GLB es a Clase B, lo que GLA a Clase A, podríamos decir. Lanzando en 2019, se posiciona por encima de GLA, sin llegar a GLC, claro. De hecho cuenta con 7 contenidas plazas. Mercedes presenta la nueva generación, absoluta y radicalmente diferente a la actual, no solo visualmente, sino también en lo que hace a motores. Serán exclusivamente híbridos y eléctrico, con un aspecto más «SUV» y de segmento superior. Inicialmente se lanza el eléctrico GLB 250+, con una batería de 85 kWh, arquitectura de 800 V y una potencia de equivalentes 270 CV a las ruedas traseras. Autonomía cercana a los 600 km.

También es de la partida inicial, el GLB 350 4 Matic, contando con 2 motores eléctricos (uno por eje), con 350 CV y una aceleración de 0 a 100 km/h en tremendos 5.5 segundos. Autonomía similar al menos potente gracias a una batería de mayor capacidad. Esta nueva generación incorpora Chat GPT y una serie de gadgets tecnológicos, además de numerosas ADAS (Ayudas a la Conducción). Más adelante llegará una variante eléctrica de acceso de gama, con menores capacidades, y los híbridos, con motor térmico producido por la china Geely.

Estéticamente me parece muy logrado, bastante más que el actual, aunque esto siempre es subjetivo. Capot más alto, cola más vertical, aspecto más formal, manijas embutidas y una curiosa firma lumínica trasera que me recuerda a la fallida pickup Clase X. En el interior cambios mayores, con un exceso de pantallas (en las versiones más caras), algo que viene haciendo la marca en sus últimos productos. Casi diría que intimida. Lo que es seguro es que distrae al conductor, y por eso la EuroNCAP está puntuando más negativamente estos sistemas «todo pantalla» casi sin mandos físicos. No pretendo volver a lo analógico, pero este «cine» en el tablero, me parece exagerado. Lo importante es lo que perciba el mercado, que siempre tiene la última palabra. Llegará a Argentina en 2027, tal vez algo antes.