La comunicación de Centro Motor, concesionario Toyota en Córdoba despertó mi interés.
«Tengo RAV4 en versión de entrada de gama, ¿te interesa probarla?
Y la verdad es que me interesaba mucho. Por un lado por ser un producto recién desembarcado en nuestro país, y además porque, habitualmente se prueban unidades tope de gama, mal llamadas «full» (ya no existen los conceptos base y full), y entonces resultaba atractivo probar el modelo más accesible de la gama 2013 de RAV4.
RAV4 nació en 1994 y recibió modificaciones en 2000 y 2004, todas ellas comercializadas también en Argentina. Si algo (de lo poco para criticar) se le podía cuestionar a Toyota, eran sus diseños, como muchos japoneses, demasiado sobrios, casi aburridos, muy conservadores. Pero esto no era casual; así lo requerían sus compradores y era una fortaleza de la marca. Claro, los tiempos cambian y si bien la fidelidad de sus clientes (una de las más altas de la industria automotriz) sigue intacta, Toyota necesitaba una nueva imagen.
El cambio -creo- comenzó con el actual Avensis y el Camry «norteamericano», y siguió con Auris (casi un «Corolla corto»), llegando finalmente al nuevo RAV4. Todos ellos muestran un nuevo estilo, familiar, anguloso y personal. Si bien podría inferirse que la nueva carrocería mantiene un cierto aire familiar respecto a la anterior, lo concreto es que los cambios son importantes. Ahora es «más auto» (siempre encarando el tema diseño), más deportivo, menos sobrio. Y el resultado estético es muy convincente. Durante la prueba, RAV4 recibió miradas en cantidad y calidad, y esto muestra lo que mencionábamos antes.
Trompa enmarcada en el nuevo estilo de la marca, con gran protagonismo, y poco cromado (más deportiva) al menos en nuestra versión de entrada de gama a la que Toyota se resiste a llamar «base», y tiene razón. Parabrisas -muy- lanzado, mostrando un lado más deportivo. Siendo exigentes y hasta exagerados podríamos criticar algún exceso en el diseño -sobre todo- del paragolpes, que luce algo recargado, pero insisto, hilando muy fino.Detrás, también cambios totales. Maciza, aspecto al que aportan sus ópticas horizontales pero en posición alta, dejando un portón «limpio». Presentan un curiosidad, y tiene que ver con que «muestran volumen», tienen profundidad, y vistas desde la media de nuestra visión se perfila lo que podría considerarse un segundo medio volumen, como si se tratara de un pequeño baúl. Aplausos para la ubicación de la cubierta de auxilio, ahora interior, aunque se pierda espacio de carga. Luneta de dimensiones contenidas pero que no resta visibilidad hacia atrás. En general, original, interesante.De perfil (el lado más cercano al modelo anterior) también se ha renovado y es atractiva, sin abuso de ornamentaciones. Personalmente no termina de convencerme la resolución de los 3/4 traseros, en lo que hace a la línea de la base de las ventanillas, que va subiendo hacia atrás, y casi (es más un efecto óptico) metiéndose hacia el adentro, y a su vez, la moldura que corre por el lateral, que va bajando hacia atrás hasta llegar a las ópticas. Esto crea un sector «algo sucio» desde ciertos ángulos. De todos modos, en general, diseño absolutamente aprobado.Para finalizar el aspecto exerior, otra curiosidad, para el modelo y el segmento, es el haber recurrido a tazas en lugar de llantas, y esto tiene dos lecturas. Desde el punto de vista estético, poco para criticar, casi nadie se da cuenta del cubrerruedas plástico, realmente simula -y muy bien- una llanta de aleación. En otro sentido, más filosófico, creo que, a pesar de ser el modelo «inicial» de la nueva gama, y de disimular su existencia, debería contar con llantas de aleación. Cubiertas Yokohama 225/65R17. Antinieblas -inexistentes- muy disimulados; en una mirada rápida podríamos pensar que los incorpora.
Ingresemos al interior. Las 4 puertas son de tamaño generoso y buena apertura (ángulo), con lo que el acceso a RAV4, en todas sus plazas, es muy cómodo. Una vez sentados, en butacas textiles y cómodas con doble regulación (amplia en altura, algo corta en sentido longitudinal) encontramos un diseño muy atractivo, algo clásico, que si bien mantiene su histórico estilo, se muestra diferente.
En el sector central, encontramos simil cuero cosido que aporta calidad visual. No veremos materiales nobles, pero la terminación es buena, como es habitual en la marca. También llamativo el material «tipo Kevlar» presente en el sector entre asientos. Si bien chicos los de las puertas, RAV4 cuenta con varios portaobjetos. Mala nota (y algo habitual en la marca) para las varias tapas plásticas en lugares destinados a comandos en versiones superiores. Contamos 11 teclas sin uso. Claramente mejorable.La posición de manejo es buena, sobre todo para los «no tan altos», y permite un manejo relajado, algo también habitual en Toyota. Las críticas -que también dirigimos a Grand Cherokee en su momento (no tiene relación con el precio del producto sino con su filosofía)- tienen que ver con la poca practicidad de algunos mandos como el de la computadora de a bordo, completa pero accionable desde el volante multifunción con un solo botón, que hace más lenta la lectura y requiere mayor distracción. Pantalla central del equipo de radio/CD/Bluetooth no táctil (si en versiones más caras), aunque la crítica principal pasa por la escasa visibilidad con luz de día. Y si hay sol, la tarea será titánica. Algo no central al lado de las múltiples cualidades de la RAV4, pero que -uno supone- debería tener una simple resolución.
