Aunque no la única, una de las principales razones del alejamiento de Carlos Tavares de Stellantis, en su posición de Presidente, tuvo que ver con la fuerte caída en ventas en el mercado norteamericano. En realidad, no solo fue un tema comercial o financiero sino que además tuvo dos grandes oposiciones en la parte final de su mandato: el fuerte gremio norteamericano y la red de concesionarios, que se quejaba de la falta de producto, clave para poder subsistir. Y salvo RAM y Jeep que cuentan con un portfolio interesante, tanto Chrysler como Dodge deambulan como pueden.
La primera, en un caso similar a Lancia, con un solo producto, la ex Minivan (o «menos minivan») Pacífica, que encima ha visto caer fuertemente sus ventas. La segunda con la nueva generación Charger, de 2 y 4 puertas que no logra hacer olvidar a los anteriores Charger y Challenger. El eléctrico casi no se vende, y el naftero no mucho. Esto, hablando específicamente de la participación de Stellantis en Estados Unidos. Pero no hay que olvidar el tema de fondo, lo complicado de mantener un grupo con muchas marcas, bastante dimísiles en algunos casos y parecidas en otros (ambas situaciones generan fortalezas y debilidades) y sabiendo que muy probablemente algunas no sigan en el futuro.
Mirando los números acumulados de este año en ese mercado, Jeep ha «salvado las ropas», aumentando un 1% sus ventas (nada mal, pero viene de un 2024 bastante malo, así que suena a poco), , Dodge ha visto descender un 50% sus operaciones comerciales, Chrysler va por el mismo camino, y RAM ha levantado un 2%. Cuando se analizan más en detalle estos números, son realmente preocupantes. Teniendo en cuenta que en Estados Unidos el grupo además vende también Alfa Romeo y Fiat, Stellantis ha caído un 11% en general, en ese mercado en el primer semestre de 2025 respecto al año anterior (con un crecimiento de Fiat a pesar de seguir siendo una marca de ventas mínimas allá). ¿Qué herramientas tiene para repuntar?
Bueno, no pertenezco al equipo de Antonio Filosa, así que no sé que tienen en mente, pero creo que hay realidades diferentes. Tal como están las cosas, a Chrysler no le veo futuro, a pesar de ser la marca «madre». Dodge tiene el Durango todavía con buenas ventas pero su nuevo Charger no logra convencer al mercado. Podría volver a montar el HEMI en la variante térmica (como lo hizo RAM) aunque a priori es un desarrollo nuevo. El Hornet, clon del Alfa Tonale, pasa desapercibido y no hay nuevos productos a la vista. RAM y Jeep tienen nuevos modelos y desarrollos y creo superarán la crisis aunque no será inmediato. Fiat seguirá contando solo con el 500e y Alfa Romeo, tal vez con la nueva generación Stelvio y Giulia logren repuntar algo, pero seguirá siendo de escala reducida. Veremos.