No estoy descubriendo la pólvora si afirmo que el mercado chino es muy particular. Sí, es cierto, todos los mercados son particulares, y también es verdad que en este mundo globalizado todos los autos se parecen. Se acabó aquello de «adivinar el origen de un auto por su apariencia»; algo factible hasta hace unos ¿20/30 años?, con algún margen de error. De todos modos, el chino, por una lógica cuestión de juventud y gobierno, entre otras, sigue siendo bastante particular. Allá son muy frecuentes las versiones «largas», con mayor distancia entre ejes (sobre todo en el segmento E y en menor medida el D), y también hay modelos que no se venden en ninguna otra parte del mundo, aun de marcas no chinas, como el caso de este Citroën C3L que estamos mostrando, y el Peugeot 308 sedán, por citar un pariente cercano de aquel.
Debo reconocer que nos hemos vuelto más «amarillistas» o sensacionalistas con los títulos. Obviamente este Citroën C3 (fabricado por Dongfeng, asociada con PSA) no tiene nada de SUV, salvo su excesivo despeje al suelo. En todo caso deriva de un SUV light, urbano, como el C3 XR, modelo que se desarrolló en China, sobre la base del Peugeot 2008. Obviamente resulta más largo que aquel, llegando a los 4.50 metros de longitud. Aunque aún no está disponible comercialmente, llevará un motor Puretech de 3 cilindros, 1.2 litro y 115 CV, asociado a una caja automática de 6 relaciones (sería un despropósito equiparlo con una automática de 8, como sus parientes DS 7 Crossback y su hermano menor DS 3 Crossback). El C3 XR que da origen a este C3L goza de un interesante éxito comercial en China, habiendo vendido 180,000 unidades desde que comenzó a venderse hace unos 4 años (en 2019 recibió un restyling), o sea unas 45,000 unidades por año; como referencia, lo que vende en ese período un Volkswagen Virtus en Brasil.
Aunque las imágenes disponibles no son de alta calidad, permiten conocer al nuevo sedán «elevado» de Citroën para el mercado chino. Mirándolo de perfil (no es su mejor «perfil», claramente), podemos darnos cuenta que deriva de un pequeño SUV, con una mitad delantera que nos recuerda al extinto C Elysée y la trasera poco armónica, con el volumen central quedando adelantado. En esto nos recuerda al C4 tricuerpo que tuvimos en Argentina, aunque este es mucho más «agraciado», sin dudas. Nótese el gran despeje al suelo y llantas similares a las del C Elysée. Adelante se muestra prácticamente igual al C3 XR, con una curiosa parrilla, original y un estilo a aquel mediano. Atrás resulta algo tosco, con ópticas de gran tamaño y una apariencia general que nos recuerda al C3 Aircross, en cierto sentido. Personalmente creo que podría tener un interesante éxito comercial en esta región, posicionándolo como «low cost», conceptualmente similar al exitoso C-Elysée. Sin embargo, por ahora descartado.