Grandes cambios reza el título de la nota. Tal vez, podríamos haber elegido otra frase más exacta, como por ejemplo «Profundo cambio en el comportamiento». Y es que más allá de las diferencias estéticas con el actual (no menores), lo principal pasa por lo conceptual, y tiene que ver con las sensaciones que transmite a bordo. Intentaremos transmitir este concepto. BMW Serie 3 fue completamente renovado a fines del año pasado, desembarcando poco después en nuestro país. Si bien toma algunos elementos vistos en Serie 5, inaugura un nuevo lenguaje de diseño dentro de la marca, sobre todo en lo que hace al sector posterior, aunque, también es cierto que fue X4 el que comenzó este cambio. A comienzos de este año nos subíamos al 530i, hermano mayor del Serie 3, con la misma motorización de 4 cilindros, 2 litros y 252 CV, algunos caballitos menos que este 330i que hemos probado.
Comenzamos por su diseño, el que, a primera vista -salvo en el sector trasero- parece continuista, y de hecho, mantiene cierto concepto estético con el anterior Serie 3. En una mirada un poco más atenta, descubrimos que los cambios son importantes, que la trompa mantiene cierto aire al anterior, «hasta ahí», que el perfil ahora lo muestra «más Serie 5», y que la cola ha cambiado por completo (el sector más controversial), y finalmente que adentro también ha sufrido cambios drásticos (en lo personal, no positivos creo, como el voto de aquel vicepresidente….). La trompa lo muestra más grande, como de un segmento superior. La parrilla (doble riñón) ha mudado a un formato «más octogonal» (y con volumen), con persianas que cierran o abren en función de las necesidades de enfriamiento del motor. Frente bajo y curioso sector antinieblas que creo no resulta atractivo. Atrás, el cambio exterior más radical, más trascendental. Primer BMW sedán con ópticas alargadas y oscurecidas. Cambio de concepto. Mirando el extremo trasero de perfil, se percibe una «nariz» prominente, como emulando un tiburón (con un poco de imaginación, claro). Aparecen también esas formas geométricas de los antinieblas. En resumen, creo que ha ganado en modernidad y dinámica y ha perdido en personalidad y refinamiento, todo por partes iguales.
Vamos al lateral, el lado más continuista respecto al actual. Cintura algo más alta y techo algo más bajo. A pesar de algunos «pliegues» y «cambios de volumen», se muestra bastante limpio, sin estridencias. Y vemos un aspecto «más dos volúmenes y medio» que el anterior, con una luneta bastante inclinada. Neumáticos Michelin Pilot Sport 4ZP 225/45R18; un gran acierto como veremos más adelante al hablar de su comportamiento. Vamos al baúl, con apertura local (no remota), y una boca de carga no tan amplia por la «invasión de la luneta», pero cómoda. Buena capacidad (volumen), a costa de no contar con auxilio ni siquiera temporal (Run Flat). Batería alojada en su lugar. Nos trasladamos al extremo delantero, y abrimos el capot con el práctico y seguro sistema BMW de doble destrabe interno. Capot sin aislación en el interior (¿?) y recipientes de líquidos en negro, sin posibilidad de verificar niveles a simple vista. Mal. Motor bastante «tirado» hacia atrás. Capot largo siendo un 4 cilindros.
¿Entramos al 330i 2019? Tarea no tan sencilla por varias razones (sin ser tortuoso tampoco). Baja altura del auto, baja altura de butaca (más en nuestro caso), volante más bien cerca y butacas envolventes. En una primera mirada encontramos varios cambios, importantes. Tablero digital, nueva «botonera» para luces, nuevos comandos de climatización y consola central rediseñada. Muchos cambios para digerir rápidamente. No tengo dudas que le aportan modernidad, frescura e innovación. Tampoco las tengo respecto a que ha tenido que ceder practicidad, intuitividad y ergonomía. Vamos por partes. Aunque no nos gustan los tableros digitales, «han venido para quedarse», y no hay marcha atrás. En este caso resulta atractivo y muy claro; solo le criticamos que no tenga diferentes diseños o presentaciones, seteables, pero en todo caso lo aprobamos.
