¿Quien no ha escuchando hablar (al menos) de Recaro, icónica marca de butacas deportivas?. Sinónimo de deportividad. Butacas que lleva cualquier deportivo que se precie de tal, desde algunos más «humildes» hasta verdaderas máquinas de competición de grandes categorías. Recaro está en todos lados. Si no recuerdo mal, el Gol GTI (1a generación para Argentina, ya que hubo una anterior para el mercado brasilero) contaba con butacas Recaro. Desde ahí hasta bestiales modelos exclusivos, casi autos de carrera; incluso autos de carrera también.
Pero no solo para autos. Recaro también vende butacas para simuladores de conducción y desarrollos especiales para clientes que quieran contar con una butaca personalizada, incluso como «silla» para su escritorio. Como dato ilustrativo, Recaro cuenta con 215 empleados en su Alemania, cerca de Stuttgart. Lo cierto es que, por lo antes comentado, increíblemente, Recaro se encuentra en una muy complicada situación económica, y el gobierno alemán ha solicitado iniciar un proceso de concurso de acreedores para intentar salir a flote, algo que, a miles de kilómetros de distancia, no parece una tarea imposible. Ojalá.