Hasta hace poco, Tiida era lo más accesible de Nissan en Argentina, con la versión Visia a $ 109.000. Podemos coincidir en que, buena parte de potencial mercado comprador quedaba afuera, lejos de este límite monetario.
La llegada de March cambia un poco el escenario. Al cambio oficial actual, la nueva gama arranca en los $ 79.000 (Visia), pasando por Visia Plus a $ 86.000, llegando a SR, con un valor de $ 93.000. Las diferencias entre las 3 versiones son pequeñas y eso explica el posicionamiento cercano en precio.

Nissan March (comocido como Micra en algunos mercados) nació a principios de los 80´s y va por su 4ª generación, bastante más «estéticamente ortodoxa» que la anterior, y se comercializa en nuestro país, desde la fábrica mexicana de Nissan. Resulta difícil pronosticar qué ocurrirá con el acuerdo con México, por lo pronto, mientras escribo esta nota, se estaría destrabando un envío grande desde su país de origen, con lo cual «habría» modelos para un buen tiempo hasta que se normalice la situación.

Vamos al análisis del March probado, cedido por el concesionario cordobés Nix (ex Tagle Nissan).

Diseño
El March es simpático, y probablemente éste sea el adjetivo que mejor lo define a nivel estético. Sin revoluciones ni ultramodernismos, luce más chico de lo que realmente es,  y esto es un acierto de su diseño.
Solo puede critícarsele, en tono de exigencia exagerada, una trompa carente de personalidad, pero no por ello poco atractiva. El techo muestra una curvatura «rara», viéndolo de perfil, en su zona posterior, que hace que la habitabilidad en las plazas traseras, sobre todo en altura, sea óptima.
A pesar del tamaño «normal» de sus puertas, el acceso al interior del March es muy sencillo, y sobre todo atrás.

El interior es bastante clásico, aunque esto no constituya «per sé» un calificativo. No se aprecia la misma calidad percibida que en Tiida, pero está bien terminado, con materiales duros (como sus rivales) pero correctamente ensamblados, sin rebordes mal terminados; si bien esperable en un auto, no siempre es así.
El sector central agrupa audio y climatizador. Radio/CD/MP3, con muy buena presentación, y sonido promedio; podría ser mejor. El Aire acondicionado es manual, con buena capacidad de adaptar la temperatura del habitáculo a la de nuestra humanidad.

Equipamiento
Su instrumental es básico, con dos instrumentos analógicos (bienvenidos) para velocímetro y tacómetro (rpm), dejando el display lateral para las funciones de la computadora, entre ellas la cantidad de combustible.
Y a propósito de computadora de a bordo, entrega información sobre distancias parciales (A y B), autonomía, consumo promedio (se puede resetear independientemente de los odómetros parciales) e instantáneo. Información visible y clara; solo resulta criticable su comando, la perilla que usaban décadas atrás algunos modelos para poner a cero el odómetro mecánico, debiendo pasar por el medio del volante para accionarlo. Mejorable.

También criticamos varias tapitas ciegas que denotan equipamiento no disponible en la región. Butacas cómodas que junto al volante regulable (en altura) permiten una buena posición de manejo. No tengo dudas que el 90% de quienes manejan modelos de este segmento, lo hacen con una posición de manejo alta; no obstante, la bienvenida regulación en altura de butaca no es lo amplia que se espera, con lo cual siempre se manejará más bien alto, como prefiere la mayoría.

Cuenta con varios portaobjetos, aunque podrían ser más espaciosos. Excelente posición de la tecla de balizas, algo que parece un detalle menor pero muy importante para la seguridad activa.
Volante de tamaño y grip ideales, que aloja la bocina, muy cómoda para usar, aunque con sonido de «bici».
Baúl chico, puede advertirse fácilmente sin abrir su tapa.

Mecánica
Seguramente muchos se sorprenderán (y nos ha pasado) al enterarse que el motor de este pequeño de 3.78 m de largo, es de 1600 cm3. ¿1.6?, fue la pregunta de varios. Y la verdad es que en Europa cuenta con un 1.2, tal vez más racional. De todos modos, creo que la elección de Nissan ha sido muy buena, al inclinarse por éste, que rinde 107 CV.

