La noticia sorprende, ¿o no debería? Estamos hablando de Porsche (pooooshe), una de las marcas de modelos deportivos (y ahora también SUV) más deseadas en todo el mundo. El competidor de Ferrari por excelencia seguramente. Aunque, creo no actualmente. Y esto es un elogio hacia la marca alemana. El 911, su modelo más icónico, supo hacer convivir la nostalgia y el respeto a su abuelo original, con la modernidad y el avance tecnológico, creo, como pocos. Aunque si miramos detenidamente el primer 911 (que tampoco se llamó así) y el actual, vemos diferencias muy grandes, pero el concepto estético es el mismo. Sigue siendo un auto, no diría masivo ni de volumen, pero tampoco inalcanzable o destinado a príncipes árabes nadando en petróleo.
En el otro extremo, Ferrari sí ha cambiado, pasando de vender deportivos increíbles, pero terrenales (Testarossa, 360, 550 y hasta incluiría a la bestial F40) a naves intergalácticas actuales. Cualquier modelo del portfolio actual resulta difícil de identificar con Don Enzo y sus históricas creaciones, subjetividad mediante, claro. Volvamos a Porsche. Por un lado, pertenece al grupo Volkswagen que está en medio de una fuerte restructuración, y entonces, por efecto cascada resulta previsible el recorte anunciado. Por el otro, estas «idas y venidas» de los eléctricos, que no se sabe si este repunte de estos últimos dos meses marcará una tendencia a largo plazo o si seguirán estancados más tiempo, complica a casi todas las automotrices, con idas y venidas en planes de desarrollo.
Y la foto de portada es del 911 993, 4a generación lanzada, justamente, en 1993, para mí la más linda y lograda de toda la historia del modelo, sin desconocer que el actual «tiene lo suyo». Pero si tengo que elegir una generación, es aquella. Porsche ha anunciado una restructuración que implicará un recorte de de 1,900 puestos de trabajo (hablamos de una automotriz con una masa laboral no tan grande, lógicamente, quizás para Ford, ´por ejemplo, 1,900 despidos no sería mucho…). Y esta reducción será en todas las áreas de la compañía, no solo en la parte de manufactura; el recorte será para todos. La industria automotriz esta cambiando; el mundo lo está haciendo de una manera y a una velocidad nunca antes vista, así que deberemos acostumbrarnos a varios cambios de paradigmas establecidos por mucho tiempo.