El BMW X7, el SUV más grande y exclusivo de la marca alemana, fue presentado en 2018, como modelo 2019. Más de 3 años es un tiempo más que prudencial para aplicar un restyling de mitad de ciclo, como suele llamarse, para enfrentar la última parte de su vida comercial. Y de arranque nomás nos encontramos con un dato curioso: el restyling aplicado al X7, a pesar de afectar solo al sector delantero y al interior, es bastante más profundo que lo habitual en BMW. En general, sus renovaciones de medio término son bastante sobrias y de menor afectación.
Hace tiempo que vengo expresando mi opinión, no positiva (como diría aquel vicepresidente), respecto a los últimos diseños BMW, sobre todo el iX (el más controversial), aunque también los Serie 4 e i4, y lo que se sabe de los próximos Serie 7 e i7. «Sobre gustos no hay nada escrito», verdad de verdades, si las hay. De todos modos, creo que algo de objetividad hay en el diseño, no todo es puramente subjetivo. Y en ese sentido, creo que los productos nombrados se alejan del histórico concepto estético de la marca. En el caso de los interiores, resulta previsible que ocurra porque ahora todo es digital, no se puede cambiar esta tendencia. Pero en el exterior, no hay imposiciones. Creo que BMW busca a un perfil de comprador más joven y que busca diferenciarse de cualquier otro modelo, pero quizás están arriesgando mucho, opinión personal.
Volvamos al renovado X7. y comencemos por el exterior, y por el sector frontal, casi lo único que cambia. Nuevas ópticas «partidas», con DRL arriba y las bajas disimuladas, más abajo, al estilo Fiat Toro, salvando las distancias. Nueva parrilla y nuevo paragolpes; todo nuevo. Cambio drástico, bastante teniendo en cuenta la ¿ex? sobriedad de BMW. Cuanto menos, recargado. Atrás solo leves diferencias en los faros, ahora con aspecto más tridimensional. Y nuevas llantas, de 20″, 21″ y 22″. Y opcionales de 23″…. sí!, desmedido. En el interior, adopta bastante de lo visto en su hermano iX, con tablero digital tipo tablet, nuevas salidas de climatización (bienvenido el cambio), y nuevo pomo de la caja; casi un pequeño joystick. Más moderno, más tecnológico y menos personal, claro. Opciones de 6 y 7 plazas.
En cuanto a motores, ahora son todos microhíbridos (Mild hybrid) con batería de 48V. En diesel, el X7 xDrive 40d, con el 6 cilindros y 3 litros y 340 CV, con el que llega a 100 km/h en 6.1 segundos. Nafteros, 40i, misma configuración y 390 CV, y como «tope de línea», el M60i (reemplaza al actual M50i) con el eterno y espectacular V8 de 4.4 litros y 530 CV, con el que consigue hacer «el 0 a 100» en vertiginosos 4.7 segundos. En seguridad, todo lo habitual en BMW, con el agregado de Alerta de Giro en sentido contrario (al girar en avenida doble mano, por ejemplo), muy útil. El renovado BMW X7 llegará a los concesionarios a mediados de este 2022, descartada su llegada a Argentina, por lo menos en el corto plazo.
