Con Ford Mondeo dejado de producir, Volkswagen Passat con amenazas permanentes sobre su continuidad, y varios casos más, no debe sorprender la decisión de Renault de abandonar al sucesor del recordado Laguna, el Talismán (de origen coreano). De todos modos, debe aclararse que más allá de una tendencia mundial pro SUVs y crossovers, Renault deja de vender Talisman en Europa, en gran parte, por su bajo nivel de ventas, que nunca llegó acercarse a las de su exitoso antecesor, Laguna.
Talisman (al igual que Fluence) deriva de un Samsung coreano, el SM6, y fue lanzado en 2016, con un restyling posterior, leve. Una etapa de Renault, aparentemente dejada atrás, la de vender modelos coreanos con el rombo, en algunos mercados. En su última versión, Talismán se vendió con motores nafteros 1.3 TCe de 160 CV y 1.8 TCe de 224 CV. Diesel BlueHDI 1.7 de 120 CV y 150 CV y 2.0 de 200 CV. Más variantes diesel que nafta, algo común en el mercado europeo, aunque cada vez menos, por el «injusto» ocaso de los gasoleros. Otro de los motivos de su final tiene que ver con la ausencia de variantes híbridas, algo absolutamente necesario, por marketing, pero mucho más por las normas anticontaminantes cada vez más exigentes. Renault Talismán, otro sedán que se despide.