La noticia no debería asombrarnos, mucho menos en este vertiginoso tiempo que nos toca vivir. Estamos asistiendo a la defunción de los motores a combustión, y ocurrirá en poco tiempo, mal que nos pese. También desaparecerán variantes más ortodoxas y clásicas como sedanes, hatchbacks y rurales. Mucho de esto está ocurriendo. Claro, hablar de autos voladores es dejar la imaginación volar, justamente, un poco más. Pero tampoco resulta de ciencia ficción. Hay varios desarrollos que se están probando y desde hace años. Incluso están mutando, desde el formato de «mini avionetas» a drones estilizados para pasajeros.

Lo cierto es que Hyundai está trabajando fuertemente en su movilidad aérea, la que estará destinada inicialmente al transporte comercial y taxis para pasajeros, para llegar al segmento general poco después. La automotriz (¿o aérea?) coreana viene desarrollando un plan de inversiones de 1,500 millones de USD desde 2019, y por 6 años. Al terminar, en 2025, contará con opciones al alcance -casi- de cualquiera, al menos dejando de lado lo económico. Y su principal directivo para Europa afirmó que «venimos realizando inversiones muy fuertes para el desarrollo de la movilidad aérea». Veremos cómo sigue.