Vaya si no tiene el Subaru STI un capítulo en la historia de la marca, del mundo del rally, del automóvil. Derivado de Impreza, se hizo muy famoso en tiempos de Rally Mundial, con aquel 555, manejado magistralmente por Colin McRae entre otros. Lo último que supe del STI fue en 2017 con una edición limitada para Japón (ver nota). Luego quedó el WRX (un escalón por debajo), no tanto en prestaciones pero sí en aspecto, mucho más civilizado (ver nota). Hace unos años me preguntaba si habría vida (vuelta a la vida) para los icónicos Mitsubishi Lancer EVO y Subaru STI (ver nota).

Pero no, lamentablemente ninguno de ellos tiene chances de regresar. El mundo cambió, y el del automóvil también. El Lancer EVO, descartado de plano. En el caso del STI, podríamos tener alguna esperanza (no tan fundada), a partir de la presentación en el Japan Mobility Show que se está llevando a a cabo en Tokio, de un concept (Performance-B STI) que podría pasar por la resurrección del STI. Recordemos que Subaru sigue vendiendo el WRX, de nada despreciables 275 CV, provenientes del 4 cilindros y 2.4 litros, incluso en Argentina. El tema es que es sobre la base del Impreza 4 puertas, y el concept mostrado en Japón, es hatchback.

No hay datos técnicos, pero podría esperarse el mismo 2.4 del WRX, con algunos caballitos más (nada imposible de conseguir hoy en día), como llegar a unos 300/320 CV. Esto, si Subaru decidiera volver a venderlo, claro; por ahora solo señales efímeras. Visualmente se muestra muy agresivo, más que los últimos STI, quizás algo recargado, sobre todo en la cola, aunque no tengo dudas, ningún fanático del modelo lo verá de esa forma. Agresivo, adictivo, deseable. Creo no caben dudas que a todo el mundo «fierrero» le gusta este concept. Pero eso, lamentablemente, no se traduce necesariamente en interesantes ventas. Es un segmento de nicho, pero al mismo tiempo, el costo de desarrollo sería menor. ¿Podemos ilusionarnos?