Hace poco dábamos cuenta del restyling de su hermano menor Fiesta, y nos preguntábamos si era el último, toda vez que los cambios se aceleran en la industria automotriz y los formatos clásicos van desapareciendo. Arora es el turno del Focus. Ya habíamos adelantado el restyling que Ford estaba preparando y luego mostrábamos cómo se vería el rediseño de la versión sedán, la que consideramos muy realista, ahora que conocemos el rediseño final del hatchback y la rural. Resulta muy probable que este sea el último restyling del Focus, al menos tal como conceptualmente lo conocemos. Tratándose una adecuación de mitad de ciclo comercial, los cambios son mínimos. Veamos.
Lo más visible pasa por el sector frontal, con nuevas ópticas, nueva parrilla y nuevo paragolpes; todo renovado. Como desde hace tiempo, la parrilla es diferente según versión. La actual generación de Focus fue presentada en 2017 y con esta actualización culminará su ciclo comercial. Atrás leve rediseño interno de ópticas y poco más. Nuevas llantas, claro y en el interior, nuevo tablero digital y nueva pantalla multimedia central, bastante más grande. Una mala, desaparecen los mandos físicos de la climatización, ahora solo por pantalla.
En cuanto a motores, siguen los Ecoboost 1.0 de 3 cilindros y 100 CV y 125 CV, y 155 CV en el caso del Mild Hybrid. Diesel, los Bluetec 1.5 de 95 CV y 120 CV. En la parte superior, el ST, con el Ecoboost 2.3 litros y 280 CV. Aunque leve, interesante puesta al día del Ford Focus, que al igual que su hermano menor Fiesta, probablemente está transitando sus últimos días. Y sobre todo siendo Ford, marca que como pocas está abandonando sedanes y hatchbacks. ¿Será reemplazado por el eléctrico basado en el Volkswagen ID.3? Es probable.