestra tampoco contaba cámara trasera, y esto es algo importante, ya que si bien la luneta trasera es de buen tamaño, la altura del modelo pide asistencia visual para maniobras de marcha atrás.


Sentados al comando de SW4, encontramos una generosa altura a techo. Las -muy- cómodas butacas (la del conductor con regulaciones eléctricas) cuentan con regulación en altura algo escasa; aun en su punto más bajo quedan algo altas, aunque algo razonable para un SUV, donde se busca «dominar» todo el panorama desde arriba. Al cerrar la puerta encontramos una hendidura algo pequeña para «agarrarla».

Buscamos una buena posición de manejo y la encontramos, aunque el volante solo regule en altura. Es de buen tamaño y grip, de cuero, con un sector simil madera gris oscuro. Cuenta con mandos al volante, si bien poco intuitivos, suman confort y practicidad. En el Control de Velocidad Crucero encontramos otra ausencia respecto a las gasoleras. Volvemos con el concepto, $ 50.000 deben justificarse por algun lado. Buena nota también para el climatizador automático, muy eficiente. Y es es la idea de la marca, ofrecer una SW4 con las clásicas virtudes ya comentadas, pero sacrificando equipamiento. Razonable.

Por encima de la pantalla multifunción encontramos un pequeño display que muestra las funciones de la computadora de a bordo. No repetiremos conceptos vertidos en los tests de Corolla y RAV4, pero su uso no es del todo práctico y amigable, algo visto en muchos modelos japoneses y norteamericanos. Muy buena ubicación para levantavidrios (4) y manija de apertura interna. Algo menor, pero mejorable, es la cantidad de teclas ciegas (7)  que esconden equipamiento no disponible. Palancas de accionamiento de apertura de capot y tanque de combustible en mala ubicación.

Varios portaobjetos en el interior, con presencia destacada de posavasos. Aplausos para ubicación y accionamiento de balizas, algo poco frecuente en los autos modernos que privilegian el diseño a la seguridad. También aplausos para el sector principal del tablero con indicadores analógicos (4) de muy buena iluminación y de rápida lectura. Allí también se indica la posición del selector de la caja automática.Atrás se percibe una buena altura del cojín al piso (las piernas no quedan tan flexionadas) aunque la altura al techo no es tan generosa como la delantera. No tocarán los de menos de 1.85 m. Solo 2 apoyacabezas y también solo 2 cinturones inerciales. Buena nota para el respaldo trasero abatible (1/3 – 2/3) e inclinable. En tren de exigencias podría pedirse un cojín algo más largo. De todos modos, gran comodidad interior y confort a bordo de SW4, tanto adelante como atrás. En el techo, salidas de ventilación para los pasajeros del sector. Abrimos el portón trasero y encontramos un gran espacio, pero con un piso de carga alto lo que lleva a sujetar lo cargado para que no se mueva tanto. Auxilio ubicado en jaula exterior. A pesar de lo anterior, el espacio del sector de carga es realmente importante.Vamos al equipamiento. Nuestra SW4 AT 2.7 4×2 contaba con un equipamiento algo básico si se lo compara con su hermana diesel, aunque muy interesante teniendo en cuenta el gran ahorro en el precio de compra respecto a aquella. Climatizador, 4 levantavidrios y espejos eléctricos, llantas de aleación, faros de xenón con regulación automática de altura y lavafaros, butaca del conductor con reglajes eléctricos, pantalla táctil de 6.1″, computadora de a bordo, tapizados en cuero natural, completo audio y de buen sonido, ABS, 6 Airbags y luces antiniebla entre lo  más destacable. Se extrañan (respecto a la gasolera equivalente) Control de Velocidad Crucero, Cámara para marcha atrás, y Controles de Estabilidad y Tracción (criticable).

Hasta acá hemos analizado algunos aspectos estáticos (diseño, confort, equipamiento, espacio, etc.) de SW4, encontrando algunas cuestiones pequeñas mejorables (y común a muchos japoneses). Además del gran espacio interior, agradable diseño y muy buen confort a bordo, cuestiones muy elogiables en este modelo, llegamos a la parte dinámica/mecánica, sin dudas lo mejor que tiene SW4.

