A mediados de 2015 Mercedes-Benz presentaba la nueva clase GLC, sucesora natural del original GLK, modelo de gran éxito comercial, cuya versión 300 probamos en un lejano 2012. En la primavera de 2017 llegaría una presentación que tiene mucho que ver con esta nota; aparecía el primer GLC de altas prestaciones, el AMG GLC 63 s, con 510 CV que para ese momento (no hace tanto) y para el modelo, lucían exagerados. En 2021 anunciábamos el fin de los motores V8 (y V6) para Clase C, contando que llegaría la hibridación para suplir ese «faltante», además de la mejora ecológica, claro, anunciando, finalmente, un año después, que el próximo Clase C AMG 63 llegaría a híbridos 670 CV.
Y esta noticia tiene relación con el nuevo GLC 63 S E performance porque, al igual que el resto de GLC, toma la nueva plataforma de su primo hermano Clase C, adoptando, por lo tanto, similares motores y prestaciones. En realidad se presentan las renovaciones de ambas versiones AMG, la GLC 43, con no menores 421 CV provenientes del muy eficiente 2 litros y 4 cilindros, con el agregado de un motor eléctrico pequeño de 14 CV y batería de 48 V, totalizando 435 CV, pero no pudiendo circular en modo eléctrico puro; simplemente asistencia a diversos sistemas. Aceleración de 4.8 segundos para el 0 a 100 km/h, suspensión deportiva (necesaria para dichas prestaciones) y llantas de 19″.
Pero la versión que nos ocupa en este caso, la extrema E Performance, cuenta con el mismo motor naftero (pero llevado hasta increíbles 476 CV) y con un motor eléctrico en el eje trasero de equivalentes 204 CV, conformando un conjunto de 680 CV, hibridos. A diferencia del anterior, el GLC 63 S sí puede circular en modo EV, con una autonomía de 12 km, limitada pero útil a la hora de reducir consumos y emisiones. Caja AMG Speedshift MCT 9G. Y toda una puesta a punto «racing», en suspensiones, frenos (discos más grandes), dirección, etc. Con este conjunto híbrido puede llegar a los 100 km/h en solo 3.6 segundos, valor muy similar al del Porsche 911 GT3… poco para agregar. A pesar de sus 2,300 kg de peso.
Finalmente, en lo que hace a su aspecto visual, esta renovación lo muestra más moderno, adoptando las renovadas líneas de GLC y GLC Coupé 2023. Mantiene el concepto estético, en términos generales, con mayores modificaciones en el sector trasero, y sobre todo puertas adentro, con el tablero digital y la enorme pantalla central. De todos modos, al menos en esta deportiva versión, lo más importante pasa por su brutal mecánica que apunta a las prestaciones deportivas. La familia GLC ya se muestra en la página oficial de Mercedes-Benz Argentina, con el motor de 2 litros y 258 CV y pocos datos más, a modo de adelanto. No está confirmado si llegará este GLC 63 S E Performance, si bien su antecesor no híbrido sí se vendió en nuestro país. Veremos.