Si pensamos que hay versiones de Fluence, 308, C4 y Focus, con esa configuración, en el March, el resultado es más que satisfactorio.
Solo criticamos un ruido algo excesivo, sobre todo al exigirlo; lo que podría minimizarse con un acolchado interior en el capot. Responde muy parejo en toda la gama, y al llevarlo hasta las 6.000 rpm, no hay baches ni quejidos. Responde.

Lo mejor que tiene el conjunto motor-caja es la elasticidad conseguida. No solo puede doblarse en 3ª en esquinas citadinas, sin el menor reclamo, sino que lo hemos hecho en 4ª a menos de 40 km/h y tampoco manifiesta tironeos. Excelente elasticidad que lo hace sumamente cómodo para la ciudad.

En ruta, aun cuando no es su ámbito más amigable, puede viajar a velocidades bastante más altas que las máximas permitidas y su conportamiento no es el de un Mini, pero cumple razonablemente. La tenida direccional es buena, aun cuando manifiesta alguna inclinación, fruto de una puesta a punto de suspensiones pensada para el confort de marcha. De todos modos es seguro en el manejo racional. Criticable resulta la ausencia de ABS, siquiera como opción, por lo que deberemos contentarnos con Doble Airbag, frenos a disco y cierre automático de puertas en rodaje. Mejorable.

Prestaciones
No tengo dudas que al perfil promedio comprador del March, le quita bastante más el sueño su consumo que la velocidad final y su aceleración. De todos modos, en estos últimos parámetros no le va nada mal: poco más de 180 km/h de máxima y algo más de 10 segundos para llegar a los 100 km/h no es para despreciar. Muy buenos valores.

Pero vamos al consumo, que es lo más esperable en el March. Como solemos comentar, no somos tan amigos de hablar de «frías» cifras de consumo (o rendimiento), ya que varía fuertemente de acuerdo al tipo de manejo. No tanto en ruta, ya que a una determinada velocidad, en 5ª, no hay gran variación posible. Pero en ciudad, las diferencias pueden ser muy grandes.

Probamos el March en el circuito urbano, consiguiendo (en el tramo de ida) casi 17 km/l de promedio, y casi 12 km/l en la vuelta. ¿Porqué tanta variación?
Además del desnivel del terreno, a favor en el primer caso, hicimos un manejo tranquilo, aprovechando el gran torque (elasticidad) del motor 1.6, y bastante más «vueltero» en la segunda parte.  Entonces, ¿Cual valor tomamos como válido?
Es muy relativo, pero claramente el March consume poco, sobre todo si se cuida el pie derecho. De acuerdo al manejo, muchas veces pueden conseguirse mejores rendimientos en motores 1.6 que en 1.0. Tal cual.

Precio y competidores
Siempre, a la hora de definir los competidores de segmento de un modelo, aparece una cuestión subjetiva ya que no todos pensamos y privilegiamos las mismas cuestiones. ¿Se compite por precio?, ¿por tamaño?, ¿por tipo de uso?
De todos modos, podríamos mencionar como contendientes -de una u otra forma- del March a Chevrolet Celta (solo por tamaño), Citroën C3 (dimensiones y precios), Fiat Palio (más por precio que por dimensiones), Peugeot 207 Compact (ambas), Renault Clio (tamaño) y Volkswagen Gol Trend.

En el mercado y en el contexto económico actual, el Nissan March, arrancando en los $ 79.000 para esta versión Visia, está bien posicionando.

Conclusiones
No quedan dudas de los méritos del producto. Buen espacio interior, practicidad y ergonomía, buena calidad para el segmento, muy buen motor (potente y económico) y muy buen andar en ciudad y en ruta, sobre todo a velocidades legales, dondel el motor no transmite tanto su sonoridad. Muy buena caja, algo ruidosa en su accionamiento pero muy suave.
Mejorables, el sonido de la radio/CD, el comando de la computadora de a bordo, alguna leve sequedad del tren trasero, la capacidad del baúl y la sonoridad del motor al exigirlo (no está pensado para ese uso)

Pero, sopesando virtudes y defectos, claramente los primeros toman protaganismo y podemos definir la compra del Nissan Marcha como absolutamente inteligente.