Land Rover. Británica absoluta. Comenzó con aquellos Defender del siglo pasado, rústicos, rudimentarios, básicos. Defender que siguen viéndose estoicos (sobre todo en el viejo continente) como si el tiempo no hubiera pasado para ellos. Range Rover (que nació como modelo; hoy es -casi- una submarca) comenzó a separarse de esa filosofía de «necesaria precariedad», manteniendo robustez pero agregando tecnología y equipamiento.
Y Discovery fue el siguiente paso. Lanzado en 1989, recibió actualizaciones en 1998 y 2004, y una tercera, más suave, recientemente. Claramente, Land Rover ha ido separando claramente sus perfiles. Por un lado Defender, para el trabajo, conservando su dureza, por el otro Range Rover (a secas, Sport y Evoque) adoptando refinamiento, lujo y prestaciones, y Discovery tal vez con un mix entre ambos.
El antecedente de la variante Sport lo encontramos en Range Rover, siendo el «Sport» bastante similar en diseño aunque se trate de otra carrocería; de todos modos mantiene sus lineamientos en general (junto al resto de la gama es distribuida en Argentina por Ditecar).
Cerca de ser renovada, a Discovery le salió un hermano, casi que adoptado, o al menos de otro padre: el Sport. Con una carrocería -absolutamente- diferente y más corta (- 23 cm) esta nueva variante apunta a ¿heredar? al Land Rover Freelander, del que toma algunos elementos estéticos (pero más de Range Rover y de Evoque), y al que supera por 10 cm en tamaño.
Si bien el próximo Discovery (2016) será «más parecido» al nuevo Sport, se trata de 2 modelos diferentes y destinados a públicos distintos. En cuanto a precios (no es mucho más caro que el Freelander), el Discovery Sport arranca en los USD 48.000 (versión S), mientras que el Discovery «común» lo hace desde los USD 65.000. Claras diferencias.
El nuevo Land Rover Discovery Sport cuenta con motores nafteros 2.0 Si4 de 240 CV (7.9 segundos para el «0 a 100» y casi 10 km/l en ciudad) y 3 gasoleros: el conocido 2.2 D de 150 CV, el nuevo 2.0 eD4 de 150 CV y bajo consumo, y el 2.2 SD4 de 190 CV. Sigue el downsizing. No esperamos un Land Rover con motor de 3 cilindros, pero ya 4 cilindros es un importante aporte al medio ambiente. En cuanto a terminaciones, la gama está compuesta por S, SE, HSE y HSE Luxury, que ofrece cuero específico, Park Assist, Audio Meridian con 17 parlantes, luz alta automática, monitor de presión de neumáticos, el conocido Terrain Response y una amplia gama de opcionales. Caja de 6ª manual o de 9 relaciones automática. 5 o 7 plazas, contenidos 1800 kg de peso en sus 4.6 metros, muy buen Cx de 0.36, muy buena capacidad de vadeo (60 cm) y rasgos de Evoque (cola y perfil), Range Rover Sport (perfil) y Freelander (trompa).
Curioso remate del pilar «C», el trasero, con una forma que recuerda algunas SUV norteamericanas, y que sale de los cánones Land Rover, aunque muy bien resuelto. Exquisito diseño, aunque con algun guiño a los americanos, no abandona el pedigree inglés, con grandes neumáticos y atractivas llantas de aleación. Por dentro mucho más consevador, ¿eemasiado?, aunque muy elegante, como debe ser todo Land Rover y todo inglés. Gran equipamiento en confort y seguridad, destacando el Airbag para peatones inagurado en Volvo V40, que probamos hace un tiempo. Será presentado en el Salón de París, el 4 de octubre, y comenzará a ser vendido en el viejo continente a principios de 2015.
¿Tendremos Land Rover Discovery Sport en Argentina?
Si nos olvidamos por un momento de algunas pequeñeces, como las trabas a la importación, la balanza comercial, el impuesto a los autos y la coyuntura económica actual, el nuevo Discovery Sport debería arribar a nuestro país en algun momento de 2015, probablemente hacia el último trimestre. Las condiciones antes nombradas no hacen fácil este desembarco y probablemente, ya en 2016, con otro escenario, sea ofrecida en los Showroom de Ditecar. Ojalá.
