Nos subimos a la pick up serie especial de Chevrolet. No curiosamente, la más cara, ya que la LTZ (con caja manual) cuesta $ 734,600, mientras que esta High Country, $ 718,700 (versiones automáticas a $ 40,000 y $ 46,000 más). Y es curioso porque la LTZ no tiene, precisamente, un mayor equipamiento que esta High Country.
Comencemos viendo a sus competidores en un par de ítems comparativos. La Chevrolet, presenta dimensiones de 5,41 m de largo (+5 cm respecto a LTZ) y 1,87 m de ancho y su motor entrega 200 CV. Toyota Hilux, con dimensiones de 5,33 m x 1,85 m, entrega 177 CV y cuesta $ 734,000 (SRV) y $ 816,000 (SRX). Ford Ranger, 5,36 m x 1,85 m, también 200 CV y cuesta $ 743,000 (XLT) y $ 806,000 la Limited. Volkswagen Amarok, 5,25 m x 1,91 m, con 180 CV y $ 790,000, y Nissan Frontier, 5,26 m x 1,85 m, con 190 CV y $ 737,000. Como vemos, un conjunto bastante parejo, aunque, con diferencias a favor de la Chevrolet en cuanto a equipamiento en seguridad.
Analicemos entonces al producto del moño. Con esta renovación ha ganado –y mucho- sobre todo en el frontal, que cuenta con un aplique central en esta versión. Opticas modernas, a tono con los últimos Chevrolet; por primera vez encontramos un trabajo importante en el diseño exterior. Si bien se muestra algo recargado, el frontal cuenta con una lograda combinación de negros y cromados y la clásica parrilla partida. El capot cuenta con el sector central más hundido (¿?) y el moño cuenta con mayor protagonismo. Nos llamó la atención cómo la gente la mira, no siendo la más vendida ni mucho menos: de todos modos, por fin, S10 se muestra moderna y totalmente competitiva.
Y ya que hablamos de ventas, digamos que en Brasil, siendo Chevrolet líder (Automóviles+Comerciales Livianos) en este 2017, S10 está en la tercera posición del segmento, después de Fiat Strada y Fiat Toro, y primera cómoda en el segmento de las mid-size. En Argentina, con Chevrolet en 2° lugar, por muy poco sobre Ford, S10 está detrás del trío Hilux, Amarok y Ranger, podríamos decir en un cómodo 4° lugar en el segmento. Creemos que no es por producto en sí mismo, sino por otras cuestiones (marketing, posicionamiento, historial con pocas renovaciones, etc,).
Atrás no hay mucho para inventar, ni mucho margen para los diseñadores en el mundo de las pick ups. Aunque el conjunto se muestra moderno y armónico, no nos convencen las ópticas “3D”, las que además, cuentan iluminación LED puntuales, que la acercan al mundo “tunning” y además han pasado de moda. Paragolpes cromado, diseño general limpio, sensores de estacionamiento y cámara de visión trasera. Completa inscripción High Country. Desentona la lona marítima, poco firme.
De perfil también se muestra moderna, con línea de cintura ascendente en la ventanilla trasera, y el aditamento plástico algo recargado, que nos recuerda vagamente a su ancestro Avalanche, que Chevrolet vendió en Argentina hace un tiempo. A la vez, este inserto la muestra diferente. Las barras en el techo tienen apariencia frágil y desentonan estéticamente con el resto; es más, pasan desapercibidas. Generoso estribo plástico lateral, atractivo estéticamente pero poco amigo de la ropa limpia al subir o bajar. Equilibrado uso de cromados, no exageran, y las llantas de aleación son muy atractivas, dejando, sin embargo, pasa ruedas bastante vacíos. Cubiertas Bridgestone Dueler H/T 265/60R18, con el auxilio más chico (sin llegar a ser temporal). Prácticas “alfombras” en guardabarros aunque estéticamente no tanto (cuestión de gustos).
Ingresemos a la Chevrolet S10 HiIgh Country, tarea bastante sencilla para ser una pick up 4×4. Nos sentamos en exquisitas butacas en cuero micro perforado, muy cómodas y elegantes. Como ocurre siempre con el cuero, no tan prácticas cuando el sol se hace sentir. Algo incomprensible: el volante regula solo en altura, siendo que las butacas lo hacen en forma eléctrica y múltiple. De diseño algo antiguo, cuenta con mandos remotos, prácticos. El cojín se mueve en su conjunto, no se puede alterar su ángulo respecto al suelo; nada grave. El interior es dominado por el negro, resultando elegante y sobrio, con muy buena calidad percibida, a pesar de no contar –casi- con materiales blandos.
Clarísimo tablero, muy visible de día y mejor de noche con excelente iluminación. De lo mejor. Sector principal con tacómetro y velocímetro, clásicos, claros. Al centro, arriba, también analógicos indicadores, en este caso de temperatura de agua y nivel de combustible, con una exagerada separación del resto. Un poco más abajo display de computadora de a bordo, con parciales A y B y la clásica información habitual, sumando, totalizador de horas de funcionamiento del motor (240 en nuestro caso), horas en ralentí (63) y temperatura de agua digital (además del indicador análogico), nivel de tensión de la batería, presión neumáticos, carga de neumáticos, indicador ECO, tendencia del consumo; lo que se dice, completo. A la izquierda comando de luces, algo confuso (no se ve en qué posición está), regulación de luces exteriores y tablero, y escondidos, comandos para apertura tapa de tanque de combustible y capot.
