Nos hemos hecho eco de las advertencias del líder de Groupe Renault (Renault+Dacia+Alpine+Ampere) en varias ocasiones. Se ha convertido en una de las voces más enérgicas en cuanto a la advertencia del peligro en que está la industria automotriz, y la últim,a hace unos meses. Más allá de su cargo en el grupo francés, De Meo lidera ACEA, la asociación de fabricantes de vehículos europeos, nada más y nada menos. Y desde ese rol continúa pidiendo se revean algunas cuestiones gubernamentales y normativas en la Unión Europea. Concretamente, lo relacionado con emisiones contaminantes máximas permitidas a partir del 2025.
Claro, no es que De Meo esté en contra de la movilidad eléctrica; por el contrario, el grupo es uno de los más avanzados en el desarrollo de vehículos a batería, con el Megane E-Tech (que acabamos de probar), la nueva Scenic, el nuevo Renault 5 (con numerosos pedidos desde su reciente presentación) y el próximo Renault 4 (que será presentado en el próximo Salón de París, en octubre en versión de producción), entre otros. Todos eléctricos. A lo que se refiere De Meo es al peligroso cóctel por la situación de los eléctricos. Las ventas se han derrumbado en todo el mundo, salvo en China. Entonces, como a partir del año que viene, la norma Euro exige que las emisiones de CO2 se reduzcan de los 116 g CO2/km a 94 g CO2/km (promedio), la única forma de conseguirlo es aumentando la venta de eléctricos, y entonces promediando hacia abajo las emisiones.
Pero, con el parate en las ventas de modelos EV, casi todas las automotrices se verán obligadas a pagar multas, que, según De Meo, llegarían a 15,000 millones de euros en 2025. Una situación muy peligrosa para el sector. El líder de ACEA no pide otra cosa que cierta flexibilidad, a partir de la complicada situación de la industria automotriz del viejo continente, no solo por el parate mencionado, sino también por un descenso también en las ventas de modelos con motores térmicos. «Si no ha flexibilidad, la situación se volverá muy peligrosa», y «Si los eléctricos no se venden, pueden caer varios proyectos previstos» (fábricas de baterías por ejemplo), fueron algunas de sus declaraciones.