El manejo de la iluminación por botones es francamente, muy criticable, a pesar de ser un aspecto de importancia menor. Hay que desviar la atención para ver cuál botón corresponde, y no le encontramos sentido alguno. Respecto a la climatización, ahora incorpora mandos y visualización en el sector de las salidas. De nuevo: más moderno y tecnológico, pero poco práctico. El sistema anterior era de los más prácticos de toda la industria. Este, va en dirección contraria. Y en menor medida, el sector central que aloja el pomo de la caja Steptronic de 8 relaciones, el seteo de comportamiento dinámico (ECO PRO, COMFORT y SPORT, con SPORT+ desde pantalla) y la práctica rueda de la pantalla multimedia central, también ha sido renovado, ahora más moderno, pero igualmente menos práctica. La posición de la caja ya no está en el pomo sino en la consola y lo botones son «al tacto». No nos gusta. Por supuesto, la calidad es muy alta como siempre y en generalresulta un interior atractivo y premium, sin dudas. Pero estos cambios no resultan positivos en la práctica. Hasta por ejemplo el botón de arranque/parada está mal ubicado. Y es una de las pocas críticas que encontramos a este excelente Serie 3 2019.
El tablero digital muestra velocímetro y tacómetro, además de nivel de combustible y temperatura del refrigerante, además de la computadora de bordo (los datos habituales), indicador de Fuerzas G (¿?), audio. Muy claro y visible. Podría mostrar diferentes aspectos según el modo. Solo difiere en modo ECO, reemplazando cuentavueltas por consumo instantáneo «con agujas», al viejo estilo BMW. La pantalla central, muy bien integrada, incorpora mando táctil a la práctica rueda central, sumando comodidad. Excelente resolución, pero con distinta presentación de las opciones, algo menos intuitivas que en el anterior Serie 3. Agrega el «Hola BMW«, similar al del Mercedes-Benz A200 que probamos hace un tiempo. Aunque casi no lo utilizamos, no deja de ser un avance y un alternativa práctica. Todo muy configurable, como por ejemplo la iluminación interior, en cuanto a tonos y aspecto. En navegación, muy completa, cuenta con la novedosa opción (además del asistente semi autónomo de estacionamiento) de poder desandar los últimos 50 metros (si se hicieron a menos de 50 km/h) utilizando exactamente el mismo recorrido, haciéndose cargo del volante. Util para cuando, por ejemplo, se deja en algún lugar de complicado acceso, sobre todo para salir.
La posición de manejo es la habitual -muy buena- en BMW. Butacas con múltiples regulaciones eléctricas (incluso la lumbar), apoyacabezas regulables en distancia (excelente opción, habitual en la marca). Un detalle interesante viene de la mano del listón LED en contrapuerta del conductor. Al abrirla, pasa a rojo y destella, como una advertencia a quien puede circular por detrás. Otro, del mismo rubro: cuenta con iluminación desde el zócalo, alumbrando casi todo el lateral del auto. Dos detalles novedosos, interesantes. Resumiendo el interior de este BMW 330i, cuenta con varias modificaciones respecto al anterior, luce muy moderno, tecnológico y avanzado, pero poco práctico en sus nuevos comandos, sobre todo de iluminación y climatización. El acceso a las plazas traseras es sencillo y, como en todos los Serie 3, resultan muy cómodas, con acertada inclinación de respaldos, cojín generoso, piernas que no van tan flexionadas e iluminación decorativa atractiva. Como en la mayoría de los autos modernos, y más tracción trasera, muy cómodo para 4, no tanto para 5 personas. Iluminación interior de gran alcance.