En sector central, display de buen tamaño (no tanto como un Tesla), con mix de manejo táctil y comandos, muy práctica, de muy buena resolución, muy cómoda, de lo mejor, con el MyLink de Chevrolet, mejorado, 8”, Android Auto y Apple Car Play. Abajo, climatizador de 1 vía (¿?), muy práctico en general, salvo para el forzador de aire, no tanto. Y más abajo, teclas en posición “tipo avión”, muy atractivas, y a la vez, poco prácticas. Alerta de Cambio de Carril, ESP Off, Balizas, Hill Descent y Sonido Sensores. Completa, encendedor.
Entre butacas, selector de caja (manual en nuestro caso) corto, muy estético, forrado en cuero, ergonómico y muy a mano. Detrás, selector de tracción (trasera alta, 4×4 alta y 4×4 baja). Freno de mano en posición algo retrasada y apoyabrazos (portaobjetos) central. Antes de bajarnos, miramos las contrapuertas, con materiales duros, inserto “High Country”, portaobjetos chico; diseño clásico. Vamos a las plazas traseras, con un lógico acceso más complicado como en cualquier pick up 4×4. Bastante buen espacio a lo ancho, algo menos longitudinalmente. Las piernas van bastante flexionadas (piso alto y cojín algo bajo), con la consecuente buena altura al techo. Bien por los 3 cinturones inerciales, inexplicables solo 2 apoyacabezas… Cómodo respaldo, con la inclinación justa para viajar relajados.
Abrimos el capot, con un mecanismo duro, poco práctico, y encontramos una excelente presentación del vano motor, con fluidos a mano, salvo la varilla del aceite. Cerramos el capot y ponemos la S10 en marcha. Motor silencioso, sereno, bastante aislado del habitáculo. En ciudad, alto confort de marcha, por la suavidad y “pocos decibles” del motor (aporta lo suyo el revestimiento interior del capot), y llamativo buen andar en caminos de tierra en mal estado, recordándonos en este punto a la –bestial- RAM que probamos hace un tiempo. Mantiene el alto confort de marcha en caminos en mal estado, elogiable.
Recorrimos un camino cercano a Capilla del Monte, casi abandonado, y realmente nunca abandonó el confort a bordo. Apurándola en sectores trabados, buscando la intromisión de los Controles electrónicos, notamos una “entrada y salida” de los mismos, un poco brusca. Es bastante permisiva, dejando cierto desplazamiento, para luego actuar con una corrección firme, brusca. No se trata de seguridad sino de baja en el confort, y ante situaciones límite.
El motor responde firmemente, y los 200 caballos se notan, aunque es algo perezoso “abajo”, despertándose mientras trepa la aguja del tacómetro. Nos llamó la atención la muy buena tenida direccional. Obviamente, una pick up, de poco más de 2000 kg, con interesante potencia, y ante llamados bruscos del volante sobre piso no tan firmes, tiende a sacar la cola, esto es simplemente “leyes de la física”; de todos modos destacamos su tenida. El motor responde en toda la gama, y se nota, además de la potencia, el torque disponible. Si bien la caja (de velocidades) de una pick up no tiene la rapidez de una DSG, notamos alguna brusquedad en el pasaje entre cambios, como un “corte” pequeño que hace los pasajes más bruscos. Buen poder frenante y alta sensación de seguridad (para una pick up) ante un panic stop.
Conclusiones
La familia S10 es de bajo perfil. Seguramente no llama la atención como algunas de sus competidoras en el segmento, pero como producto, es excelente. Un motor que responde siempre, sereno, con un andar muy bueno (habitual en las pick up Chevrolet) y un confort general alto. Muy buen equipamiento en seguridad, destacando el alerta de cambio de carril (con “llamados al volante”), alerta de colisión frontal (auditiva y luminosa), indicador de presión de neumáticos, no presentes, en general, en sus competidoras.
Consumo normal, lógico para sus 200 CV y su peso, 9 litros/100 km a 110 km/h y 13 litros/100 km en ciudad, si el tráfico no es denso, obligando a constantes arranques y paradas. En esas condiciones el consumo se dispara, en este caso y en el resto de los participantes del segmento. Probablemente (junto con Amarok) la “más auto” de las pick ups, con probadas virtudes en el manejo intenso del off road o trabajo de campo. No dice mucho por fuera (aunque esta versión tiene un “mayor perfil social”), no es la más vendida ni la más buscada, pero es una excelente opción para quien la necesite para múltiples usos, con un alto confort de marcha. Nos nos gustó tanto la caja manual y algún detalle menor. Aprobada.
Bueno, que suerte que pudiste probarla.- Todo lo que mencionas, es muy acertado y agrego, para los que aun ( solo aún) tenemos la version anterior, sin ESP ni control de Tracción, una EXCELENTISIMA tenida AUN CON LLUVIA y para doblar a velocidades elevadas..sorprende éste ítem.- Porque tuve otras y si desconectabas esos controles, querian salir volando.- Felicitaciones, has manekado una gran camioneta.-