Hace muy poco comentaba esta «asociación» entre Ford y Renault, para Europa (ver nota), por la cual, la marca del óvalo utilizará modelos franceses eléctricos, y los adaptará a su estilo, en una movida similar, por ejemplo, sin ir más lejos, a la dupla Renault 5 y Nissan Micra/March (ver nota). Llama un poco la atención por el hecho de no haber tenido antes (o no las recuerdo) vinculaciones entre ambos para el mercado europeo (alguna regional por estas tierras con aquellos Ford Corcel/Renault 12). En cambio, Ford sí tiene un acuerdo con Volkswagen, por el cual vende el Explorer sobre la base del ID.4 y el Capri con el ID.5, si bien ambos modelos alemanes son mantienen mucho en común.
Lo concreto es que, el primer producto de esta vinculación, que será el próximo Ford Fiesta EV, tomando al R5 como base, le seguirían luego un nuevo Ford Ka, a partir del Renault Twingo (no tan probable) y un nuevo Puma (modelo que ya existe), tomando prestado el R4 de la marca francesa. No son pocas las automotrices que realizan estas asociaciones de producto, que si bien tienen sus limitaciones a nivel personalización, por razones obvias, permiten un gran ahorro de costos, y en definitiva, lo que manda es el balance entre lo cobrado y lo gastado, la rentabilidad. Poco importa en estos tiempos tan globalizados la pérdida de identidad, o el «sacrilegio» de usar un modelo de la competencia.