En cuanto al equipamiento, creo cumple en confort y podría ser mejor en seguridad. Hoy se han popularizado algunos sistemas interesantes, y en vehículos de segmentos inferiores, como Control de Crucero Activo, Alerta Activa de Cambio de Carril, Alerta de Tráfico Cruzado y otros. Controles de Estabilidad y Tracción, Head Up Display (bastante completo), y poco más. Sin ser totalmente deficitario, creo podría tener un nivel algo más alto en ambos rubros, sobre todo en seguridad. Hasta acá hemos hablado de su atractivo diseño (algo controversial el interior), de sus nuevos comandos poco prácticos, y de su habitual calidad constructiva. Pasamos ahora a lo más importante de este Serie 3, en lo que brilla, y ha cambiado fuertemente: su comportamiento.
Arranque instantáneo y ya en los primeros segundos descubrimos que este propulsor se muestra muy suave, en cuanto a vibraciones y a sonoridad. Suavidad absoluta, enorme confort de marcha. Serie 3 fue algo durito en las últimas generaciones, muy deportivo, con altísima eficiencia en el manejo deportivo, pero algo incómodo para quienes buscaban un compromiso más suave en el manejo. Pues bien, este Serie 3 2019 hará las delicias de aquellos porque, casi sin ceder aquella eficiencia en trazados sinuosos y complicados, ha ganado en suavidad, con un confort de marcha digno de Serie 5. Colaboran también los eficientes neumáticos, ahora Michelin Pilot Sport, pero suspensiones, incluso la caja (más suave) y el motor, se han «puesto de acuerdo» para conseguir un confort de marcha realmente digno de mención. En esto, realmente se siente diferente. Sí, es cierto, aquellos más fierreros extrañarán aquellas sensaciones tan directas de lo que ocurría bajo las ruedas, pero, para la mayoría de sus potenciales compradores, el avance es notable con un confort de marcha, recalcamos, muy alto.
Solamente en modo Sport (igual, también más suave que en el anterior) se siente la deportividad innata en un Serie 3, con un ronquido atractivo y altas prestaciones. Claro, 5.8 segundos para llegar a 100 km/h no dejan de mostrarlo prestacional. Pero aun así, y esta frase define el nuevo comportamiento del modelo, «la sensación es que acelera menos de lo que realmente lo hace», y esto tiene que ver con esta nueva puesta a punto, muy orientada al confort de marcha. El resto del aspecto mecánico, tan eficiente como siempre. Frenos, dirección, caja (más suave, insistimos), iluminación excelente. De todos modos, también lo probamos en el manejo deportivo con bastante exigencia y pesar de extrañar cierta agresividad del anterior, se mostró muy confiable sin dejar de invitar a acelerarlo, sobre todo en modo Sport y Sport Plus. Respecto al consumo, a pesar de no haber acumulado muchos kilómetros como en nuestros habituales tests, creemos es muy eficiente en ruta (por un mejor coeficiente aerodinámico) y en principio bueno en ciudad. Verificamos unos 17/18 km/l en ruta a 110 km/h. No alcanzamos a transitar circuitos urbanos suficientes como para dar un número de referencia, aunque creemos 10 km/l son conseguibles si el tránsito no es el caótico porteño de hora pico. Nada mal para 258 CV.
Conclusiones
Aunque en lo personal, afecto a modelos prestacionales y deportivos, extrañe el comportamiento más radical del anterior Serie 3, creo que los cambios conceptuales le han sentado muy bien en cuanto a la parte dinámica. Más aislado, más confortable, más suave, mayor aislamiento de lo que sucede bajo las ruedas y en el motor. Alta calidad como siempre, bien por la nueva estética aunque no la hemos terminado de digerir (sector trasero). Interior muy renovado, bien desde lo estético, mal desde lo práctico, bastante menos intuitivo y que, paradójicamente, implica mayor atención a los nuevos mandos para su accionamiento. Buen aporte de las Michelin Pilot en aquel sentido Muy buena puesta a punto del nuevo 330i aunque a algunos nos de melancolía por aquellas viejas sensaciones más deportivas. Podría tener un equipamiento mejor en confort, pero sobre todo en seguridad, pero en el balance global, BMW Serie 3 sigue siendo una muy buena opción, tal vez más que antes. Por ahora la única versión disponible en Argentina. No descartamos más adelante lleguen más versiones aunque por ahora, en Europa, solo existe este 330i en cuanto a los nafteros.
