Desconocida para muchos mercados (diría todos, fuera de Italia), «la» Campagnola fue un jeep italiano, fabricado en dos generaciones sucesivas: la 1101 (de 1951 a 1973) y la 1107 (de 1974 a 1987). Nació del mismo modo que su homónimo norteamericano Jeep (ahora parientes políticos): como un pedido del ejército, en este caso italiano. Si bien la segunda guerra mundial había finalizado, Italia necesitaba reemplazar los viejos Jeep norteamericanos. Con 3.77 m de largo y un estilo muy básico y despojado, apostando todo a lo práctico, fue el equivalente europeo del Willys.
No, Fiat no tiene en sus planes «resucitar» la Campagnola. Al menos no oficialmente y realmente no le veo posibilidades ciertas. Porque desarrollar desde cero un «4×4», un jeep (con minúscula) no resultaría redituable y por varias razones, y la que sí podría ser más viable, la de adaptar un miembro de la familia Stellantis, como el Wrangler, aunque sería una inversión más accesible, creo que tampoco generaría ganancias netas. Si ya al ícono del mundo jeep, el Wrangler, no le va tan bien, y cada vez cuesta más venderlo, con un mercado que ha ido mutando a SUV más lujosos, indudablemente más lo sería para un jeep Fiat.
De todos modos, Tomasso D´Amico, un diseñador independiente, imaginó una Campagnola actual, basada justamente en el Jeep Wrangler (la opción más viable dentro de lo casi imposible). Aunque no muy proporcionadas, estas imágenes muestran una adaptación bastante interesante, sin ocultar el origen norteamericano, pero adaptado al modelo original en su segunda generación, que se vendió hasta 1987. Claro, el motor ya no sería el 1.9 nafta original de 48 CV ni el diesel de «más humildes» 40 CV, sino el Hurricane 4 de 2 litros turbo y 270 CV. En el raro y vertiginoso mundo actual del automóvil nada sorprende, pero sí resulta muy poco viable esta resurrección, lamentablemente.