Ya hemos comentado el ¿ultimátum? de Carlos Tavares a las marcas de la rama premium de Stellantis, Alfa, DS y Lancia, respecto a que «debían mostrar resultados positivos en 10 años». Y uno de los grandes desafíos lo tiene Alfa Romeo, marca sobre la que hemos escrito en muchas oportunidades, y que no merece tener el tibio presente que vive. Claramente orientada al mundo SUV, con Stelvio que no logra despegar del todo, y el próximo Tonale que llegará el año próximo (y que apuntará a BMW X1 y Audi Q3) también Alfa tendrá un producto en el segmento de mini SUVs, con el Palade, que se ubicará por debajo de los dos anteriores.
Compartirá desarrollo con el baby Jeep (modelo que se posicionará por debajo de Renegade) y con el futuro SUV de Fiat basado en el concept Centoventi y serán fabricados los 3 en la planta de Stellantis de Polonia. Tracción delantera o integral y motores que probablemente saldrán del 1.2 Puretech naftero y 1.5 BluHDI de PSA, con 130 CV para ambos. En 2022 llegarían las variantes a combustión, y un poco más adelante el híbrido. Por ahora descartadas versiones puramente eléctricas. Y personalmente, no descarto que también decante en algún mini SUV para Opel.