INTRODUCCION
Curiosamente, o no tanto, hablando de Renegade, el «baby Jeep» presentado en 2014, habíamos probado una sola versión, la Sport, un par de años después. Había sido presentado y lanzado por Jeep Argentina unos meses antes. Curioso quizás también habiendo probado en varias ocasiones Compass, en diferentes operativos, su hermana mayor Commander y hasta el icónico Jeep Wrangler. Pero bueno, las cosas no siempre son lineales, previsibles, lógicas. Y ahora nos subimos a la versión más cara y equipado de la familia Renegade, tanto en Argentina como en Brasil, donde se fabrica. Y si bien hay cambios en su aspecto (sutiles exteriores, algo más profundos puertas adentro), la principal novedad radica en su eficiente motor 1.3 T270 (sigla que hace honor a su par motor), con 175 CV y, en este caso, una caja automática de 9 relaciones.
DISEÑO EXTERIOR
Manteniendo el orden habitual en nuestras pruebas, comenzamos por su aspecto exterior, agradable sin dudas. Mirándolo de frente, destacan las nuevas ópticas (aunque parezcan iguales), LED, con aro tanto para luz diurna como para intermitentes/balizas; atractiva y vistosa solución, también adoptada por otros modelos. Ahora parte de las ópticas se esconden bajo el capot, otorgándole «cara de enojado«, imaginación mediante. Sector paragolpes un poco recargado visualmente; prefiero mayor simpleza. En el capot aparece la primer diferencia, un gran calco negro y rojo Trailhawk, similar al del Compass que probamos hace un tiempo. Pseudo protector para los bajos, en plástico. Bien desde lo estético, poco práctico.
Atrás, continuista, con nuevos faros pero similares a los anteriores (sobre todo de día), con luneta de buen tamaño y gancho en rojo. Leyenda Jeep en gris y de nuevo pseudo protectores plásticos inferiores en paragolpes. El perfil se muestra inalterado salvo por las muy atractivas llantas de aleación sobre neumáticos Pirelli Scorpion HT para uso mixto, en medida 215/60R17; buena elección de perfil y medida de neumático, acertada. Auxilio de igual medida y tipo que el resto. Bien. Más tentador para los «amigos de lo ajeno» pero bueno. Logo «Trail Rated», sello de garantía de sus prestaciones off road. Barras en techo en negro.
PUERTAS ADENTRO
Muy sencillo ingreso a las plazas delanteras y una «imagen inicial» de calidad percibida que no es la mejor ni (creo) acorde a esta versión más cara. No hablo de calidad en sí, sino de percepción de calidad, que no necesariamente es lo mismo. Mejor en terminación que en materiales. Buena visibilidad en general; no tanto hacia 3/4 traseros. No me animaría a hablar de grandes cambios, incluso respecto a aquella versión inicial que probamos hace más de 7 años. Volante nuevo, pantalla central multimedia más grandes, y sobre todo, tablero digital, de diseño compartido con algunos parientes Jeep y Fiat. Tablero digital atractivo, poco configurable en cuanto a diferentes vistas, pero me gustó. Bastante información (energía, potencia, fuerza G, turbo, etc). Temperatura y nivel de combustible en los laterales, «estilo Cronos».
La posición de manejo es buena, siempre alta como buscan la mayoría de conductores de este tipo de vehículos (no es mi caso). Enorme techo traslúcido y practicable, como dicen los españoles (bien) pero con una cortina eléctrica que debería ser más filtrante (mal). Butacas de generosas dimensiones, de buen cuero, con costuras en rojo. Pero con regulaciones manuales (¿?). Entorno de salidas de aire laterales y parlantes, en rojo cobrizo que no trasmiten la mejor calidad, apariencia low cost. Salidas de aire centrales siguen elevadas, me gustan. La pantalla central ahora es más grande, aunque yo le hubiera eliminado el «contorno plástico Jeep» y la hubiera hecho algo mas grande aún. Incluye navegador, algo raro en estos días, elogiable, pantalla intuitiva, práctica y de buena calidad de gráficos y visualizaciones..
Más abajo controles de audio y climatización. Una buena, son completos y todo manual (con comandos físicos). Una mala, algo confuso por demasiados comandos y todos cerca. Más abajo, teclas de Mantenimiento de Carril, Asistente de Estacionamiento (semi) Autónomo y otros. Comando 4×4, con Lock (50/50), 4×4 Low y elección del tipo de suelo. Pomo de caja muy ergonómico y freno de mano eléctrico (prefiero manual). Guantera de volumen reducido y barra «bien Jeep» para el/la acompañante. Contrapuertas de aspecto mejorable. De nuevo, hablamos de materiales, no de calidad de encastre. Vamos a las plazas traseras.