Comenzamos por el motor. Es un naftero de 4 cilindros y 2.7 litros y 160 CV que, no sobran, pero permiten un manejo confortable con mínimo nivel sonoro y una suavidad envidiable. Tanto en ciudad como en ruta, pasa desapercibido. Claramente el consumo no es su fuerte aunque, como solemos expresar, la magia no existe y la conbinación de 160 caballos provenientes de sus 4 cilindros, caja automática de 4 relaciones y 2.000 kg, no permite aventurar consumos contenidos. Tal vez más relacionado con la caja que con el motor en sí.


Hablar del consumo siempre es relativo, sobre todo en ciudad donde, manejos y tráficos distintos en un mismo modelo, consiguen cifras muy distintas. En tramos urbanos es complicado superar lo 7 km/l. Hemos conseguido 9 km/l, es cierto, pero tratando el acelerador como a una dama antigua y con escaso tráfico. En ruta, a 100 km/h podemos hablar de poco menos de 11 km/l, a 120 km/h, casi 10 km/l y a 130 km/h, 9 km/l. ¿Mucho, poco?

Depende de qué parámetros se tengan en cuenta, pero claramente SW4, aun con las concesiones mencionadas, no es precisamente austera. Insistimos con la suavidad de marcha porque es realmente envidiable. Si bien en conbinación con la caja de 4 velocidades, SW4 es perezosa, sobre todo «de abajo», la serenidad a bordo es absoluta. Aunque su tamaño implica estar atentos en calles angostas, puede transitarse con absoluta relajación. De lo mejor. En caminos en mal estado (tierra) sentimos que estábamos a bordo de un camión del Dakar, irrompible. Notamos sensibilidad a vientos laterales, y su tenida, a pesar de peso/perfil de cubieras/suspensiones, es buena, más aun, muy buena.

La dirección cuenta con asistencia justa, tanto en ciudad com en ruta y el poder lumínico de sus Xenón es muy amplio. Gran seguridad a bordo. La caja podría catalogarse como obsoleta si solo analizamos que tiene 4 velocidades, pero brinda una suavidad extrema y colabora con el gran confort de marcha. 1ª, 2ª y 3ª pueden colocarse en forma manual, y al llegar al corte no cambia a la siguiente. A pesar de ser 4×2, encaramos algunas subidas interesantes con pasto y mostró un gran poder de tracción y escaso patinamiento.

La familia SW4 en Argentina cuenta con una gama amplia de precios. Arranca en la versión 2.7 4×2 (probada) en los $ 287.000 y llega a los $ 388.000 de la gasolera full. El de esta versión no es un valor desubicado, aunque los Toyota nunca fueron accesibles y esta SW4 tampoco lo es. Elogiable garantía de 3 años o 100.000 km. Alto valor de reventa y vida útil asegurados. SW4 no tiene que demostrar estos valores y por algo, a pesar de su precio no muy competitivo, se vende mucho y junto con Hilux pick up son líderes de segmento.En conclusión, si bien podemos enumerar tantas críticas como elogios, los primeros se refieren a cuestiones menores o superables. Poca ergonomía y facilidad de lectura en algunos mandos, excelente motor pero de consumo importante, carencia de Control de Estabilidad y Tracción (esto es lo único grave a nuestro criterio) y otras cuestiones menores son los aspectos a mejorar. En el haber, las virtudes de siempre. Atractivo diseño, buen espacio interior, suavidad y confort de marcha, rigidez estructural, muy alto valor de reventa, imagen de marca, desempeño off road y calidad de terminación.

Quizás con un motor algo más austero en conbinación con caja de 5 relaciones (que sí tiene la gasolera), Controles electrónicos de Tracción y Estabilidad y algunas cosillas menores, la nota sería casi 10. Por algo es tan elegida.

 

 

 

8 Respuestas a Probamos Toyota SW4, ahora en versión naftera (4X2)

  1. JOSE dice:

    ¿El motor es con correa o cadenero?

  2. JabierAbreguIII dice:

    Hablar del consumo es redundante. … si podes pagar lo que sale … podes llenarle el tanque.. no?

  3. julio dice:

    Hay que decir LA VERDAD la naftera se toma todo viajando en ruta a 130 Km hace 8 km x litro y en ciudad 7 km x litro.Para lograr 10 x litro no debe acelerar a mas de 100.

  4. alejandro dice:

    Las ópticas traseras no son feas, son fieeerassss!!!

  5. pablo dice:

    Perdón el motor no es 4 cilindros:?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *