Fiat Tipo. Fiat y el peso histórico de sus intentos de producir y vender autos que se escapan del mote de «económicos». Un lector de Automotiva lo resumió: «Ojalá le vaya bien a Fiat y pueda superar el karma de los modelos mediano/grandes, Tipo es un auto interesante». Y si repasamos la historia relativamente reciente, veremos que con Tempra, Marea, Linea, Bravo, el mismo Stilo, Fiat no ha logrado posicionar un auto de este segmento, para convertirse en protagonista, aunque no fuera «best seller».
Personalmente creo que Stilo fue uno de los mejores autos que produjo Fiat. Un auto que, al menos en su diseño, poco tenía de italiano, pero que realmente «estaba muy bien hecho». Pasó, sin embargo, casi sin pena ni gloria. Bravo, otro interesante modelo, con un diseño muy italiano (más cercano al mundo Alfa) también pasó a mejor vida. El Tipo actual (hubo un Tipo hace varios años, también muy interesante) muestra otro planteamiento, más racional, más terrenal, más humilde. No alardea equipamiento, ni prestaciones, hasta diría que tampoco diseño, si bien es lo mejor que tiene el Tipo, pero en todo caso no es «llamador», comparado con Bravo.
El nuevo Fiat Tipo se produce en Turquía, en la eficiente planta del grupo FCA que también tuvo y tiene a cargo otros modelos. Desde el vamos cuenta con una desventaja: al ser extrazona, «impositivamente no larga en primera fila». Esto hace que (como ocurre con muchos modelos importados) lleguen versiones más accesibles; aunque, en la misma Europa, donde también se vende, mantiene el espíritu de racionalismo y bajo costo (bien entendido). Un auto racional y «transparente», que no busca mostrar lo que no es. Buen comienzo. Pero analicemos al nuevo «tope de gama » de Fiat en Argentina.
Arrancamos por el diseño, uno de los puntos fuertes de este Fiat Tipo, sino el más. La trompa tiene un gran protagonismo, sobre todo por la gran parrilla con partes cromadas, imitando varias líneas de puntos. Una trompa muy baja con ópticas al estilo Argo/Cronos y logo Fiat de gran tamaño. No se ven sensores de estacionamiento, no tiene. Atrás, muy atractivo, muy original, con un diseño de ópticas no visto en otros modelos. Sobrio, limpio, elegante, interesante. Acá si están los sensores. De perfil (junto con la cola, su mejor vista), también encontramos trazos limpios, sin estridencias, con manijas cromadas (que nunca nos gustan), y la sensación que «está lanzado hacia adelante.
Cintura más bien alta, puertas traseras de buen tamaño, al igual que los espejos exteriores, atractivas y elegantes llantas de aleación sobre neumáticos Continental ContiecoContact 255/45R17.
Perfil bajo que no compromete el confort de marcha en este caso, aunque sí transmite bastante lo que ocurre abajo. Luneta con bastante inclinación que deja una tapa de baúl corta, acercándolo un diseño «dos volúmenes y medio». Interesante.
Entremos al Fiat Tipo. Butacas en tela, originales, quizás con aspecto «muy generalista», pero confortables. Buena sensación de calidad percibida, aunque 2 aspectos negativos. El principal, una pantalla central que -casi- parece de juguete, y que resulta curioso en un modelo que, cuesta más caro que Cronos (y éste tiene una multimedia muy superior). Lo otro mejorable es la percepción de algunos plásticos (parte baja de la plancha frontal y contrapuertas), en color negro brillante, con un aspecto low cost que tira abajo el promedio. Con la misma calidad, quizás con una terminación mate y un texturado diferente, quedaría mucho mejor.
El tablero es clásico, con dos grandes cuadrantes para velocímetro y tacómetro y dos digitales verticales para temperatura de agua y nivel de combustible. Quizás algo aburrido, pero muy claro y, hasta me atrevería a decir, refinado. Bien por el instrumental. En el centro del sector, display de la computadora de a bordo, monocromática (otra desventaja respecto al Cronos full). Con teclas en el volante, resultó muy completa, hasta con temperatura de aceite (¿alguien le prestará atención?), anomalía en presión de neumáticos y nivel de carga de la batería). FCA insiste en denominar tacómetro al indicador digital de velocidad. Desde el atractivo volante también se comanda el Control de Velocidad Crucero, y por detrás, algunos mandos de audio.
Vamos al centro, a la famosa mini pantalla. Además de su tamaño, tiene una presentación en negro brillante que tampoco ayuda. De todos modos es bastante completa, pudiendo personalizar una serie de funciones.
Otra negativa: no tiene navegador («ni modo que lo tenga en ese tamaño», diría un conocido personaje mejicano), y si bien Tipo tiene un concepto más práctico que lujoso, debería contar con ese elemento. No es justificable su ausencia.
Dejamos la pantalla y más abajo nos encontramos con una serie de comandos, entre ellos el de la muy práctica función Easy, que suaviza la dureza de la dirección, a nivel «mover el volante con un dedo». Bienvenida opción para la ciudad. Más abajo climatizador, de una vía y sencilla utilización. Bien.
Más atrás, pomo de la caja automática de 6 relaciones, ergonómico, a mano y de buen diseño (la marcha atrás activa la cámara trasera). Entre asientos apoyabrazos central/portaobjetos que resulta algo invasivo, complicando incluso el accionamiento del freno de mano. Los contrapuertas también cuentan con portaobjetos, de tamaño mejorable. Volvamos a las butacas, que cuentan con regulaciones manuales (en altura la del conductor) y lumbar eléctrica (¿?). Como dijimos, son cómodas, pero los apoyacabezas quedan muy cerca de la cabeza, mal visto en varios modelos en la actualidad. Entramos a las plazas traseras, bastante generosas y cómodas para 2 adultos, algo menos para 3, mal también común a muchos modelos. El conjunto de cojín bajo y piso alto obliga a una posición más flexionada de piernas, pero no es algo grave. Mejora por respaldo con buena inclinación y butacas delanteras que permiten pasar los pies por debajo.
Abrimos el baúl y nos encontramos con un muy volumen de carga, con piso bajo y buen ángulo de apertura. Cóctel casi perfecto. El auxilio no es temporal pero es más angosto que los otros 4. El capot es de apertura sencilla, buena presentación para este motor 1.6 E.torQ EVO y fluidos a mano. Olvidamos mencionar que el acceso y puesta en marcha son tradicionales, con plip. De todos modos no esperábamos por su posicionamiento un sistema keyless. Pongamos en marcha el motor de este Tipo.
Motor algo rumoroso en ralentí, como todos los E.torQ, 1.6 (este caso) y 1.8. A propósito, suena raro que Argo y Cronos tengan el 1.8 en las versiones full, y este Tipo, un 1.6, pero bueno, son cosas de los mercados y los orígenes de fabricación. Debo reconocer que cuando me enteré que tipo venía con el 1.6 E.torQ, viendo su tamaño, y encima con caja AT, pensé que prestaciones bajarían y consumos subirían, respecto a otros 1.6. Pero no fue así. Nos sorprendió que tanto aceleración como consumo, dentro de todo, se mostraron más que razonables. Bien.
El manejo en ciudad es realmente confortable, con un buen compromiso de suspensiones, a pesar del perfil bajo de neumáticos, solo algo ruidosos, hilando muy fino. La función City colabora, y es placentero en circuitos urbanos, además por la caja automática, bien relacionada. No somos muy proclives a las cajas automáticas, pero ésta, de origen japonés, cumple eficientemente. En ruta solo notamos un motor rumoroso y efectos eólicos a más de 130 km/h, pero el confort de marcha se mantiene.
Aunque la filosofía del Tipo apunta al buen andar y confort de marcha y no al manejo deportivo, lo exigimos en los habituales trazados serranos y respondió con soltura en cuanto a estabilidad, con lógica tranquilidad (sin nervios ni aceleraciones rabiosas) por el conjunto motor de 110 CV y caja AT. Los frenos mostraron algún quejido leve, pero creemos se trató de algo en nuestra unidad y no todo el tiempo, ya que en descensos exigidos en sectores trabados cumplieron y con creces. En cuanto al andar en caminos de tierra y en mal estado, si bien no desentona, nos gustó más la respuesta de la dupla Argos/Cronos. Resumiendo, para el usuario promedio, un auto «promedio»; es decir que no descolla en ningún item pero cumple más bien en casi todos. Destacable la cadena de distribución.
Vamos a los siempre relativos consumos, al menos en recorridos urbanos, con la pregunta de siempre: ¿Qué es un recorrido urbano promedio?, ¿La 9 de julio un día de piquetes con el uso de primera y punto muerto solamente?, ¿o un paseo por Recoleta un domingo a la mañana, casi sin detenciones? Bueno, un promedio, podemos convenir. ¿Y como se pondera ese promedio? En fin, un tema muy relativo. Por eso hablamos de valores conseguibles. Y creemos que en ciudad, el Tipo Easy 1.6 AT puede lograr 9 km/l si las condiciones son normales, tirando a tranquilas. En ruta a 110 km/h, 15,5 km/l. Teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, consumo razonable en ciudad y bueno en ruta.
Nos estábamos olvidando del equipamiento, bastante bueno en seguridad, flojo en confort. Airbags (6), Controles de Estabilidad y Tracción, Sensor de Presión de Neumáticos, Cámara y Sensores de Estacionamiento Traseros, Asistente al Arranque en Pendiente (quizás no tan necesario en un automático, pero suma) e ISOFIX entre lo destacable para el primer item. En confort, Climatizador de una vía, Control de Velocidad Crucero, Dirección Eléctrica, volante con doble regulación, apertura del baúl desde el comando, como lo principal en confort. Carece de Techo corredizo/solar, navegador, Keyless System, etc. De todos modos conforma un equipamiento razonable tirando a interesante en el promedio. ¿Que diferencias tiene esta versión Easy respecto a la Pop, menos equipada? No tantas, o al menos no trascendentes desde nuestro punto de vista. Llantas más grandes, manijas cromadas, Cámara de Marcha Atrás y Sensores de Estacionamiento, Climatizador, Control de Velocidad Crucero y poco más.
¿A que modelos enfrenta este Fiat Tipo?
Bueno, no es tan sencillo, o en todo caso hay varios, algunos por debajo, otros por arriba, pero creemos tiene varios oponentes, algunos por precio, otros por tamaño, otros por equipamiento. Recordemos que el Tipo tiene una longitud de 4,53 m y cuesta en esta versión Easy, $ 754,000 (Pop a $ 711,000). Ford Focus sedán (que deja de fabricarse en breve) ostenta un largo de 4.54 m y se ubica entre $ 734,000 y $ 1,017,000, con mayor equipamiento y potencia. Citroen C-Elysée (su principal rival en términos conceptuales), con una longitud 11 cm menor, va desde los $ 575,000 hasta los $ 755,000. Su hermano C4 Lounge, con precios entre $ 688,000 y $ 926,000 mide 4,65 m. Chevrolet Cobalt llega a los 4.48 m y se vende entre $ 531,000 y $ 610,000. Toyota Yaris mide 11 cm menos y arranca en los $ 565,000, mientras que Corolla le saca 9 cm al Tipo y llega a los $ 906,000. Y hay varios más.
En fin, un panorama no sencillo y menos en el contexto actual. Pero no tenemos duda que Fiat tiene su mercado asegurado en este segmento C, mientras tenga los pies en la tierra y no pretenda arrebatarle al Corolla el liderazgo del segmento y el lugar 14° en la general. De todos modos, creemos, tiene su volumen asegurado. Y no es un dato irrelevante que el Cronos, en su versión más cara llegue a los $ 730,000, pisándole los talones y con alguna leve ventaja en equipamiento, y un motor más potente, aunque, preferimos este -más racional- 1.6 E.torQ.
Conclusiones
Destacamos del test del Fiat Tipo Easy 1.6 AT su transparencia: no ostenta, no busca «venderse como algo más de lo que es». Es un auto de muy agradable diseño, de buen espacio interior y enorme baúl, con buena calidad constructiva (no tanto de algunos materiales), con equipamiento más bien justo, y un conjunto motor/caja que no sorprenderá pero tampoco decepcionará. Mejorable la pantalla táctil, algunos plásticos, algún equipamiento adicional, y prestaciones acotadas, aunque acordes a ese conjunto mencionado. Tal vez, por acá pase la clave de Fiat para lograr protagonismo en el segmento: un modelo racional, familiar, interesante. Sin estridencias. Como decía el lector, «ojalá sirva para que Fiat vuelva a un segmento que siempre le fue esquivo». Como material anexo a esta nota, estuvimos recorriendo la ciudad de Rosario durante dos días con el Tipo, material que será objeto de una nota posterior.