Aunque uno puede asumir que todos los modelos que conforman el portfolio de una automotriz son importantes, y por eso son producidos y vendidos, hay algunos más importantes que otros. No me animo a decir que X3 represente lo más alto de BMW a nivel comercial, pero en todo caso sí es un modelo muy importante, el 3° en las ventas del grupo. Lanzado en 2003, y con la actual generación presentada en 2017 (G01), recibió una puesta al día en 2021, y por lo tanto, de acuerdo a los «cánones» de la industria automotriz, ya es tiempo de pensar en una nueva generación. ¿Eléctrica?, ¿con motores térmicos?, ¿ambas?
Bueno, no es tan sencillo. Todas las automotrices están pensando casi exclusivamente en modelos EV (eléctricos), pero al mismo tiempo, conscientes que queda un tiempo de un mercado interesado por opciones con motor a combustión e híbridos, no pueden descuidar del todo a sus clásicas opciones. Y en ese sentido, el próximo BMW, aunque tendrá su correlato iX3 eléctrico, seguirá utilizando combustibles derivados del petróleo. Algo similar a lo que ocurre con los nuevos X1 e iX1, recientemente presentados. ¿Qué sabemos de la 4a generación que llegará en 2024?
Bueno, una de las «no novedades» es que mantendrá una parrilla «doble riñón» normal (aunque más grande), y por lo tanto no recurrirá a las XL de algunos de los recientes modelos de la marca. Bien. Lo otro es que podría superar levemente los 4.71 m de longitud de la actual X3, aumentando la brecha con su hermano menor X1, de unos 21 cm. No habría novedades en motorización, aunque no descarto que el X3M adopte el nuevo motor «6 en línea» presentado hace poco. El resto, similar a la gama actual. Y lo mismo valdrá para su variante eléctrica iX3. En cuanto a diseño, no será «rompedor» sino una evolución de la actual generación. Manijas embutidas, eso confirmado. Sería presentado antes de la mitad de 2023, ya como modelo 2024. Veremos.