En el otoño de 2020 presentábamos el restyling del Mercedes-Benz Clase E, que modernizaba algunos aspectos de la generación lanzada en 2016. Con su sucesor eléctrico, el EQS (no confundir con el EQS SUV) ya habiendo iniciado el camino hacia la movilidad «sustentable», uno podría preguntarse «cuál es el sentido de presentar una nueva generación del Clase E con motores térmicos» (híbridos en realidad). Y también podría responderse que, si bien vamos hacia la movilidad eléctrica, inevitablemente, ¿o no?, todavía queda un tiempo de convivencia con motores híbridos (a combustión, algo más ecológicos, digamos), y sobre todo en el caso de Clase E, un histórico best seller de la marca alemana.
Hablemos del nuevo Mercedes-Benz Clase E 2024 y arranquemos por la parte mecánica, la que habitualmente no presenta en cambios en estos tiempos, en general para todas las automotrices. Dos variantes micro híbridas (Mild Hybrid) como son la E200, con el 4 cilindros y 2 litros y 204 CV (320 Nm) y el E220d, diesel, también 4 cilindros/2 litros y 197 CV (440 Nm), con un torque bastante más elevado, y tracción 4Matic en opción. De ahí pasamos a los híbridos enchufables (PHEV); el E300e y el E400e, ambos con el mismo motor anterior naftero, y otro eléctrico de equivalentes 129 CV, totalizando 312 CV y 375 CV respectivamente. Espectaculares cifras para un 2 litros. En modo eléctrico llegan a muy interesantes 100 km de autonomía (interesantes para un hibrido).
Estéticamente, y comparando con la generación actual, encontramos un estilo continuista, muy, sobre todo si miramos ambos de perfil, en una engañosa comparación. La realidad es que, aunque lo anterior es cierto, los cambios son importantes. En ambos extremos, y sobre todo en el sector frontal, con 2 fisonomías muy distintas, para las versiones más elegantes (parrilla estilo Clase S, apaisada y muy elegante y moderna) y las deportivas (parrilla «trabajada», en «3D», menos sobria). Atrás, las diferencias entre versiones se eliminan prácticamente. Un detalle curioso viene por el lado de los faros traseros, con iluminación «logo» de la estrella de 3 puntas. Original. En el lateral destacan las nuevas manijas embutidas, tendencia que comenzó BMW con sus eléctricos.
En el interior, cambios más importantes, radicales, trascendentes. Si bien mantiene el tablero «tablet» (no entiendo porqué no se utilizan «envolventes»normales, con el interior digital) pero con un enorme sector central integrado, conformando una pantalla de gran tamaño, además de una tercera, opcional, para el acompañante. Bien por la eliminación de las salidas de climatización circulares, al menos me parecen mucho mejor éstas, integradas al estilo del extinto Volkswagen Passat. Sin dudas hay una mejora en la calidad percibida. Con 4.95 m de longitud, mantiene las dimensiones del anterior, aunque con una distancia entre ejes aumentada 2 cm. Clase E se vende en Argentina en 2 versiones, E 450 y AMG E 63 y por lo tanto, llegará la nueva generación, aunque recién en 2034.