Muy buen sonido del audio, con botones grandes, muy cómodo para utilizar. El sector de instrumentos cuenta con velócimetro y tacómetro como protagonistas centrales.
Marcador de nivel de combustible de exagerado tamaño que deja poco lugar al de combustible, digital sobre el display central de la computadora. La misma ofrece datos de rendimiento (km/l) instantáneo y promedio (reseteable de forma independiente al odómetro parcial), autonomía, velocidad instantánea y promedio, distancias parciales A y B, en fin, lo necesario.Avanzando -y terminando- con el interior, esta RAV 4×2 cuenta con climatizador manual, muy eficiente, aunque de forzador algo ruidoso en el extremo de caudal superior. Balizas mal ubicadas (como en el 90% de la industria automotriz). Plazas traseras cómodas; solo podría pedirse una mayor altura del cojín de las butacas, algo tambien habitual en este tipo de modelos. Respaldo trasero reclinable por mitades y buena altura a techo, a pesar de la caída visual hacia atrás. Negro dominando el interior, en una atmósfera agradable y de buena calidad para el segmento. El acceso al baúl es amplio, con un portón de grandes dimensiones, que requiere cierta precaución al abrir. Rueda de auxilio de tamaño «normal», aplausos, aunque implique un piso de carga más alto que la anterior, ubicada exteriormente sobre el portón (ahora levadizo). Muy buena terminación también en baúl. El equipamiento roza lo justo, algo corto: levantavidrios y espejos eléctricos (rebatibles), dirección asistida, volante multifunción con doble regulación, doble Airbag y ABS. Nada de Controles de Estabilidad y Tracción en esta versión inicial. Elogiable el indicador «eco mode» de manejo ecológico. Claro, al analizar su precio, el equpamiento es razonable.
Vamos a su mecánica. El motor de esta versión inicial es el 2.0, naftero, de 146 CV, que responden muy bien, tal vez con alguna pereza «abajo», pero con carácter en la zona media y alta. Distribución variable que permite consumos contenidos (tengamos en cuenta sus 1500 kg de peso). A 110 km/h conseguimos 16 km/l, en ciudad entre 8 km/l y 11.5 km/l dependiendo del manejo y el tránsito, valores apropiados. Como siempre, recalcamos que el consumo -sobre todo en ciudad- es absolutamente variable en función de condiciones propias y exógenas.La caja CVT no presenta novedad para nosotros ya que la hemos probado en Nissan Sentra, Subaru Outback y Jeep Patriot entre otros. Y no me canso de repetir que se trata de una caja muy eficiente, con saltos imperceptibles entre -casi infinitas- marchas, y una suavidad absoluta, imposible de conseguir con otro sistema, pero que presenta dos personalidades muy distintas. Siendo tranquilos con el pie derecho, la suavidad y el confort se extreman, tanto en ciudad como en ruta y solo surjen elogios. En cambio, si pisamos el acelerador con cierto hambre de deportividad (algo no razonable en una SUV light), la sensación es distinta, y el motor va como engranado, exigido, porque al interpretar la necesidad deportiva, la caja mantiene el sistema en la zona alta del cuentavueltas, para conseguir mejores aceleraciones.
Cuenta con modo secuencial, aunque la sensación es muy distinta que la experimentada tanto en cajas automáticas bajo modo secuencial como en manuales automatizadas. La sensación es la de seguir con el cambio anterior. Repetimos, es una excelente caja, muy eficiente, y muy confortable en el uso contenido; no tanto en el manejo deportivo, y por eso no hay modelos deportivos con este tipo de caja.El andar es, junto con el diseño y la terminación, lo mejor de la nueva RAV4. Más allá del caja, la serenidad de marcha es absoluta. En ciudad se puede transitar con una suavidad increíble y en ruta, a velocidades legales, mantiene esta características. Lo deportivo no solo se ha acentuado en su diseño exterior; también en su tenida. Hemos probado RAV4 por caminos sinuosos y si bien no es un 86 (modelo que estamos esperando para probar), dobla muy eficientemente para lo habitual de un SUV light. Y sobre todo teniendo en cuenta el lógico perfil alto de sus cubiertas, más pensadas para ciudad que para el off road, algo también razonable.
En cuanto al precio, la gama arranca con la versión probada (RAV4 4×2 CVT) en algo menos de USD 39.000, muy competitivos para su tamaño, calidad y prestaciones. Y llega a los USD 57.000 para la 4×4 AT. Bien posicionada, teniendo en cuenta que su principal rival, Honda CRV, en su versión inicial LX, presenta un precio similar. Elogiable garantía de 3 años o 100.000 km. En cuanto a ventas, en el acumulado anual 2013, CRV lleva una pequeña ventaja, aunque claro, no resulta justa la comparación teniendo en cuenta el reciente lanzamiento. En 2013, y aun con el modelo anterior, RAV4 lideró el segmento. De hecho, ya en abril de este año RAV superó a CRV.
Conclusiones
Más allá de algunas cuestiones mejorables, menores, RAV4 es una excelente opción entre las SUV light, logrado diseño, muy buena calidad de terminación, buen espacio interior, y muy buen confort de marcha, excelente valor de reventa y un aprobado en general.