PLAZAS TRASERAS
Podría catalogarlas como razonables, lógicas, cómodas, salvo la central, como en todos los modelos (algunos más, otros menos). No hay salida de climatización/ventilación, otro faltante criticable. Portamapas, digamos, en contrapuertas, de escasa capacidad. Muy buena altura a techo. Vamos al sector de carga. Destrabe eléctrico pero apertura normal, faltante quizás no tan cuestionable. Piso bien plano, fácil de cargar. Auxilio normal. Bien. El portón mostró cierta resistencia (peso) para bajar. Abrir el capot tiene «sus bemoles». Una vez destrabado desde adentro hay que meter la mano para desbloquear (como todo vehículo) pero nos encontramos con bastante temperatura, lo mismo que la propia temperatura. No llega a causar «quemaduras de 2° grado», pero está caliente. Vano motor capsulado, buena presentación, aislante interno y una curiosidad. No hay una traba (cierre) adelante sino dos laterales.
EQUIPAMIENTO
Bueno, aunque con luces y sombras en cuanto a Confort, interesante, elogiable en Seguridad. En el primer rubro destaca el enorme techo traslúcido, con apertura parcial eléctrica, cargador wireless, Asistente de Estacionamiento, encendido remoto (poco útil), con algunos faltantes ya mencionados. En Seguridad, arrancamos con 7 airbags, control de presión de neumáticos, asistente estacionamiento, Alerta Activa de Cambio de Carril, sistema Keyless, monitoreo punto ciego, sensor de fatiga, advertencia de colisión, asistente de arranque en pendiente, y varias cositas más. Lo que se dice completo, quizás lo esperable en esta versión full, y algo más también.
FUNCIONAMIENTO
Junto con el diseño exterior, icónico, y el equipamiento en seguridad, la parte dinámica de este Jeep Trailhawk es lo mejor que tiene, destacable, elogiable. Comenzamos por su motor, un 1.3 turbo de origen Fiat, o mejor dicho de la ex FCA para ser más exactos. Motor muy eficiente y que usan varios Jeep y Fiat en la región. Algo rumoroso en ralentí, un poco menos en funcionamiento pero no es de los mas silenciosos. Sí otorga un andar suave y confortable, apoyado en una caja AT9 (normalmente reservada para el diesel 2.0 Multijet). La verdad es que utiliza mayormente 7 cambios ya que, la primera no se usa prácticamente y la 9a se conecta por encima de 120 km/h, aunque puede colocarse de modo manual a menores velocidades (secuencial).
El conjunto motor/caja es eficiente y permite un manejo hasta divertido diría. Es cierto que es algo perezoso a bajas rpm (ayudado por cierto delay en la respuesta del acelerador y la caja, muy eficiente pero no de las más rápidas) pero responde muy bien, brindando una buena aceleración. El confort de marcha en ciudad es muy alto y en ruta también; lo mismo aplica para caminos en mal estado como el que utilizamos en una cantera de piedra en el interior de Córdoba. Destacable poder frenante. Como es habitual en todos los modelos probados, lo llevamos al exigente circuito trabado en las sierras cordobesas, y a pesar de no ser, precisamente, un modelo pensado para el manejo deportivo, se mostró muy seguro. Claro, el perfil y el tipo de dibujo de los neumáticos hizo que se manifestara el quejido en alta exigencia, pero aun así resultó muy estable.
Muy buen equilibrio de suspensiones, tanto para el uso normal como para este, deportivo. Un auto que invita a ser manejado, ese es el mejor elogio. Lo probamos en una cantera de piedra en Córdoba, con piso duro y en mal estado y realmente «trepa todo». Muy buena dirección, aunque hilando fino, algo durita en ciudad. Vamos al consumo, y repetimos el latiguillo habitual: «en ruta el consumo siempre muestra valores objetivos, con algunas cuestiones menores que pueden contaminar, pero en ciudad, siempre son valores muuuy relativos, en cualquier modelo, y más en automáticos«. En ruta a 110 km/h ronda los 15 km/l, que no descollan pero penalizan por su coeficiente aerodinámico, algo suavizado por la caja sobre todo si se la usa en 6a. Buenos, diría. En ciudad la cosa cambia y si bien es muy relativa la medición, hablamos de 8.5 km/l en condiciones favorables.
CONCLUSION
En términos generales, siempre me gustaron los Jeep, tanto Renegade como Compass y Wrangler. Y Renegade es el vehículo ideal para un uso mayormente en ciudad, con algo de ruta también, y sobre todo en esta versión Trailhawk, un poco de off road con alta exigencia. Razonable espacio interior, muy atractiva e icónica imagen, un conjunto mecánico eficiente y con un consumo «hasta ahí». Detalles que no me gustaron como algunos materiales, algun faltante de equipamiento, la cortina interior del techo solar y poco más. En general, una excelente opción. Hablar de precios en Argentina ahora (diciembre 2023) es imposible en cualquier rubro, pero esta versión tope, alcanzada por impuestos, superaba los $ 20 millones antes de la devaluación. Precios distorsionados de nuestra Argentina. Como producto, muy bueno.